Investidura en Ankara
Erdogan, asume la nueva presidencia en una ceremonia sin líderes occidentales
Maduro, Orban y el secretario general de la OTAN asistieron a la investidura del presidente turco
Recep Tayyip Erdogan, el todopoderoso líder islamista incontestable de la Turquía contemporánea, tomó ayer posesión como presidente en Ankara. El líder del Partido Justicia y Desarrollo (AKP), de 69 años, se impuso en la segunda vuelta de los comicios presidenciales el pasado día 28 de mayo al candidato Kemal Kilicdaroglu, líder del socialdemócrata Partido Republicano del Pueblo (CHP) y de la heterogénea Alianza Nacional.
«Amar y ser amado», pidió ayer Erdogan en un tono menos agresivo y más conciliador que otras veces, en el discurso de toma de posesión. «Hemos ganado el honor de servir a la nación turca otros cinco años. Abrazo a todos los 85 millones (de ciudadanos), tengan la visión política, el origen, el carácter o la religión que tengan», afirmó ayer el veterano líder.
Erdogan prestó juramento ante el presidente del Parlamento en funciones, el ultranacionalista Devlet Bahceli. «Como presidente, juro proteger la existencia e independencia del Estado, la integridad de la patria, la soberanía incondicional de la nación, el Estado de Derecho (y) el principio de una república laica tal como lo concibe Ataturk, ‘padre de los turcos’», aseveró el mandatario turco.
Apenas seis días después de su triunfo electoral –su formación había ganado también los comicios legislativos el pasado 14 de mayo-, una nutrida representación de jefes de Estado y gobierno mundiales sin presencia occidental acompañó en Ankara al mandatario turco. Hasta 81 países estuvieron representados al máximo nivel, con medio centenar de jefes de Estado, 13 primeros ministros y miembros de parlamentos y gobiernos de otros países, además de representantes de organizaciones internacionales, incluida la OTAN, según medios oficiales turcos.
Precisamente la figura más destacada de quienes acudieron ayer a la capital turca fue el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en un gesto de respaldo al a menudo considerado socio díscolo de la Alianza Atlántica por sus querellas con otros miembros de la organización y sus estrechos vínculos con potencias como Rusia o China.
Entre las figuras internacionales que asistieron a la multitudinaria y pomposa ceremonia celebrada en el complejo presidencial de Ankara estuvieron el presidente de Venezuela Nicolás Maduro, el de Azerbaiyán Ilham Aliyev, el surafricano Cyril Ramaphosa, el jefe de Estado de la República Turca del Norte de Chipre Ersin Tatar o los primeros ministros de Armenia –en un gesto de respaldo a la reconciliación entre las dos naciones- y Pakistán Nikol Pashinyan y Shehbaz Sharif.
No menos destacadas fueron las ausencias este sábado en Ankara. Lo cierto es que, con la excepción del secretario general de la Alianza Atlántica, no hubo prácticamente presencia de líderes políticos occidentales. Sí estuvo en la capital turca el primer ministro húngaro Viktor Orban, que fue uno de los líderes mundiales más tempraneros en la felicitación pública a Erdogan hace apenas una semana. El jefe del Gobierno húngaro aseguró este viernes que la derrota de Erdogan habría sido «catastrófica» al haber causado una oleada migratoria a Europa.
El programa de actos había comenzado con un desfile de jinetes y el disparo de 101 salvas de artillería. Tras la ceremonia celebrada en el Parlamento, Erdogan, que estuvo acompañado por su esposa y lució gesto y caminar cansado, visitó, como es tradicional, Anitkabir, el mausoleo de Mustafa Kemal Ataturk, fundador de la República turca. Por lo prolongado de su período en el poder y la impronta dejada en la política turca –y a pesar de las distancias ideológicas entre ambos-, Erdogan es comparado a menudo con Ataturk.
Según la agencia oficial de noticias Anadolu, el mandatario escribió en el libro de honor del mausoleo de Ataturk, en una línea semejante a lo expresado en su triunfante noche electoral, que el sistema político turco ganó una «moción de confianza» y que el país ha entrado en una nueva era. «Continuaremos trabajando con el corazón durante los próximos cinco años para hacer cumplir nuestra visión del Siglo de Turquía», rubricó Erdogan.
Posteriormente, el líder del AKP presidió una cena de gala con sus invitados en la residencia de Cancaya, en Ankara. Está previsto que el veterano mandatario anuncie los nombres de los integrantes de su nuevo gobierno en las próximas horas. A pesar de que las encuestas apuntaban incluso a la victoria al candidato opositor, Erdogan rozó el 50% en primera vuelta y en la segunda ratificó su victoria al alcanzar el 52,2% de las papeletas frente al 47,8% logrado por su rival.
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