Ataque terrorista

Estado Islámico reivindica el atentado en Moscú que ha causado más de 100 muertos y más de 145 heridos

Muchos de ellos murieron por heridas de bala y por la asfixia por el incendio de la sala

El Comité de Investigación de Rusia ha elevado a 115 el número de fallecidos en el ataque del viernes contra la sala de conciertos Crocus City Hall en Moscú, según su último balance publicado esta mañana, conforme los servicios de Emergencia van extrayendo cuerpos sin vida de entre los escombros del recinto, incendiado por los atacantes. La agencia investigadora, en otro comunicado previo también publicado en su cuenta de Telegram, achacó los fallecimientos a las heridas de bala provocadas por los responsables del ataque y a la asfixia por el incendio de la sala durante el atentado.

La agencia investigadora, en un comunicado publicado en su cuenta de Telegram, ha achacado los fallecimientos a las heridas de bala provocadas por los responsables del ataque y a la asfixia por el incendio de la sala durante el atentado.

La cancillería atribuyó a «un sangriento atentado terrorista» la tragedia, que se produjo en un auditorio de Krasnogorsk, un suburbio en el límite noroeste de la capital rusa. «¡Toda la comunidad internacional debe condenar este crimen odioso!», afirmó Maria Zajarova, la portavoz del Ministerio ruso de Relaciones Exteriores, en Telegram. El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, anunció la anulación de «todos los eventos deportivos, culturales» y de carácter público durante el fin de semana.

Según un reportero de la agencia RIA Novosti, personas con uniformes de camuflaje irrumpieron en la sala de conciertos y abrieron fuego antes de lanzar «una granada o una bomba incendiaria, provocando un incendio». «Las personas que estaban en la sala se echaron al suelo para protegerse de los disparos durante 15 o 20 minutos» y muchos lograron «salir a rastras», señaló.

Los servicios de rescate, citados por la agencia Interfax, dieron parte de un «grupo de dos a cinco personas no identificadas, con uniformes de combate y armas automáticas», que «abrieron fuego contra los agentes de seguridad en la entrada de la sala de conciertos» y antes de «empezar a disparar contra el público». Según el Ministerio ruso de Situaciones de Emergencia, los bomberos lograron evacuar a un centenar de personas que se encontraban en el sótano del lugar.

También hay operaciones en curso para «salvar a personas que se encuentran en el techo del edificio», detalló. La agencia de prensa TASS indicó que cerca de un tercio del edificio está en llamas. Vídeos difundidos en redes sociales muestran grandes columnas de humo negro saliendo de la edificación. Las fuerzas de seguridad acudieron al lugar, señalaron las agencias rusas. El ataque se produjo durante un concierto del grupo de rock ruso Piknik, cuyos miembros fueron evacuados, indicó TASS.

Las cadenas de actualidad Baza y Mash, cercanas a las fuerzas de seguridad en Telegram, publicaron vídeos en los que se ven al menos dos hombres armados que avanzan en el vestíbulo del complejo. En otras secuencias, se ven a cadáveres y grupos de personas que se precipitan hacia la salida. Otras imágenes muestran a espectadores escondiéndose detrás de las butacas o evacuando la sala.

EE UU condena el ataque

La Casa Blanca transmitió su pésame a las víctimas del «terrible» tiroteo. «Las imágenes son simplemente horribles y duras de ver», declaró el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby. Ucrania aseguró que no tiene «nada que ver» con el ataque mientras el expresidente ruso Dmiti Medvédev afirmó que Rusia «destruirá» a los dirigentes ucranianos si se demuestra que están implicados en el atentado. «Si se establece que se trata de terroristas del régimen de Kyiv (...), serán localizados y destruidos sin piedad, como terroristas. Incluyendo los dirigentes del Estado que cometió semejante atrocidad», afirmó en Telegram Médvedev, número dos del Consejo de Seguridad ruso.

En los últimos días, Rusia ha sido blanco de ataques de combatientes rusos antigubernamentales y de bombardeos procedentes de Ucrania, confrontada desde 2022 a una intervención militar rusa. Rusia ya ha sido blanco de numerosos ataques cometidos por grupos islamistas y de tiroteos sin motivos políticos o atribuidos a personas desequilibradas.

En 2002, un grupo de combatientes chechenos tomó a 912 personas como rehenes en el teatro moscovita de Dubrovka para pedir el repliegue de las tropas rusas de Chechenia. La angustiosa toma de rehenes se saldó con una intervención de las fuerzas especiales y la muerte de 130 personas, casi todas asfixiadas por el gas usado por los militares.