Defensa

Estados Unidos agacha las orejas frente a China: creen que van a perder la Carrera Espacial

La Fuerza Aérea de Estados Unidos alerta sobre un nuevo "momento Sputnik": el país corre el riesgo de quedarse atrás frente al imparable avance militar y tecnológico de China, su principal adversario en la carrera espacial

El cohete chino
El cohete chinoXinhua vía Europa PressXinhua vía Europa Press

Una cosa es diseñar la tecnología más avanzada del mundo en un laboratorio y otra, muy distinta, tener la capacidad de producirla en masa. Este es precisamente el talón de Aquiles que amenaza la superioridad militar de Estados Unidos: una brecha considerable entre la innovación teórica y la capacidad real de fabricar y desplegar equipos a la escala que exige un conflicto moderno. Este desfase pone en jaque la efectividad de toda su estrategia de defensa a largo plazo.

De hecho, esta debilidad se manifiesta en la urgencia por acortar los plazos de entrega de material crítico. Para la cúpula del Pentágono, es imperativo acelerar el despliegue de armamento avanzado y, de forma paralela, poner en órbita con mayor celeridad las nuevas generaciones de satélites. Estos sistemas, vitales para la alerta de misiles y las comunicaciones, son piezas clave en un tablero internacional cada vez más complejo.

Por esta razón, la principal preocupación en Washington no es tanto la inversión de sus rivales, sino la velocidad con la que China es capaz de pasar del diseño a la producción. El ritmo vertiginoso del gigante asiático deja en evidencia la pesada burocracia norteamericana y amenaza con cerrar la brecha tecnológica mucho antes de lo previsto. Sus adversarios, además, comenzaron a militarizar la órbita terrestre hace ya más de una década, un movimiento estratégico que ha obligado a Estados Unidos a reaccionar, tal y como han publicado en Space News. Prueba de ello son las recientes superarmas chinas descubiertas en el desierto, diseñadas para competir directamente con los cazas más avanzados de la Fuerza Aérea norteamericana.

La sombra de un nuevo 'momento Sputnik'

En este contexto, la respuesta estadounidense a este desafío ha sido contundente, aunque tardía. La creación de la Fuerza Espacial responde directamente a la necesidad de proteger su red de satélites, un activo indispensable para la inteligencia, la navegación y las comunicaciones militares. El objetivo prioritario de este nuevo cuerpo es alcanzar el «control espacial», un concepto que hasta hace poco parecía relegado a la ciencia ficción. Este esfuerzo busca contrarrestar el desarrollo de un poderoso ejército espacial por parte de China, que avanza a una velocidad que ya ha sido calificada de alarmante por los mandos militares estadounidenses.

Con todo, el Secretario de la Fuerza Aérea, Frank Kendall, ha lanzado una advertencia de enorme envergadura al comparar la situación actual con el «momento Sputnik» de 1957. Aquel lanzamiento del satélite soviético supuso una humillación que actuó como un catalizador para Occidente. Ahora, Estados Unidos se enfrenta de nuevo a un riesgo real de ser superado, un precipicio geopolítico que exige una movilización de recursos e ingenio sin precedentes para no perder la carrera tecnológica y militar del siglo XXI.