Gira europea
Scholz muestra sus credenciales europeístas en París y Bruselas
El nuevo Gobierno alemán se compromete con una Europa fuerte y soberana y defiende la inviolabilidad de la frontera ucraniana
El nuevo canciller alemán,Olaf Scholz, hizo ayer su gira de presentación europea con una doble visita a París y Bruselas, tan solo dos días después de su investidura, como preludio de las dos cumbres que tendrán lugar la semana que viene en la capital comunitaria con sus homólogos europeos. Los primeros encuentros de este nivel sinAngela Merkel tras 16 años en el poder.
Bruselas ha acogido con esperanza la nueva coalición en Berlín formada por socialdemócratas, verdes y liberales, ya que su programa de Gobierno es claramente europeísta, con tintes continuistas – Scholz fue vicecanciller y titula de Finanzas con Merkel-, pero también con nuevas oportunidades. “La política alemana no puede quedarse al margen de la política europea, sino que tiene que sentirse responsable para el progreso de Europa”, aseguró Scholz en una rueda de prensa con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y antes de reunirse con el presidente del Consejo, Charles Michel y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
El nuevo Gobierno alemán hace suyas las prioridades europeas en pos de la lucha contra el cambio climático (con una gran apuesta a favor de las renovables frente al modelo francés de energía nuclear) y la digitalización de la economía europea, sin olvidar la lucha contra la pandemia. En el resto de ámbitos, uno de los grandes interrogantes reside en hasta qué punto Berlín aflojará su obsesión por mantener a raya el déficit público, una vez se reactiven las reglas fiscales en 2023, que han estado en barbecho estos años, ante la necesidad de inyectar dinero público de forma masiva para salvar la economía en plena pandemia.
Otra de las grandes cuestiones será la posición de la Unión Europea en el incierto tablero internacional del siglo XXI. Casi todos los analistas coinciden en que la postura de la nueva coalición resulta más beligerante respecto a Pekín y Moscú que la siempre cauta Merkel, lo que puede hacer que la sintonía con la Francia de Emmanuel Macron sea mayor que en el pasado. La primera prueba de fuego puede llegar ante la respuesta a Rusia, si el Kremlin acaba anexionándose parte del territorio ucraniano, tal y como teme Washington ante el masivo despliegue de tropas en las fronteras. Tanto EE UU como la UE están estudiando sanciones económicas que golpeen fuertemente a Moscú a niveles nunca vistos, pero en el pasado la fuerte dependencia energética de algunos países europeos respecto a Rusia ha hecho que finalmente la ofensiva haya sido mucho más dulce de lo previsto inicialmente.
Se espera que el lunes las capitales europeas activen sanciones contra Wagner, una red de mercenarios que está presuntamente vinculada al Kremlin y que opera como un grupo paramilitar en zonas de influencia clave como Ucrania, Siria, Libia y el Sahel. Bruselas cree que este grupo está financiado por oligarcas próximos a Vladimir Putin, aunque Moscú lo niega.
“Queremos garantizar una Unión Europea fuerte y soberana, y eso significa que necesitamos una estrategia estrechamente coordinada en lo que respecta a la política exterior”, explicó el nuevo canciller “La gran ambición ahora es garantizar que la seguridad y la defensa en Europa pueden tener éxito, y también que no se tolerará ninguna amenaza contra un país individual. Estamos profundamente preocupados por los acontecimientos que se están produciendo a lo largo de la frontera entre Ucrania y Rusia”, aseguró ayer Scholz que, sin embargo, evitó pronunciarse sobre si estas sanciones podrían también abarcar al polémico gasoducto Nord Stream II.
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