China
China guarda silencio ante la incursión de Rusia
Pekín se mantiene al lado de su aliado moscovita en el Consejo de Seguridad, pero pide resolver el conflicto
En el conflicto ruso-ucraniano, un país está del lado de Rusia: China. Aun así, el gigante asiático se mantiene cauteloso después de que Vladimir Putin anunciara el envío de tropas a dos regiones separatistas del Este de Ucrania. “Todas las partes implicadas deben actuar con moderación y evitar cualquier acción que pueda alimentar las tensiones”, subrayó Zhang Jun, embajador de China ante la ONU.
Mientras que Estados Unidos, la Unión Europea y sus aliados apoyan firmemente a Ucrania en su enfrentamiento con Rusia, China ha optado por mantener una posición de balanza, apelando a la moderación y asegurando que deben respetarse las legítimas preocupaciones de Moscú en materia de seguridad. Al tiempo que guarda silencio diplomático sobre las últimas acciones rusas, ha esquivado las preguntas sobre la decisión de Putin de declarar las repúblicas de Lugansk y Donetsk como estados independientes y soberanos.
Una “solución diplomática”
En una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU en Múnich, el embajador de China ,Zhang Jun, en un ejercicio de neutralidad diplomática insistió en la necesidad de buscar una solución a la crisis y llamó a los países a resolver las disputas internacionales por medios pacíficos, de acuerdo con los propósitos y principios de la Carta de la ONU. ”Alentamos todos los esfuerzos para que las partes implicadas continúen el diálogo y busquen soluciones razonables para abordar las preocupaciones de cada uno sobre la base de la igualdad y el respeto mutuo”, apuntó Zhang. Al margen de la reunión de emergencia, el Secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, se citó con el Ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi. El ministro chino no respaldó ni criticó las acciones de Rusia, sino que pidió que se respetaran las preocupaciones rusas en materia de seguridad y achacó el deterioro de la situación al incumplimiento del Acuerdo de Minsk, un pacto entre Kiev y los rebeldes supervisado por los miembros del Formato Normandía, Francia, Alemania, Rusia y Ucrania. ”China seguirá manteniendo contactos con todas las partes en función del contexto”, aseguró Wang. “La situación en Ucrania está empeorando. China apela una vez más a todas las partes para que actúen con moderación, reconozcan la importancia de aplicar el principio de indivisibilidad de la seguridad, suavicen la situación y resuelvan las diferencias mediante el diálogo y la negociación.”
El ministro aprovechó la ocasión para arremeter contra la Alianza Atlántica. “La OTAN es el resultado de la Guerra Fría”, dijo. “Esta guerra hace tiempo que terminó. ¿Contribuiría la expansión de la OTAN hacia el Este a mantener la paz y la estabilidad duradera en Europa? Esta es una cuestión sobre la que nuestros amigos europeos deberían reflexionar seriamente”, concluyó el ministro.
Alianza Sino-Rusa
Hace quince días, en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín, Putin se encontró con su buen amigo Xi Jinping. Las olimpiadas han concluido, pero la alianza geoestratégica entre ambos se ha fortalecido cada vez más.
Este frente sino-ruso preocupa a Occidente, especialmente a los estadounidenses, que ven en esta coalición una oportunidad para que las dos potencias impongan sus modelos autoritarios.
Ambos hacen frente común en la oposición a la posible expansión de la OTAN en las antiguas repúblicas soviéticas y en las reivindicaciones de China sobre Taiwán. Ambos han reforzado sus lazos en los últimos años y se han convertido en socios económicos activos. El comercio entre China y Rusia ha pasado de 10.700 millones de dólares en 2004 a 140.000 millones en 2021, según el centro de estudios Carnegie Moscow Center.
Los dos líderes firmaron un acuerdo a largo plazo para enviar petróleo y gas ruso a China por valor de 117.000 millones de dólares, que permite a Moscú mitigar las posibles consecuencias de las amenazas de Estados Unidos de detener el gasoducto Nord Stream 2 desde Rusia a Europa si se produce una invasión.
Cabe además recordar que el 21 de mayo de 2014, apenas dos meses después de la anexión de Crimea por parte de Rusia, Putin protagonizó un auténtico golpe de efecto al firmar un histórico acuerdo de gas con China por valor de 400.000 millones de dólares, durante un periodo de treinta años. Aunque las negociaciones comenzaron mucho antes de la incursión rusa en Ucrania, este contrato marcó un importante punto de inflexión estratégico.
Pekín ha tratado de mantenerse en la línea de Ucrania. Por un lado, se ha puesto del lado de Rusia, culpando a la expansión de la OTAN de causar la crisis y alegando que las predicciones de Estados Unidos sobre una inminente invasión la están agravando. Por otro lado, especialmente cuando el riesgo de conflicto militar ha aumentado, ha pedido diplomacia en lugar de guerra.
Pero Ucrania es un país amigo de Pekín, con importantes relaciones comerciales entre ambos. Los ucranianos forman parte de las Nuevas Rutas de la Seda, un proyecto político y económico que es uno de los grandes ejes de la presidencia de Xi Jinping. Un conflicto armado podría poner en peligro parte de la infraestructura que debería reforzar los vínculos comerciales entre China y Europa.
Por último, por las mismas razones comerciales, China no quiere verse arrastrada a un conflicto que podría afectar a sus ya complicadas relaciones con Estados Unidos y la Unión Europea.
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