Reino Unido
Boris Johnson bloquea la moción de censura presentada por la oposición laborista
Los ‘tories’ realizan este martes la primera criba entre la docena de candidatos para reemplazar al ‘premier’ en funciones
La ruptura de convenciones es lo que ha marcado todo el mandato de Boris Johnson y la ambición rubia está dispuesto a dejar su impronta hasta el final. El aún primer ministro británico tomó este martes la decisión, sin precedente alguno, de impedir que la Cámara de los Comunes vote la moción de censura presentada por la oposición laborista para sacarle inmediatamente de Downing Street. Según Erskine May, la biblia del procedimiento parlamentario, el Gobierno “debe encontrar tiempo para debatir sin demora” este tipo de procedimiento. Pero, una vez más, Johnson se salta las reglas.
La semana pasada, el excéntrico político se vio obligado a dimitir como líder del Partido Conservador tras un motín de sus propias filas. En circunstancias normales, tal y como pasó con Theresa May, el inquilino del Número 10 se queda hasta que el partido elija a un sucesor a fin de no dejar al Gobierno huérfano durante las semanas que duran las primarias. Sin embargo, Johnson se ha convertido en una figura que genera tanta desconfianza que la oposición quiere que sea otro quien se quede como primer ministro en funciones.
Un portavoz del Ejecutivo explicó que le habían dado a los laboristas la opción de presentar una moción de censura directa al Gobierno, pero no una sobre el propio primer ministro. “Como está en marcha un proceso de liderazgo, no creemos que este sea un uso valioso del tiempo parlamentario. Si los laboristas modifican su moción de manera apropiada, pueden tener el siguiente día hábil [refiriéndose a este miércoles] para debatirla”, insistió.
La oposición laborista denunció que la decisión viola la convención parlamentaria. “Este Gobierno está asustado. Una vez más, los conservadores están cambiando las reglas para proteger a sus propios compañeros dudosos. Todos los candidatos al liderazgo tory deberían denunciar este flagrante abuso de poder para proteger a un primer ministro desacreditado”, señaló un portavoz.
De haber sido votada, la moción laborista habría obligado a los colegas de partido de Johnson o bien a apoyar al Ejecutivo o a votar en su contra. Si la votación hubiera prosperado, quedaría abierta la puerta a unas nuevas elecciones generales, o la reina Isabel II podría invitar a otra persona a formar Gobierno.
Algunos diputados conservadores temen que oponerse ahora al Ejecutivo en funciones de Johnson podría derivar en unos comicios generales en un momento en que la economía está en caos, a los tories no les va bien en las encuestas y están tratando de encontrar nuevo dirigente, por lo que se arriesgarían a perder la amplia mayoría que lograron en las elecciones de 2019.
El líder laborista, Keir Starmer, ya avisó previamente de que presentaría esta moción con el fin de evitar “este sinsentido (de Johnson) de aferrarse al poder durante unos meses”. Lamentó la pasada semana que el aún jefe del Ejecutivo interino “ha infligido mentiras, fraude y caos en el país”.
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