Rearme

Putin apunta a Occidente con su nueva doctrina naval

El presidente ruso fija nuevas «líneas rojas» en los mares Negro, Báltico y Ártico y equipa con misiles hipersónicos a su Ejército

Según la nueva doctrina naval rusa, los intereses nacionales de Rusia como «gran potencia marítima» se extienden a todos los océanos de mundo. Áreas como Azov y el mar Negro, así como la parte oriental del mar Mediterráneo y partes del océano Ártico se definen como de vital importancia o importantes para Rusia.

Una de las prioridades rusas es convertirse en uno de los líderes en exploración y explotación de los recursos del territorio ártico, especialmente de la plataforma continental rusa, a lo que aspiran otros países como Estados Unidos, Canadá, Noruega o Dinamarca.

La doctrina define el «curso estratégico de Estados Unidos hacia la dominación global en los océanos» como la mayor amenaza para los intereses nacionales y el desarrollo sostenible de Rusia, así como sus «esfuerzos para limitar el acceso de Rusia a los recursos del océano y las rutas marítimas». La lista de peligros y desafíos a Rusia también incluye las disputas territoriales en la zona de los intereses geopolíticos de Rusia, los intentos de controlar los pasos marítimos, el avance de la infraestructura militar de la OTAN hacia las fronteras rusas y el aumento de la presencia naval extranjera en el Ártico. El documento menciona la falta de bases navales como uno de los factores limitantes para la posición global de Rusia.

El texto subraya el derecho indiscutible de Rusia a tener presente su armada militar en las áreas de sus intereses nacionales. Sus objetivos estratégicos incluyen el desarrollo de Rusia como «una gran potencia marítima» y el desarrollo de su capacidad para proteger sus intereses nacionales.

En el mar Negro, por ejemplo, busca fortalecer sus intereses geopolíticos con la construccion de una nueva planta de producción planificada en Sebastopol, en la Crimea ocupada. En el Mediterráneo, nombra entre sus objetivos la cooperación con Siria, así como ayudar a detener los conflictos regionales.

Según el portal de la oposición rusa Medusa, hablando en el desfile naval militar en San Petersburgo con motivo del Día de la Marina, el jefe del Kremlin indicó que el documento describe «abiertamente» «fronteras y zonas» de los intereses nacionales de Rusia, cuya protección la Federación Rusa garantizaría «firmemente y por todos medios».

Putin elogió al zar Pedro el Grande por convertir a Rusia en una gran potencia marítima en el siglo XVIII y anunció que los misiles supersónicos Zircon, para los cuales «no existen barreras», se entregarían a sus buques de guerra en unos meses. La fragata «Almirante Gorshkov» será la primera en estar equipada con los misiles. Rusia realizó varios lanzamientos de prueba durante el último año. También se planea la construcción de una instalación de fabricación de naves en el Lejano Oriente con la capacidad de construir portaaviones. Actualmente, Rusia tiene un portaaviones, mientras que Estados Unidos cuenta con once.

En concreto, la doctrina destaca el interés en incrementar la cooperación militar-naval con la India, Irán, Arabia Saudí e Irak. Y es que Rusia intenta desde hace años encontrar alternativas estratégicas a sus tradicionales socios europeos. La Armada rusa, que abandonó en 2001 su base en Cuba (Lourdes) y en 2004 la de Vietnam (Cam Ranh), reanudó en 2008 las patrullas por todo el mundo, incluido las zonas de responsabilidad de la OTAN.

Ucrania no se menciona en la doctrina, pero, incluso antes de la invasión, Rusia usó su armada para asfixiar la economía ucraniana al bloquear las rutas marítimas a lo largo de la costa, así como el paso al mar de Azov. Ningún barco importante de la OTAN estaba presente en el mar Negro en el momento de la invasión, ya que los aliados buscaban minimizar el riesgo de involucrarse en la guerra que se avecinaba. La armada ucraniana ya se vio gravemente debilitada en 2014. Su única fragata estaba en reparación cuando Rusia invadió Ucrania en febrero.

La armada rusa ha estado involucrada activamente en su invasión de Ucrania con sus barcos bombardeando el puerto de Mariupol durante el asedio que duró casi tres meses. Después de la caída de la ciudad, Rusia celebró la conversión «de facto» del mar de Azov en su lago interior.

La presencia de sus buques de guerra fue una amenaza constante para Odesa y otros puertos en los primeros meses de la invasión, temiéndose un intento de desembarco. Sus buques de guerra y submarinos están equipados con misiles «Kalibr» de largo alcance que atacan regularmente objetivos en toda Ucrania.

La Armada rusa ha perdido varios de sus barcos, sin embargo, la pérdida de su buque insignia del mar Negro, el «Moskva», uno de los dos únicos cruceros que tenía, siendo la más dolorosa. Ucrania supuestamente usó sus misiles anti-marina «Neptun» en una elaborada operación para hundir el simbólico buque, mientras que Rusia negó el ataque ucraniano. El destino de parte de su equipo sigue sin estar claro. Varios marineros siguen desaparecidos mientras sus familiares intentan llegar a conocer la verdad.

La armada rusa también se vio obligada a abandonar la Isla de las Serpientes, la pequeña isla cerca del estuario del Danubio, después de que Ucrania usó artillería y aviación para hundir varios barcos pequeños rusos cerca de ella. La presencia de sistemas efectivos de misiles anti-marina en la costa de Ucrania parece actuar como un elemento disuasorio que mantiene a los barcos rusos en su mayoría en una zona segura, a lo largo de la costa de Crimea. Ademas, Turquía, actuando al amparo de la Convención de Montreux de 1936, bloqueó el paso por los estrechos del Bósforo y los Dardanelos a todos los barcos rusos que no tuvieran base en el mar Negro, impidiéndole reforzar su flota en la zona con buques de guerra adicionales.

Aun así, la presencia rusa en el mar Negro sigue siendo considerable. Ayer, 14 buques de guerra rusos estaban en mar abierto con 32 misiles «Kalibr» a bordo.

Mientras tanto, se canceló un desfile de la marina ruso en Sebastopol el domingo después de que las autoridades locales de Crimea notificaran el mismo día del presunto ataque con aviones no tripulados a la sede de la Marina, que, según informaron, hirió a cinco personas. El Ejército ucraniano ha negado haber llevado a cabo dicho ataque.