Espionaje

Polémica en Reino Unido por la utilización de drones chinos por parte de la Policía

El uso de estos aparatos ha hecho saltar las alarmas en Londres en medio de las crecientes preocupaciones sobre los intentos de Pekín de recopilar información sobre Occidente con "globos espías"

La Policía halló los cuerpos de las víctimas mortales el pasado viernes
Oficina de Scotland YardlarazonAgencia EFE

La ministra británica de Interior, Suella Braverman, ha instado a las fuerzas de seguridad a garantizar que “no haya ninguna interferencia de un estado extranjero” tras conocerse que más de dos tercios de los drones operados por la policía están fabricados por DJI, la empresa china que Washington ha puesto en su lista negra por el riesgo que representan para la seguridad nacional debido a sus supuestos vínculos con el Ejército del gigante asiático.

Según la ley que impera en China, las empresas deben “apoyar, ayudar y cooperar” con el trabajo de inteligencia estatal. Y en este sentido, DJI -que es líder mundial en su sector- también ha sido acusada de ayudar al gobierno de Xi Jinping con tecnología de vigilancia en campos de detención para musulmanes uigures.

Según un portavoz de Interior, la ministra responsable de la cartera tiene “preocupaciones sobre el uso de la tecnología china en Reino Unido y continuará trabajando para mantener a salvo a los británicos”.

La medida tiene lugar en plena disputa diplomática entre Estados Unidos y China después de que Washington haya acusado a Pekín de volar globos espía sobre su espacio aéreo. En la última semana, se han derribado cuatro objetos sospechosos. En este sentido, la Casa Blanca ha pedido a sus aliados, entre los que destaca el Reino Unido, que proporcionen cualquier detalle sobre objetos similares no identificados.

Si bien el premier Rishi Sunak asegura que la “era dorada” de las relaciones entre Londres y Pekín ha llegado a su fin, está bajo una presión cada vez mayor por parte de sus propias filas para que adopte una línea más dura con el gigante asiático. El próximo mes de marzo, Downing Street presentará la revisión de la llamada “Revisión Integrada”, donde definirá su política exterior y seguridad nacional. No obstante, pese a la presión de un sector importante de los diputados tories, no se espera que Sunak defina a China como una amenaza para el Reino Unido. En su lugar, se apostará por encontrar un “equilibrio” para tratar con un actor indiscutible de la economía global.

Esto podría ocasionar tensiones con Washington, que el pasado mes de octubre incluyó a DJI, una de las empresas de drones más grandes del mundo, en una lista negra de compañías con supuestos vínculos con el ejército chino.

Los datos de la policía del Reino Unido obtenidos bajo las leyes de libertad de información muestran que, al menos, 230 de los 337 drones operados por 37 fuerzas policiales son modelos suministrados por DJI, según publica The Telegraph. No obstante, once fuerzas se negaron a revelar las empresas que proporcionan sus drones, lo que sugiere que los números podrían ser mucho mayores.

Según el rotativo, los funcionarios del Gobierno británico están preocupados por las aplicaciones que ayudan a volar los drones DJI y procesan la información capturada por ellos ante la posibilidad de que puedan usarse para descargar datos confidenciales de los teléfonos de los operadores u otros dispositivos.

Los expertos de la industria también han afirmado que los drones que vuelan con cámaras han tomado fotografías de forma independiente sin la autorización del operador. Las imágenes solo se descubren después de acceder a su base de datos.

Richard Gill, ex oficial del ejército que fundó Drone Defence, dijo que era difícil entender por qué un dron debería capturar imágenes sin consentimiento.

Por su parte, Fraser Sampson, el comisionado de vigilancia designado por el Ministerio del Interior, ha solicitado que se revisen los contratos en medio de preocupaciones de que podrían representar un riesgo para la seguridad nacional. “Estoy planteando preguntas sobre qué tipo de diligencia realizaron las fuerzas policiales para asegurarse de que no hay riesgo para la seguridad de los datos. Y las respuestas que estoy obteniendo son un poco preocupantes”, matiza.

La diputada conservadora Alicia Kearns, quien preside el comité de asuntos exteriores en la Cámara de los Comunes, dijo que se debería prohibir a China el acceso a estos sistemas críticos del Reino Unido, y agregó: “Cuando tienes un estado hostil tratando de extraer nuestros datos, debes asegurarte de que la seguridad nacional sea la lente a través de qué se considera cada parte de la contratación pública”.