La fuerza aérea rumana despliega dos F-16 al detectar drones rusos cerca de su frontera

Dos aviones de combate F-16 de las fuerzas aéreas rumanas fueron activados la noche del domingo después de que las autoridades detectaran drones rusos en ataques contra objetivos ucranianos cerca de la frontera fluvial con Rumanía. Así lo informó este lunes el Ministerio de Defensa Nacional de Rumanía en un comunicado, en el que condena enérgicamente los ataques rusos contra infraestructura civil en Ucrania.

Según la declaración oficial, las fuerzas rusas lanzaron drones contra objetivos civiles e infraestructura en el territorio ucraniano cercano a la frontera rumana. La situación motivó la activación de los cazas rumanos, que despegaron desde la Base Aérea 86 de Borcea, en el sureste del país, poco antes de la medianoche.

La alerta aérea, que duró aproximadamente una hora, no registró violaciones del espacio aéreo rumano. Sin embargo, el ejército rumano ha movilizado a sus unidades para realizar una vigilancia exhaustiva en las zonas limítrofes y detectar cualquier posible resto o impacto de drones en su territorio.

“El Ministerio de Defensa Nacional reitera su enérgico mensaje de condena a estos ataques llevados a cabo por la Federación Rusa contra objetivos civiles e infraestructuras ucranianas, que son injustificados y están en grave contradicción con las normas del derecho internacional”, subrayó el comunicado.

Incremento de la Presencia de la OTAN en Rumanía

En respuesta al creciente clima de tensión en la región, la OTAN ha intensificado su presencia en los países del este de Europa. En las últimas semanas, cazas F-18 Hornet del Ejército del Aire de España se han desplegado en Rumanía como parte de la misión de vigilancia aérea mejorada (eAP) de la alianza. Ocho aviones españoles participan en estas operaciones de refuerzo a las fuerzas aéreas rumanas, en un esfuerzo coordinado de la OTAN para fortalecer la seguridad en su flanco oriental y disuadir posibles incursiones en el espacio aéreo aliado.

Rumanía, país miembro de la OTAN, mantiene una estrecha vigilancia en su frontera con Ucrania desde el inicio de la invasión rusa, especialmente ante los ataques con drones que representan una amenaza cercana a su territorio. La situación actual subraya la preocupación de Bucarest y sus aliados de la OTAN sobre los riesgos de escalada en la región y la seguridad en el este de Europa, mientras los ataques rusos continúan en zonas adyacentes a las fronteras de la alianza occidental.

Con información de EFE