La visita este domingo del ministro del gabinete de guerra israelí, Benny Gantz, a Washington, que ha enfurecido al primer ministro, Benjamin Netanyahu, según múltiples fuentes, indica que Gantz ocupa un lugar especial en los corazones y mentes de la Administración de Joe Biden. Si no por sus propias virtudes, sí como contraste a las reacciones que despierta el actual mandatario. A tres años de tensión y poca confianza por parte de Washington, se han sumado cinco meses de guerra que, con seguridad, no han mejorado la imagen de Netanyahu a sus ojos.

En marzo de 2023, las tensas relaciones se debieron a que Netanyahu trataba de debilitar el sistema democrático israelí con su reforma judicial. En marzo de 2024, se debe a su gestión de la guerra.

Pero también fue motivo de discordia la no invitación explícita de la Casa Blanca a Netanyahu en cuanto éste asumió el cargo en su presente término. Y tampoco muchos meses después. Sin embargo, Gantz ha recibido invitaciones a la Casa Blanca en diversas ocasiones, como ésta, y también a reuniones con altos cargos, como la vicepresidenta Kamala Harris y el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, en este caso.

Los analistas recuerdan que el reglamento gubernamental israelí establece que los viajes oficiales de los ministros al extranjero sólo pueden realizarse con la aprobación del primer ministro y con el conocimiento del gabinete y también dicen que los planes del ministro Benny Gantz de visitar Washington y Londres se organizaron a espaldas de Netanyahu y sin su autorización.

El hecho de que Gantz hiciera esto, sacan punta los observadores, muestra cuán tensas se encuentran las relaciones entre ellos. Y más, tratándose de un exgeneral que, si de algo sabe, es de jugar en equipo y seguir el reglamento. Este general en particular. Lo cierto es que este desmarque de Gantz sucedió al tiempo que el ministro de Defensa, Yoav Gallant, convocaba una rueda de prensa sobre el peliagudo asunto de convocar a filas a los ultraortodoxos, y también lo hizo a espaldas de Netanyahu.

La distancia que EEUU está tomando de Israel se ha visto en los últimos días también con la ayuda humanitaria que está lanzando desde el aire en cooperación con Jordania a los habitantes de Gaza, cuyos niveles de desesperación por la falta de comida, agua y medicamentos están llegando a cotas no conocidas antes en este lado de la tierra.

Israelíes de diferentes ámbitos de la vida pública están llamando la atención sobre esto, el último, el jefe del Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria, el profesor Roni Strier, quien está pidiendo un alto el fuego en la franja por la terrible situación humanitaria.

Mientras, escalada en el norte

Este lunes murió un trabajador indio en la comunidad israelí de Margalit, y otros siete trabajadores extranjeros resultaron heridos, dos de ellos de gravedad, por misiles antitanque lanzados desde el sur del Líbano. Casi de inmediato, el Ejército israelí bombardeó la que dijeron ser la lanzadora de donde salieron los misiles, que pertenecía, según el comunicado, a la organización chiita libanesa proiraní Hizbulá, que ataca Israel desde el 8 de octubre, un día después de que comenzara la actual guerra entre Israel y Hamás en Gaza.

Israel entrega paquetes con alimentos en Gaza

En los últimos días, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han estado entregando paquetes de alimentos a los palestinos que evacuan de la zona de Jan Yunes, antes del mes de ayuno del Ramadán, según informó el Ejército israelí.

Los paquetes incluyen productos alimenticios básicos como harina, trigo, aceite, azúcar, té y dátiles, así como una tarjeta de felicitación con un verso coránico, según explican los militares, que señalan que esta medida tiene como objetivo abrir una brecha entre la población civil y Hamás.

Unos 8.500 palestinos han sido evacuados del complejo residencial Hamad Town en Jan Yunes, en el sur de Gaza, durante el último día, y las FDI dijeron que más de 80 sospechosos de terrorismo fueron capturados escondidos entre ellos.

Hasta el momento, más de 1.200 sospechosos de terrorismo han sido capturados en el área de Jan Yunes durante la ofensiva terrestre que comenzó a finales de octubre.

Negociaciones

Con respecto a las conversaciones para una tregua, el miembro del politburó de Hamás, Basim Naim, dijo en una entrevista difundida por BBC que su organización no puede darle a Israel la lista de rehenes vivos que solicita porque ellos mismos no saben quiénes están vivos ni dónde están todos los rehenes. “Técnica y prácticamente, ahora es imposible saber exactamente quién sigue vivo y quién ha muerto a causa de los bombardeos israelíes o quién ha muerto de hambre a causa del bloqueo israelí".

Añadió que los rehenes “están en diferentes zonas con diferentes grupos y por eso hemos pedido un alto el fuego para poder recoger los datos”.

Poco tiempo después, Hamás comunicó a la Arab World Press haber entregado una lista con los criterios de los prisioneros palestinos que quiere ver liberados en el próximo canje, no los nombres, y zanjó el comunicado con: “La pelota está en el tejado de Israel”.