Aranceles
La guerra comercial complica las negociaciones en la OTAN para incrementar el gasto en Defensa
Rutte defiende a Trump y dice que no ha socavado los compromisos de defensa colectiva
Puede que ningún secretario general de la OTAN lo haya tenido tan difícil durante la historia de la organización como el actual, Mark Rutte. Y puede también que las relaciones entre Estados Unidos y sus socios europeo nunca hayan sido tan tensas.
La guerra arancelaria desatada por Trump esta semana no solo va a poner contra las cuerdas las relaciones comerciales y económicas entre los dos bloques sino que también ha comenzado a afectar un capítulo tan delicado como la seguridad colectiva.
Se espera que en la cumbre de la OTAN que se celebrará en la Haya (Países Bajos) los días 24 y 25 de junio se establezca una nueva meta de gasto en Defensa. Según fuentes aliadas, oscilaría entre el 3 y 3,5%, aunque el secretario de Estados estadounidense, Marco Rubio, aseguró este pasado jueves durante lareunión con sus homólogos de la Alianza que debía ascender hasta el 5%. Conseguir esta nuevo objetivo se antojaba casi imposible para muchos socios europeos, pero ahora parece un delirio si la guerra comercial hiere económicamente a la mayoría de los socios de la OTAN. Según los cálculos de Bruselas, el impacto podría ser de 81.000 millones de euros al año para la UE.
Mientras las bolsas de todo el mundo registraban números rojos, el secretario general se ha visto obligado a defender casi lo imposible. “Siempre puede ser un problema que el dinero que esperas puede que no esté por la inflación o por el hecho de que el PIB no está creciendo como esperabas en el pasado, o lo que estaba previsto, pero esto es política nacional y los políticos tienen que dirigir y esto es lo que estamos haciendo”, ha explicado ante la insistencia de los periodistas para después apostillar que “no creo que ayude a la Alianza comentar algo que no es realmente parte de la Alianza”.
Pero no solo se trata de dinero. También de confianza y de los consensos vigentes desde hace décadas. El artículo 2 del Tratado de Washington, el texto fundacional de la Alianza asegura quelos aliados “tratarán de eliminar conflictos en sus políticas económicas internacionales y estimularán la colaboración económica entre varias o todas las Partes”. El secretario general se ha visto obligado a contestar si Estados Unidos está violando este Tratado con esta guerra arancelaria sin cuartel. Rutte ha vuelto a evitar cualquier crítica a Donald Trump. “En el pasado hemos visto muchas diferencias y peleas por aranceles, esto ha pasado antes sin que sea una violación del artículo 2”, ha replicado.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio también ha intentado minimizar las consecuencias económicas. Al término de la reunión de dos días con sus socios de la organización militar, Rubio ha asegurado que “no, las economías no se están desplomando. Los mercados están reaccionando a un cambio drástico en el orden global, en términos de comercio y solo necesitan conocer las reglas”.
Para Rubio se tratan de consecuencias temporales .“Lo que está ocurriendo es muy sencillo. Si una empresa fabrica muchos de sus productos en China y de repente los accionistas o quienes operan en la bolsa se dan cuenta de que producir en China costará mucho más, sus acciones bajarán”, ha explicado. Según el jefe de la diplomacia estadounidense “los mercados se están desplomando porque se basan en las acciones de empresas que hoy en día están inmersas en los modos de producción perjudiciales para Estados Unidos”. Según el secretario, cuando los mercados entiendan las nuevas reglas “se ajustarán”.
Pero muchos socios de la Alianza no comparten las palabras de Rutte y de Rubio. Según la ministra finlandesa de Exteriores, Elina Valtonen, resulta “extremadamente importante” evitar en el seno de la OTANel daño al libre comercio.Canadá también se ha quejado amargamente. “Somos los principales clientes de Estados Unidos, compramos más que Reino Unido, Francia, China y Japón juntos. Cuando tratas a tu mejor clientes de la forma de la que hemos sido tratados quiere decir que quieres cambiar la forma en la que operas”, ha lamentado la ministra de Exteriores, Mélanie Joly.
Se esperaba que la visita de Rubio a la organización militar sirviera para despejar los interrogantes sobre la permanencia de Estados Unidos en la OTAN y despejara el camino de cara a la cumbre de junio. Pero la guerra comercial ha levantado una nueva brecha que se une a las declaraciones anexionistas de Trump sobre Groenlandia y a las negociaciones entre Rusia y Ucrania sin contar con la Unión Europea.