EE UU
De Irán a Camboya: las siete guerras a las que Donald Trump asegura haber puesto fin
El presidente de EE UU ha reivindicado frente a la ONU el papel de su Administración a la hora de solventar conflictos internacionales
"¿Cuál es la utilidad de Naciones Unidas?", en torno a esta premisa, Donald Trump desarrolló gran parte de su intervención en la Asamblea General de la ONU el pasado martes. El polémico presidente estadounidense se mostró muy crítico contra los organismos multilaterales, mientras reivindicaba la gestión de conflictos internacionales por parte de su administración.
Trump -quien inauguró su segundo mandato en enero de 2025- afirmó ante los líderes internaciones presentes en la sala que en tan solo unos meses había logrado poner fin a siete guerras, una labor por la que, de nuevo según el republicano, "todo el mundo"estaría pidiendo que le concedan el Premio Nobel de la Paz.
"Es una lástima que tuve que hacer estas cosas en lugar de que las hiciera la ONU. Y tristemente, en todos los casos, Naciones Unidas ni siquiera intentó ayudar en ninguno de ellos. Terminé siete guerras, traté directamente con los líderes de cada uno de estos países, y ni siquiera recibí una llamada telefónica de la ONU ofreciendo ayuda para cerrar los acuerdos", sostuvo el republicano.
En una publicación posterior, el Departamento de Estado de EE UU, detalló los conflictos a los que había hecho referencia Trump: Camboya y Tailandia, Kosovo y Serbia, República Democrática del Congo y Ruanda, Pakistán e India, Egipto y Etiopía, y Armenia y Azerbaiyán, e Israel e Irán. No obstante, los logros del presidente han sido ampliamente cuestionados, ya que si bien la mediación de la Casa Blanca en ocasiones ha permitido poner fin al intercambio de ataques o abrir vías hacia la paz, los acuerdos a menudo parecen frágiles.
1. Camboya y Tailandia
La disputa territorial entre Tailandia y Camboya se remonta a varias décadas, cuando se trazaron las fronteras de ambas naciones. No obstante, las hostilidades se reactivaron a finales de julio, cuando ambos países se acusaron mutuamente de abrir fuego en las inmediaciones de un templo reclamado por los dos.
Tras cinco días de enfrentamientos -que dejaron 35 muertos y cerca de 300.000 desplazados-, los países asiáticos sellaron un alto el fuego incondicional, mediado en gran medida por Malasia. Por su parte, Donald Trump habría mantenido conversaciones telefónicas con el líder camboyano, Hun Manet, y con el primer ministro en funciones de Tailandia, Phumtham Wechayachai, en las que habría presionado para alcanzar la tregua a cambio de continuar con las negociaciones comerciales.
2. Kosovo y Serbia
La guerra entre Kosovo y Serbia estalló en 1998 y concluyó oficialmente en 1999, después de que la OTAN bombardeara Belgrado para forzar el final del conflicto. En 2008 Kosovo declaró su independencia de manera unilateral y, desde entonces, se han registrado episodios puntuales de tensión, como el ocurrido en 2020, resuelto con la firma de un acuerdo de normalización económica en la Casa Blanca, en el que el gobierno de Trump habría mediado.
En junio de este año, Trump recurrió de nuevo a sus redes sociales para afirmar: "Serbia y Kosovo iban a enfrentarse, iba a ser una gran guerra. Les dije que, si se enfrentan, no hay comercio con Estados Unidos. Dijeron: 'Bueno, quizá no nos enfrentemos'", sin aportar más detalles.
3. República Democrática del Congo y Ruanda
Ambos países africanos arrastran décadas de enfrentamientos, aunque en 2021 el conflicto se recrudeció con la intervención del grupo rebelde M23, financiado por el gobierno de Ruanda. En 2025 las hostilidades continuaron, ante lo cual Donald Trump invitó a los ministros de Exteriores de ambos países a la Casa Blanca para firmar un nuevo acuerdo en junio del mismo año, con el objetivo de poner fin al conflicto y facilitar el acceso de EE UU a minerales críticos de la región. Sin embargo, el pacto no incluyó al grupo rebelde, y se tiene constancia de que sobre el terreno persisten los combates.
4. India y Pakistán
Otro de los conflictos que marcó la agenda internacional fue el enfrentamiento entre India y Pakistán por la región de Cachemira. Tras cuatro días de escalada entre dos potencias nucleares, Islamabad y Nueva Delhi acordaron el 10 de mayo un alto el fuego inmediato, después de intensas conversaciones en las que EE. UU. habría estado implicado. No obstante, el papel de la administración Trump es motivo de disputa: mientras Pakistán llegó a nominar al presidente estadounidense al Nobel de la Paz, India aseguró que su participación no había tenido efecto alguno.
5. Egipto y Etiopía
Nunca se llegó a declarar una guerra entre ambos países, aunque desde 2022 sus relaciones se deterioraron debido a la construcción y gestión de la Gran Presa del Renacimiento Etíope. Si bien en el pasado EE UU estuvo implicado en conversaciones de paz relacionadas con la presa, el propio Trump reconoció recientemente que seguía siendo "un gran problema".
6. Armenia y Azerbaiyán
El 8 de agosto, los líderes de Armenia y Azerbaiyán firmaron en la Casa Blanca un acuerdo promovido por Donald Trump, que establecía una hoja de ruta para poner fin a cuatro décadas de enfrentamientos. "Armenia y Azerbaiyán se comprometen a cesar los combates de forma definitiva, abrir el comercio, permitir los viajes, restablecer relaciones diplomáticas y respetar la soberanía y la integridad territorial mutua", declaró Trump en presencia del presidente de Azerbaiyán y del primer ministro de Armenia.
Ambas naciones han estado enfrentadas por el conflicto de Nagorno Karabaj, que estalló tras la disolución de la Unión Soviética en 1991. Desde entonces se han sucedido momentos de tensión, enfrentamientos a gran escala e incluso periodos de paz.
7. Israel e Irán
En junio de este año, Israel e Irán se vieron envueltos en un intercambio de ataques que posteriormente fue bautizado como la guerra de los 12 días. EE UU participó directamente bombardeando posiciones estratégicas iraníes con misiles antibúnker que Tel Aviv no poseía. Mientras el primer ministro Israelí, Benjamin Netanyahu, agradeció la intervención de Trump, el líder iraní, Ali Jamenei, cuestionó su impacto real. Si bien por el momento los ataques entre ambos países han cesado, el conflicto en una región ya inestable, se considera latente.