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Greta Thunberg

Israel acusa a Greta Thunberg de "mentiras descaradas" sobre su trato: "Curiosamente se niega a acelerar su deportación"

El gobierno israelí desmiente las acusaciones de malos tratos a la activista sueca y afirma que ella y otros detenidos han rechazado acelerar su deportación, mientras crece la preocupación internacional

El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí aseguró que "todos los derechos legales de los detenidos se respetan plenamente" ASSOCIATED PRESSAP

El gobierno israelí ha calificado como "mentiras descaradas" las acusaciones de que la activista climática Greta Thunberg y otros detenidos de la flotilla de ayuda a Gaza fueron maltratados durante su custodia.

A través de un comunicado en la red social X, el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí aseguró que "todos los derechos legales de los detenidos se respetan plenamente" y sugirió que Thunberg y otros activistas están alargando voluntariamente su estancia al "negarse a acelerar su deportación".

Estas declaraciones oficiales contrastan radicalmente con los testimonios de varios activistas que fueron deportados a Turquía el pasado sábado 4 de octubre. Ersin Celik, periodista turco y participante en la flotilla Sumud, declaró a la agencia Anadolu que fue testigo de cómo las fuerzas israelíes "arrastraban a la pequeña Greta por el cabello ante nuestros ojos, la golpeaban y la forzaban a besar la bandera israelí". Otras versiones coinciden en que Thunberg fue envuelta en una bandera de Israel y exhibida "como un trofeo".

Reacciones internacionales y condiciones de detención

La situación ha generado una ola de reacciones internacionales. Colombia no solo ha condenado la intercepción de la flotilla, sino que ha dado un paso sin precedentes al expulsar a todo el cuerpo diplomático israelí y terminar su acuerdo de libre comercio con Israel. En Italia, un importante sindicato convocó una huelga general en señal de protesta, mientras que en ciudades de todo el mundo, desde Barcelona hasta Karachi, miles de personas han salido a las calles para mostrar su solidaridad con los activistas y con la población de Gaza.

La controversia se originó cuando la marina israelí interceptó en aguas internacionales a la flotilla humanitaria Global Sumud, compuesta por unos 40 barcos y cerca de 450 activistas que intentaban romper el bloqueo naval sobre Gaza para entregar ayuda. Israel justificó la acción argumentando que los barcos se aproximaban a "una zona de combate activa" y violaban un "bloqueo naval legal". Los organizadores de la flotilla, por el contrario, denunciaron la operación como un "asalto ilegal" a humanitarios desarmados.

Más allá del caso de Thunberg, múltiples detenidos han descrito condiciones de reclusión abusivas. La organización de derechos humanos Adalah informó que los activistas fueron obligados a permanecer arrodillados con las manos atadas con bridas durante horas, se les negó medicación y se les impidió comunicarse con sus abogados. La activista turca Aycin Kantoglu relató haber visto en la prisión habitaciones manchadas de sangre y a "madres escribiendo el nombre de sus hijos en las paredes". Ikbal Gurpinar, presentador de TV turco, asegura que "pasamos tanta hambre y sed que acabamos bebiendo agua del inodoro".

Hasta el momento, Israel ha deportado a un número significativo de los detenidos. Un primer grupo de 137 activistas, que incluía a ciudadanos de Turquía, Estados Unidos, Italia y otros países, ya ha llegado a Estambul. No obstante, el Ministerio de Relaciones Exteriores israelí ha acusado a algunos activistas de "obstruir deliberadamente el proceso de deportación legal", una afirmación que los involucrados rechazan de plano.