Oriente Medio
Israel vuelve a bombardear la base nuclear de Isfahán mientras Estados Unidos dilucida su participación en la ofensiva
Tel Aviv asegura que sus ataques a Irán han retrasado "dos o tres años" su programa nuclear
Después de una jornada de menor intensidad en la ofensiva israelí -en comparación con días precedentes- y de protagonismo para la diplomacia, Tel Aviv volvió a bombardear una de las principales instalaciones nucleares del régimen, la de Isfahán. Entretanto -y a pesar de que antes del fin de semana el presidente estadounidense Donald Trump se marcaba un plazo máximo de dos semanas para decidir su participación en la guerra-, seis bombarderos estadounidenses B-2 Spirit -capacitados para destruir las instalaciones más subterráneas del programa nuclear en Fordo- han partido ya desde la base aérea de Whiteman, en Misuri, rombo a la isla de Guam, en el Pacífico occidental, lo que supone más presión para Teherán tras el ultimátum de la Casa Blanca.
El ataque contra Isfahán -el segundo desde el inicio de la ofensiva hace ocho días- formó ayer parte de una serie de operaciones nocturnas protagonizadas por medio centenar de aviones de combate israelíes contra decenas de objetivos situados dentro de Irán. El primero de los bombardeos contra Isfahán, ocurrido al comenzar la operación del Gobierno presidido por Benjamin Netanyahu y la inteligencia israelí contra el régimen de los mulás, afectó a varias secciones críticas, incluida la infraestructura de conversión de uranio y laboratorios. El de ayer tuvo como objetivo una "instalación de producción de centrifugadoras" y parte de la defensa aérea de las instalaciones. El daño ocasionado en la planta fue reconocido por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), vinculado a la ONU.
Simultáneamente, las fuerzas israelíes revelaban haber acabado entre el viernes y el sábado -en menos de 12 horas- con la vida de tres nuevos altos mandos militares de la teocracia chií, aunque Teherán no lo había confirmado al cierre de esta edición. Se trata del jefe de la división palestina de la Guardia Revolucionaria, Saeed Izadi, muerto según Israel en un ataque contra su apartamento en la ciudad de Qom. Según el titular israelí de Defensa Israel Katz, Izadi era uno de los responsables de financiar y organizar la incursión en suelo isarelí de Hamás el 7 de octubre de 2023.
Jameneí habría designado la terna de la que deberá salir su sucesor
Además, el Gobierno israelí había anunciado en la madrugada del sábado el asesinato de Amin for Judkhi, un "comandante de la segunda unidad de vehículos aéreos no tripulados de la Fuerza Aérea de la Guardia Revolucionaria" que "promovió cientos de lanzamientos de vehículos aéreos no tripulados" desde la zona de Ahvaz, en el suroeste de Irán, hacia Israel.
Entretanto, y a pesar de una retórica irredenta que permanece intacta, el Ministerio de Salud iraní confirmaba ayer la muerte de al menos 430 personas y que más de 3.500 han resultado heridas como resultado de ocho días de ataques israelíes en suelo iraní, donde no solo las FDI han descabezado a la cúpula militar y científica de la República Islámica sino que han procurado graves daños a la infraestructura nuclear y militar del régimen nacido en 1979.
En una información revelada por el medio estadounidense The New York Times, el líder supremo, el ayatolá Ali Jameneí, habría designado ya desde su refugio en Teherán la terna de la que deberá salir su sucesor. Esta semana el ministro israelí de Defensa, Israel Katz, habló abiertamente de la eliminación física del líder político y religioso del régimen desde 1989.