Diplomacia

Xi Jinping habla por teléfono con Zelenski sobre la guerra de Ucrania

El mandatario ucraniano asegura que la conversación "dará un fuerte impulso al desarrollo de nuestras relaciones bilaterales"

El presidente chino Xi Jinping
El presidente chino Xi JinpingMARK R. CRISTINOAgencia EFE

Volodimir Zelenski ha esperado los últimos 14 meses a que su homólogo chino, Xi Jinping, descolgara el teléfono. Por fin se ha abierto oficialmente una línea de diálogo al más alto nivel entre China y Ucrania desde el inicio de la invasión rusa , de modo que Pekín, que hasta ahora sólo había hablado con Vladimir Putin, puede desempeñar un papel decisivo en el esperado proceso de paz.

La cadena estatal china CCTV se hizo eco de la llamada del miércoles y aseguró que Xi transmitió a Zelenski que su país "siempre ha estado del lado de la paz y su posición central es promover las conversaciones en torno a la misma". Por otra parte, anunció que enviará a su Representante Especial para Asuntos Euroasiáticos a Ucrania y otros países para llevar a cabo una comunicación en profundidad con todas las partes sobre el arreglo político de la cuestión.

El presidente chino agradeció a la parte ucraniana su gran ayuda en la evacuación de ciudadanos chinos el año pasado e insistió en que “el respeto mutuo de la soberanía y la integridad territorial es el fundamento político de sus relaciones”.

"China no es la autora de la crisis en Ucrania, ni es parte en ella. Como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y potencia responsable, ni vamos a mirar el fuego desde el otro lado del río ni vamos a echar leña al fuego, ni vamos a aprovechar la oportunidad para obtener beneficios. Lo que estamos haciendo es abierto y legal. El diálogo y la negociación son la única salida viable”, defendió el mandatario chino.

Al abordar la cuestión nuclear, Xi explicó que en una guerra atómica no hay vencedores. Todas las partes implicadas deben mantener la calma y la contención, centrarse en el destino de sí mismas y de toda la humanidad, y gestionar y controlar conjuntamente la crisis", afirmó al respecto.

El régimen comunista está ansioso por asumir su papel pacificador lo antes posible, aprovechando el impulso que adquirió al interceder con éxito entre saudíes e iraníes. En las maniobras diplomáticas del Dragón, este tratará de preservar el régimen de Putin, obtener las mayores oportunidades económicas para la reconstrucción de Ucrania y mejorar la posición de liderazgo en la escena internacional.

Por ello, el 18 de febrero, el máximo diplomático chino, Wang Yi, presentó un plan de paz para Ucrania en la Conferencia de Seguridad de Múnich y se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba. Menos de una semana después, el 24 de febrero, el Ministerio de Asuntos Exteriores chino hizo pública la "Posición de China sobre la solución política de la crisis en Ucrania".

Unos días después, el 16 de marzo, el ministro chino de Asuntos Exteriores, Qin Gang, habló por teléfono con su homólogo ucraniano, Kuleba, el primer contacto de este tipo desde que Qin asumió su cargo en diciembre. En su conversación, la parte china afirmó que en los 31 años transcurridos desde el establecimiento de sus relaciones diplomáticas, estas se han mantenido a buen ritmo.

Por su parte, Kuleba expuso la última situación de la crisis y las perspectivas de conversaciones de paz y agradeció a Pekín la ayuda humanitaria prestada a su devastado país. Además, señaló que el documento de posición de China sobre el arreglo político de la crisis refleja su sinceridad a la hora de promover un alto el fuego y detener la guerra, y añadió que esperaba mantener la comunicación en adelante.

China defendió que siempre ha mantenido una postura objetiva y justa, se ha comprometido a promover las conversaciones de paz y ha pedido a la comunidad internacional que promueva las condiciones para que se puedan llevar a cabo. Además, mostró su preocupación por un posible agravamiento de la situación, y la esperanza de que todas las partes mantengan la calma, sean racionales, actúen con moderación y promuevan el retorno a la vía del acuerdo político.

Sin embargo, China se enfrenta a varios obstáculos fundamentales para el éxito de su estrategia Rusia-Ucrania. En primer lugar, desde que estalló la guerra el pasado mes de febrero, ha adoptado una posición aparentemente neutral. Ahora bien, Pekín se ha mostrado del lado de Rusia, y nunca la ha condenado por su agresión contra Ucrania, ni siquiera ha calificado la invasión de guerra.

En segundo lugar, Rusia carece de un amplio apoyo de la comunidad internacional (incluidas Naciones Unidas). Muy pocos países, con algunas excepciones en el mundo en desarrollo, han aceptado la versión rusa de la contienda.

Por último, los términos de un posible alto el fuego siguen están en el aire. Los analistas consideran difícil que China pueda proponer unas condiciones de armisticio que satisfagan a ambas partes, especialmente en la cuestión territorial. La concesión de Crimea a Rusia pondría al PCCh en un aprieto. Pekín niega sistemáticamente la soberanía territorial de Taiwán; si quiere ser coherente, China debe considerar Crimea como parte de "una Ucrania". En cuanto a la posición de Ucrania, sus ciudadanos están decididos a recuperar todo su territorio, o al menos el Donbás.