Elecciones en Francia

Juppé se descarta como candidato presidencial de Los Republicanos

El alcalde de Burdeos no competirá por el Elíseo porque no representa la renovación que los franceses demandan. Acusa al candidato conservador de dividir al partido por su «obstinación».

El ex ministro francés Alain Juppé
El ex ministro francés Alain Juppélarazon

El alcalde de Burdeos no competirá por el Elíseo porque no representa la renovación que los franceses demandan. Acusa al candidato conservador de dividir al partido por su «obstinación».

No habrá «plan J». Pese a la enorme insistencia de muchos de sus correligionarios, Alain Juppé ha decidido enterrar «de una vez por todas» cualquier expectativa de liderar un plan alternativo en la candidatura conservadora a las presidenciales que Francia celebrará en seis semanas. El alcalde de Burdeos llevaba días considerando esa posibilidad ante la situación desesperada que atraviesa el candidato François Fillon, acorralado por la Justicia y con una sangría de desercciones en su campaña. Una situación que consideran insostenible muchos altos cargos de Los Republicanos, pero que no se consigue traducir en un relevo con garantías suficientes a tan sólo diez días para que se cierre el plazo de presentar los avales para cualquier candidato.

En su declaración, Juppé notificó que no cuenta con capacidad para unir a la derecha y al centro en tan escaso margen de tiempo, pese a ser una figura que despierta muchas simpatías en las posiciones centristas del electorado. Esa Francia gaullista y moderada que es crítica con lo que consideran la deriva populista de un Fillon que lleva semanas agitando la teoría del complot entre jueces, medios y Gobierno para producir su «asesinato político». Juppé, que no ha dado muestras del más mínimo apoyo al candidato oficial, ha subrayado esa «obstinación» de Fillon, quien tenía un amplio margen para ganar la Presidencia según todos los sondeos a finales del año pasado. «¡Qué desperdicio!», exclamó con elocuencia el alcalde de Burdeos.

Minutos antes de su declaración, era el otro gran tenor del partido, el ex presidente Nicolas Sarkozy, quien movía ficha «invitando» tanto a Fillon como a Juppé a una reunión a tres dada la urgencia de la situación. De ese encuentro, que se producirá previsiblemente mañana, debe salir un pacto respecto a la candidatura de los conservadores pase lo que pase en el terreno judicial. El 15 de marzo es la fecha en la que Fillon tiene que comparecer ante los jueces de instrucción para que se le notifique oficialmente su imputación por el presunto empleo ficticio de su esposa como asistente parlamentaria.

De momento, a última hora de ayer, el comité político de Los Republicanos –que se había reunido de urgencia–, manifestó su apoyo unánime a la candidatura de Fillon. «Le Monde» cita las dificultades que han tenido los contactos entre Sarkozy y Juppé para pactar la alternativa a Fillon, algunas de ellas insalvables. Juppé pretendía que Fillon efectuase una nítida renuncia antes de lanzarse como alternativa respaldado por un incontestable escenario de apoyos dentro de la familia de la derecha. Pero para ello necesitaba contar con apoyos de la órbita de «Sarko», quien habría puesto sus condiciones en cuanto a nombres y programa, mucho más a la derecha de lo que Juppé pudiera asumir. El ex presidente sigue teniendo al fin y al cabo el control del aparato del partido y cualquier solución para desatascar el lío en el que está de la derecha pasa por su figura.

Algunas voces apuestan por mantener al candidato rearmando su campaña y recomponiendo su organigrama sumando nombres en puestos clave cercanos a Sarkozy. A cambio, a Fillon se le pediría un claro distanciamiento de la teoría del complot y un discurso de respeto institucional que pueda limpiar su imagen. La Prensa especula con que ese Fillon moderado sea el único «plan B» que le quede a la derecha para afrontar las presidenciales ante la incapacidad de improvisar otra campaña desde cero.