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El Gobierno de Venezuela confirma la muerte del «Rambo caribeño»

Militares venezolanos abaten al grupo liderado por el piloto antichavista que disparó desde un helicóptero a organismos oficiales

Óscar Pérez en el vídeo publicado en Twitter
Óscar Pérez en el vídeo publicado en Twitterlarazon

El ministro del Interior de Venezuela, Néstor Reverol, confirmó hoy la muerte del inspector de la policía científica alzado contra el Gobierno chavista, Óscar Pérez, durante la operación para capturarlo lanzada el lunes por las fuerzas de seguridad, en la que murieron otras 8 personas.

El ministro del Interior de Venezuela, Néstor Reverol, confirmó hoy la muerte del inspector de la policía científica (CICPC) alzado contra el Gobierno chavista, Óscar Pérez, durante la operación para capturarlo lanzada el lunes por las fuerzas de seguridad, en la que murieron otras 8 personas. Según el ministro, informaciones ofrecidas por dirigentes de la oposición que participan en las negociaciones con el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, permitieron localizar a Pérez en la casa del popular barrio caraqueño de El Junquito donde fue abatido.

Ayer, fuerzas militares respaldadas por los colectivos del barrio 23 de Enero rodeaban en una vivienda en las afueras de la capital al oficial de policía Óscar Pérez, quien en 2017 protagonizó un extraño ataque desde un helicóptero contra edificios gubernamentales en Caracas y un robo de armas. Pérez huyó en aquel momento y desde entonces era buscado por las autoridades. Ayer fue localizado y, tras un intenso tiroteo, el Ministerio del Interior confirmó que durante la operación murieron dos personas y cinco «rebeldes» fueron detenidos, aunque en ese momento no especificaron si Pérez estaba aún con vida. Esta mañana, los medios de comunicación denunciaban la "ejecución"de Pérez y mostraban imágenes de su cadáver.

Antes del asalto final, Óscar Pérez difundió varios vídeos en Instagram para mostrar que la Policía lo tenía «sitiado» en El Junquito, una barriada pobre y montañosa en las afueras de Caracas. Este lugar es uno de los bastiones opositores coronado por edificios altos, grises y decadentes desde los que el pasado junio grupos de la resistencia se enfrentaron a la Guardia Nacional. En este laberinto de cemento y basura se escondía uno de los hombres más buscados por el chavismo. En los últimos vídeos difundidos en la red social, el ex policía se mostraba con la cara ensangrentada y se escuchaban múltiples detonaciones. «Nos están disparando con lanzagranadas y francotiradores; dijimos que nos íbamos a entregar y no quieren dejar que nos entreguemos, nos quieren asesinar», proclamó Pérez, quien se encontraba en compañía de otros hombres armados. «No quieren que nos entreguemos, literalmente nos quieren asesinar, nos los acaban de decir. Fuerza», se escuchó en uno de los últimos vídeos grabado en medio de un tiroteo. «Nos vamos a entregar, no sigan disparando», agregaba.

El vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello, quien ya había pedido públicamente la cabeza de Pérez, afirmó que «el terrorista atacó a quienes lo rodean, hiriendo a dos funcionarios de las Fuerzas de Acción Especial» y que por eso «los cuerpos de seguridad estaban respondiendo al fuego».

El 27 de junio, Pérez y otros hombres no identificados sobrevolaron Caracas en un helicóptero de la policía científica, lanzaron cuatro granadas contra el Tribunal Supremo de Justicia y dispararon contra el Ministerio del Interior sin dejar víctimas. El hecho ocurrió en medio de una oleada de protestas contra el presidente Nicolás Maduro que dejó unos 130 muertos entre abril y julio.

¿Cómo era posible qué alguien secuestrara un helicóptero, consiguiera invadir el espacio aéreo de forma tan impune y no fuera capturado? De hecho, este agente, que llegó a protagonizar una película, siguió difundiendo vídeos e incluso se dejó ver en una marcha. Además, ha sido muy activo en Instagram, donde ha publicado fotos de sus labores militares. Se le apodó «el Rambo venezolano». Ayer, durante el operativo policial, el fugitivo se dirigió a sus hijos para señalarles que lo que había hecho era por ellos y por «todos los niños» de Venezuela. Pidió ayuda humanitaria e internacional por la situación que atraviesa el país y exhortó al pueblo a salir a la calle: «Es la única salida».

Dirigentes opositores criticaron la actuación policial por la violencia con la que se actuó contra los subversivos. María Corina Machado lamentó «el ajusticiamiento televisado de un ciudadano» y añadió que en Venezuela no hay pena de muerte. También recordó que cuando Hugo Chávez dio el golpe de Estado se le respetaron sus derechos.