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Bruselas

La UE suspende la venta de armas, pero mantiene la ayuda

La Razón
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Los Veintiocho congelarán las exportaciones de armamento a Egipto como medida de presión con la que intentar contener el reguero de sangre en el que se ha convertido el país. El propósito es, según el texto de conclusiones pactado tras el Consejo extraordinario celebrado ayer, prohibir cualquier tipo de material que pueda utilizarse para la «represión interna». España ya prohibió las licencias de armamento a finales del mes de junio. Además, la Unión Europea también revisará la posible suspensión de la ayuda financiera que recibe el país a través de varias partidas, muy limitadas desde hace meses porque no cumple con los criterios establecidos,aunque también se compromete a que esto no afecte a la sociedad civil.

El pasado mes de noviembre, Bruselas ofreció ayudas y préstamos de hasta 5.000 millones de euros para apoyar la transición en Egipto, pero sólo una ínfima parte de ese dinero ha llegado a El Cairo. Este año, por ejemplo, la Unión sólo pagó al Gobierno egipcio 16 millones de euros, de un total de mil aprobados para el periodo 2007-2013, informa Efe.Los Veintiocho vuelven a condenar la violencia con especial preocupación por la persecución religiosa a la que está sometida la comunidad copta, y piden la liberación de los presos políticos y la vuelta de las estructuras democráticas para la celebración de unas elecciones libres en el país. En este sentido, urgen a una reconciliación nacional y se muestran contrarios a la ilegalización de los Hermanos Musulmanes, ya que «el discurso político no puede ser violento y no se pueden excluir o prohibir los partidos políticos siempre que renuncien a la violencia y respeten los principios democráticos».

El ministro de Exteriores, José Manuel García-Magallo, calificó de «error» la posible ilegalización de la Hermandad y se mostró partidario de que el país no tenga que elegir entre una dictadura islamista o militar, sino que se pueda conseguir un régimen democrático impulsado por las facciones moderadas de ambos bandos. Aunque los líderes europeos han ido subiendo el tono sobre la responsabilidad del gobierno provisional y las fuerzas de seguridad, no han calificado de golpe de Estado la deposición del presidente Mohamed Morsi. Para García-Margallo, este gobierno fruto de unas elecciones cayó en una «deriva autocrática».