Política

Manifestaciones violentas

Las protestas contra Buteflika desbordan Argel

Miles de personas se manifestaron en las calles de Argel. Al final de la marcha se produjeron incidentes entre manifestantes y la Policía
Miles de personas se manifestaron en las calles de Argel. Al final de la marcha se produjeron incidentes entre manifestantes y la Policíalarazon

En una nueva exhibición de vitalidad, y aumentando la presión sobre el régimen, decenas de miles de argelinos volvieron a movilizarse ayer por las calles de varias ciudades del país en contra los planes del actual presidente, Abdelaziz Buteflika, de optar a su quinto mandato en las elecciones presidenciales convocadas para el próximo 18 de abril.

La manifestación en Argel, que fue la más multitudinaria que ha vivido la capital del país en los últimos años, fue marcadamente pacífica hasta el final de la jornada, cuando se registraron algunos enfrentamientos entre los manifestantes y la policía alrededor del palacio presidencial. Según la agencia Reuters, los choques habrían dejado varios heridos en ambos bandos.

Desde el viernes de la semana pasada, diversas ciudades de Argelia se han convertido en el escenario de sucesivas y transversales protestas, pero las celebradas ayer contaron con el mayor registro de participación hasta el momento. «El número de personas en las calles no tiene precedentes durante la última década», señaló a LA RAZÓN Yasmina Allouche, periodista argelina e investigadora en el centro de TRT World. «Es un claro signo de que el pueblo argelino rechaza inequívocamente la candidatura de Buteflika para un quinto mandato», agrega, pero también de que los argelinos rechazan un «sistema que ha humillado al pueblo».

Desde que el octogenario Buteflika, en el poder desde 1999, sufrió un derrame cerebral en 2013, sus apariciones públicas son muy esporádicas y en un estado físico claramente deteriorado, por lo que muchos argelinos le consideran incapaz de asumir las responsabilidades propias de su cargo durante el próximo lustro.

«Es un presidente cuya voz no hemos escuchado durante prácticamente 7 años», criticó a este medio desde Argel una joven que ha participado en varias de las manifestaciones que han tenido lugar hasta ahora en el país. «Que nos dijeran que iba a optar a un quinto mandato fue la gota que colmó el vaso», agrega.

Desde que se iniciaron las protestas se han producido múltiples interrupciones de internet en varias localizaciones del país, según ha detectado el observatorio de internet NetBlocks. Además, periodistas de medios estatales denunciaron el pasado domingo que habían recibido órdenes por parte de sus directivos de no cubrir las movilizaciones que empezaban a brotar. Su denuncia pública de la censura, sin embargo, ha logrado que medios nacionales hayan empezado a hacerse eco de las protestas.

Buteflika, por su parte, aún no se ha dirigido a los manifestantes, y aunque parece que a finales de la semana pasada se había trasladado a Suiza para un chequeo médico, oficialmente no se ha confirmado nada, por lo que su paradero sigue siendo un misterio para todos. «Somos un país con 30 millones de adultos, ¿de verdad lo único que podemos generar es un único presidente discapacitado y enfermo?», se resigna la joven anterior.

Restándole importancia a los problemas de salud de Buteflika, el polémico primer ministro de Argelia, Ahmed Ouyahia, aseguró el pasado jueves ante el Parlamento del país que a pesar de que el presidente «estuvo enfermo cuando optó a su cuarto mandato en 2014, los resultados de los últimos cinco años han sido positivos». Ouyahia advirtió a los ciudadanos con un discurso alarmista en el que aludió a los días previos al estallido de la guerra civil (1992-2002), en la que murieron más de 300.000 personas y decenas de miles desaparecieron.

Buteflika anunció su intención de presentarse a la reelección a mediados de febrero a través de una carta, y está previsto que sea este domingo cuando presente personalmente su candidatura oficial, lo que podría desencadenar nuevas movilizaciones.

Desde el primer momento, varios partidos políticos, sindicatos y patronales afines al régimen argelino exhibieron su apoyo al presidente en vista de una contienda electoral que inicialmente se presentaba como un mero trámite, y que ahora podría verse truncada por el hartazgo y el anhelo de cambio expresado por los argelinos en la calle.