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Guerra

Los líderes europeos instan a Putin desde Kiev a aceptar un alto el fuego de 30 días para el lunes

Zelenski, Starmer, Macron, Merz y Tusk avisan de que si Moscú no acepta la tregua, la UE impondrá sanciones "masivas" y seguirá armando a Ucrania

El presidente ruso, Vladímir Putin, debe aceptar un alto el fuego incondicional de 30 días a partir del lunes o enfrentarse a un aumento de sanciones y apoyo militar a Kiev, declararon los líderes de Alemania, Francia, Polonia y el Reino Unido durante su visita a la capital ucraniana el sábado. Friedrich Merz, Emmanuel Macron, Donald Tusk y Keir Starmer se reunieron con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para demostrar su apoyo al país invadido y la posición común de Europa en el esfuerzo de paz iniciado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

En su declaración conjunta, los líderes instaron a Rusia a "aceptar un alto el fuego completo e incondicional de 30 días para crear espacio para negociaciones por una paz justa y duradera", prometiendo que, de lo contrario, seguirían aumentando la presión contra Rusia. "El alto el fuego debería comenzar el 12 de mayo y durar al menos 30 días. Lo exigimos a la Federación Rusa. Sabemos que Estados Unidos nos apoya en esto", asintió Zelenski tras la reunión, durante la cual también se mantuvo una llamada telefónica "fructífera" entre los líderes y Trump.

Según Zelenski, una vez que comience el alto el fuego integral, “en el aire, en el mar y en tierra", será el momento ideal para la diplomacia. “Ucrania está lista para reuniones y negociaciones en cualquier formato”, subrayó, después de avisar que cualquier intento de Rusia de imponer condiciones sería evidencia de su intención de prolongar la guerra y perturbar los esfuerzos diplomáticos.

"Solo hay un país que se interpone entre la paz, y ese es Rusia", dijo también el líder británico Starmer, destacando que Ucrania ha mostrado repetidamente su disposición a participar en conversaciones de paz.

Starmer enfatizó que los líderes exigen "un alto el fuego incondicional" y "rechazan las condiciones de Putin". Si el presidente ruso se niega, advirtió, Europa, junto con Estados Unidos y otros socios, "intensificará las sanciones y aumentará la ayuda militar para la defensa de Ucrania para presionar a Rusia a volver a la mesa".

El presidente francés, Emmanuel Macron, añadió que el alto el fuego sería monitoreado principalmente por los estadounidenses, aunque todos los demás también participarían. "En caso de violación del alto el fuego, acordamos que habrá sanciones masivas. Se prepararán ahora y se coordinarán entre los estadounidenses y los europeos", subrayó Macron.

El nuevo canciller alemán, Friedrich Merz, destacó que esta visita envía una señal clara y fuerte de determinación para "hacer todo lo posible para terminar esta guerra lo antes posible". Señaló que las iniciativas de los cuatro países cuentan con el pleno apoyo del liderazgo estadounidense, que participará en ellas. Representantes de otros 27 países y organizaciones internacionales se unieron a la reunión de la llamada "coalición de los dispuestos" en Kiev en línea, incluido el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, informó la Oficina de Zelenski.

La coalición aún no ha acordado el posible despliegue de tropas en Ucrania en caso de un alto el fuego duradero, pero esto sigue siendo una opción y un elemento de "garantías de seguridad", donde un ejército ucraniano fuerte jugará un papel clave, revelaron Starmer y Macron.

En Ucrania hay poca esperanza de que Rusia renuncie repentinamente a su guerra a menos que se realicen cambios sustanciales en las sanciones contra su economía o en el nivel de apoyo que Ucrania recibe actualmente. Sin embargo, la responsabilidad de mostrar su disposición a la paz recae ahora firmemente en Rusia, mientras Ucrania, Europa y Estados Unidos esperan su respuesta, lo que alivia a Kiev de la inmensa presión que enfrentaba tras la llegada de Trump al poder en Washington.

La reacción de Rusia

En vísperas de la visita de los líderes europeos a Kiev, Moscú reiteró que no estaba dispuesto a aceptar un alto el fuego incondicional en Ucrania. Su portavoz, Dmitri Peskov, dijo que las tropas rusas estaban avanzando en Ucrania y que no tenía sentido detenerse ahora y permitir que los ucranianos se fortalecieran gracias al apoyo extranjero.

El sábado, Peskov acusó a los países europeos de hacer declaraciones "contradictorias" y "confrontacionales". El expresidente Dmitri Medvedev respondió con comentarios obscenos en X, instando a los líderes europeos a "meterse esos planes de paz por sus culos pangénero".

Rusia continuó sus ataques en el frente el sábado, incumpliendo el alto el fuego unilateral de tres días anunciado por Vladímir Putin desde el inicio del jueves. Según el ejército ucraniano, ocurrieron 84 batallas en las primeras 16 horas del día a lo largo del frente. El epicentro de los combates sigue estando cerca de Pokrovsk, en la región oriental de Donetsk. Las tropas ucranianas también repelieron 12 asaltos en Kursk, a pesar de las afirmaciones previas de Moscú de que habían sido expulsadas de la región rusa. Los ataques aéreos y con drones contra civiles también continuaron en las regiones ucranianas de Sumi y Jersón, aunque Rusia no lanzó misiles ni drones de largo alcance durante el día.