Estados Unidos
Los peones de Al Qaeda para la «yihad global»
Internet se ha convertido en el vehículo para recibir las instrucciones
Dzhokhar y Tamerlan Tsarnaev, hermanos, de origen checheno, presuntos autores del atentado del pasado lunes contra la maratón de Boston, actuaron por su extremismo islamista, directamente relacionado con las instrucciones que parten de Al Qaeda Central (AQC) para establecer la «yihad global» (guerra total) contra occidente (los «cruzados», por su origen cristiano), según expertos antiterroristas consultados por LA RAZÓN. El líder de la red terrorista, Ayman Al Zawahiri cumple así uno de sus grandes objetivos, que le reforzará en el poder después de suceder a Osama Ben Laden, muerto en una operación de comando de las Fuerzas Armadas norteamericanas: golpear a los Estados Unidos en su propio territorio.
El pueblo checheno, de mayoría islamista, cuyo principal enemigo ha sido tradicionalmente Rusia, ha generado una serie de movimientos extremistas que han terminado por caer dentro de la órbita de Al Qaeda. Se trata de un pueblo con una larga tradición de combate, de participación en guerras (propias y ajenas) y que, en determinados momentos, ha acogido en su territorio a «yihadistas» de otras nacionalidades que acudían para ayudar a combatir a los «infieles» y, a cambio, recibían el correspondiente entrenamiento.
No es una casualidad que, en mayo de 2011, las autoridades rusas consiguieran abatir en Chechenia al coordinador de Al Qaeda para el Cáucaso, un individuo de nacionalidad saudita, conocido como «Moganned».Como tampoco parece fruto del azar que islamistas chechenos combatan junto con Al Qaeda, contra el régimen sirio de Bachar Asad. De hecho, un destacado dirigente checheno murió en un ataque de las tropas oficialistas sirias durante los combates en la ciudad de Alepo.
Dzhokhar Tsarnaev, por si faltaba alguna evidencia, visitaba habitualmente páginas islamistas, colgaba vídeos de combatientes en la guerra civil y aclaraba que su religión era el islam. «No hay más Dios que Alá, que resuene en nuestros corazones», afirmaba.
Pero no hay que irse tan lejos para establecer las conexiones entre el islamismo checheno y Al Qaeda. En agosto del año pasado, la Comisaría General de Información del Cuerpo Nacional de Policía detuvo, en una brillante operación, denominada «Plomo», a un tal «Ahmad Avar», cuyo nombre real era Eldar Magomedov, un checheno al que la red que dirige Al Zawahiri había nombrado máximo responsable «militar» para Europa. La Policía española fue felicitada por Estados Unidos y otros países.
Magomedov, que también utilizaba el alias de «Muslim Dost», un ruso de origen checheno que había pertenecido a unidades especiales de la antigua Unión Soviética y al que la Audiencia Nacional envió a la cárcel, había sido entrenado en los campos que Al Qaeda tiene en Waziristán, una región montañosa del noroeste de Pakistán de 11.600 kilómetros cuadrados, que linda con Afganistán. Algunas de las células que han intentado atentar en Europa han recibido cursillos de aprendizaje en esta zona, antes de dirigirse a diversos puntos de Europa, entre ellos España.
Según informó LA RAZÓN en agosto del año pasado, Magomedov llegó a convertirse en instructor, por su «maestría» en el aprendizaje de las técnicas terroristas, antes de incorporarse a la guerra de Afganistán.
En el caso de los hermanos Tsarnaev, cuya estancia o paso por Turquía parece acreditada, habrá que esperar a que concluyan las investigaciones de las Fuerzas de Seguridad norteamericanas para conocer detalles de sus antecedentes y cómo recibieron la orden de cometer atentados terroristas. O si han actuado dentro de las consignas de la «yihad global», a las que se accede fácilmente por internet, donde se han fanatizado en el odio a occidente.
Sin embargo, la residencia en Turquía, lugar de paso de muchos «yihadistas» que acuden a los campos de entrenamiento de Al Qaeda, situados en las zonas fronterizas de Pakistán y Afganistán, podría ofrecer datos relevantes de su pasado reciente y su adscripción a la red terrorista.
Precisamente, «Ahmad Avar», (Eldar Magomedov), al desplazarse a España estableció contacto con uno de los enlaces que Al Qaeda tiene en todo el mundo, en este caso el ciudadano turco Cengiz Yalzin. Al parecer, entre sus planes inmediatos estaba cometer un gran atentado en Francia o los Juegos Olímpicos de Londres. Cuando «Ahmad Avar» abandonó la guerra de Afganistán, siguió las órdenes de la cúpula de Al Qaeda. Según todos los indicios, se le destinó a Europa como «jefe militar» con el fin de que perpetrara atentados. Hizo el viaje a través de Turquía y Grecia, para después desplazarse por Europa con documentación falsa.
LOBOS SOLITARIOS FANÁTICOS EN EL CORAZÓN DE EUROPA
El caso de Mohamed Merah, autor de siete asesinatos a punta de pistola en Toulouse el año pasado; o el de los cuatro islamistas que cometieron los atentados suicidas del 7 de julio de 2005 en Londres (56 muertos y un millar de heridos), tiene el común denominador de jóvenes, aparentemente integrados en la sociedad en la que viven, pero que están absolutamente fanatizados por el odio a occidente y la civilización cristiana, representada por lo que llaman los «cruzados». El islamismo radical, con su desprecio absoluto a la vida de los que considera «infieles», sean niños, mujeres o ancianos, se ha convertido en uno de los grandes peligros para la sociedad occidental, caracterizada por una tolerancia y formas democráticas impensables en países islámicos.
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