Política

Suiza

Suiza se pone dura con las armas de fuego

Bruselas había exigido al país helvético, donde 3 de cada 10 tienen un arma, armonizar sus leyes con la UE. El 63% aprueba la medida en un referéndum

Una mujer dispara un fusil en el club suizo de Ossingen/Reuters
Una mujer dispara un fusil en el club suizo de Ossingen/Reuterslarazon

Bruselas había exigido al país helvético, donde 3 de cada 10 tienen un arma, armonizar sus leyes con la UE. El 63% aprueba la medida en un referéndum

Los suizos quieren más control de las armas de fuego en manos de particulares. Así lo expresó una mayoría de votantes en un referéndum donde un 63% apoyó introducir medidas más restrictivas para la compra y tenencia.

En Suiza hay unos dos millones de armas de fuego en una población que no supera los 8,3 millones de habitantes, lo que da una de las tasas más altas del mundo de armas per capita. Su tenencia es algo habitual dado que tras el servicio militar (obligatorio) los reclutas se pueden quedar con el fusil de asalto que se les entrega durante la instrucción. Con todo, el número de tiroteos es muy bajo comparado con otros países, argumento que usa la Asociación Nacional del Rifle de EE UU para defender la ausencia de regulaciones.

El origen de esta consulta está en la decisión de la UE de endurecer sus leyes en 2017 tras los atentados yihadistas de París. Entonces pidió a Suiza –que no es miembro de la UE pero sí del espacio Schengen– que armonizara su legislación con la europea para evitar que sea demasiado fácil viajar a este país a comprar armas. La amenaza latente por parte de Bruselas era sacar a Suiza del espacio común de Schengen, perdiendo así todos los beneficios, si no lo hacía.

Tras la consulta popular de ayer, las armas semiautomáticas con cargador de gran capacidad quedan prohibidas, excepto para coleccionistas y aficionados al tiro deportivo, si bien necesitarán una autorización especial.

Los dueños deberán registrar en un plazo de tres años, si no lo han hecho hasta ahora, todas las armas que posean. Además, se exigirá el registro de todos los componentes esenciales de un arma. El fusil del Ejército no estará prohibido si el dueño lo guarda tras el servicio militar, pero sí si lo vende o lo deja en herencia.

Los detractores de esta limitación argumentan que Suiza se somete así al chantaje de la UE y que estas restricciones violan la Constitución nacional, además de acabar con tradiciones locales como la práctica de la caza y el tiro. Asimismo, sostienen que no evitará atentados terroristas ya que estos se cometieron en el pasado con armas obtenidas de forma ilegal.