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Venezuela

Maduro azuza la teoría del golpe

Nicolás Maduro, participa en la celebración del 57 aniversario de la instauración de la democracia en Venezuela. larazon

El líder venezolano achaca a un enemigo exterior la crisis de desabastecimiento. Saca al chavismo a la calle para cerrar filas en torno a su cuestionada figura.

El oficialismo y la oposición conmemoraron ayer por separado el aniversario de la instauración de la democracia en Venezuela, con una marcha y una concentración en la capital. En medio de una compleja crisis económica que amenaza con agravarse por la caída de los precios petroleros.

El chavismo convocó a la denominada «marcha de los invictos» en el oeste de la ciudad, culminando con una concentración en una céntrica plaza donde festejaron que en 1958, Venezuela pasó a ser una democracia, tras la caída de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez. La oposición, que en los años anteriores había utilizado la celebración del 23 de enero para salir a las calles a protestar contra el Gobierno, realizó una concentración en «Petare», un barrio al este de la capital. El movimiento de universitarios organizó también manifestaciones en varias ciudades del país como protesta al Gobierno de Maduro.

El presidente Nicolás Maduro, se incorporó ayer a la marcha oficialista, desde el barrio del Calvario. El líder boliviariano indicó que, de nada a servido el llamado al diálogo para los sectores de la oposición. «Yo voy a seguir dialogando, las puertas de Miraflores están abiertas para quien quiera trabajar». Recordó que ha sido él, el que denunció, desde hace dos años, la guerra económica del petróleo, «esos grupos prepararon una emboscada, que iniciaron el mes de enero» y prosiguió: «en Venezuela está en marcha un golpe económico, y un golpe de Estado». En esta misma línea combativa, convocó al pueblo a la batalla para derrotar al enemigo. Con respecto a esto último, resaltó que tiene mucha información, y que posee pruebas sobre esos planes desestabilizadores. «Yo tengo mucha información, de nada ha servido el llamado al diálogo», enfatizó. Por otra parte, aprovechó para solicitar al presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, que el próximo martes inicie una investigación sobre el golpe encubierto que se lleva a cabo en Venezuela. En medio de este contexto, el presidente venezolano anunció esta semana la creación de un tercer mercado cambiario y se encomendó al poder divino. «Dios proveerá», dijo, generando aún más dudas sobre su endeble gestión.

Las medidas del presidente venezolano no lograron aliviar la incertidumbre que impera en el país, mientras analistas y opositores sostienen que la decisión de mantener controles de precios, cambios de monedas y la expansión del gasto agravará la situación. Y es que las posibilidades de que Venezuela pueda superar los problemas económicos a los que se enfrenta se diluyeron tras el mensaje anual que ofreció Maduro, en el que dejó muchos cabos sueltos sobre las nuevas medidas. Asimismo, el gobernante chavista anunció la creación de un tercer mercado cambiario que operará en el mercado bursátil, un aumento de 15% del salario mínimo, un aumento del precio del combustible, y un conjunto de millonarias inversiones en el área social y de infraestructura. No informó sobre asuntos clave, como las tasas de cambio a las que operarán dos de los tres mercados y las fuentes de financiación que se emplearán para cubrir los nuevos gastos, junto con el déficit fiscal generado por la caída del precio del petróleo.

Se espera que la semana que viene la Asamblea Nacional apruebe un crédito extraordinario. El presupuesto de Venezuela está programado según estimaciones que calculan un precio de 100 dólares por barril de crudo. Con la barrera por debajo de los 40 dólares, los analistas coinciden en que las arcas del Estado quedarían vacías antes de abril, y que el país caería en bancarrota. «Inversionistas extranjeros manifiestan total confianza e interés de continuar invirtiendo en Venezuela», afirmó ayer el ministro de Economía y Finanzas, Rodolfo Marco Torres, tras una reunión con representantes de firmas extranjeras.

Venezuela enfrenta una crisis económica con una inflación desbordada, que cerró el año pasado por encima del 64%, escasez de alimentos y productos básicos y una recesión del 2,8%. Empresarios y opositores exigen al Gobierno impulsar reformas profundas para paliar estas problemáticas. «Nada de lo que anunciaron soluciona la crisis», afirmó el líder opositor y ex candidato presidencial Henrique Capriles. La coalición opositora ha convocado para hoy movilizaciones en Caracas y en otras ciudades la denominada «marcha de las ollas vacías». La escasez de productos ha aumentado el hastío y la desesperación entre la población.

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