Berlín

Marchas de radicales islámicos y ultraderechistas paralizan una ciudad alemana

La convocatoria de varias concentraciones de radicales islámicos y grupos ultraderechistas e islamófobos paralizó hoy el centro de la ciudad alemana de Wuppertal, en el oeste del país, donde se desplegaron más de 1.000 agentes de policía y se registraron diversos enfrentamientos. Con una previsión de 3.000 manifestantes en las distintas protestas, las autoridades decidieron cortar numerosas calles del centro de la ciudad y muchos comercios adelantaron la hora de cierre ante el temor a posibles incidentes.

Según estimaciones de los medios locales, la participación en las distintas concentraciones fue menor de la prevista, pero ello no impidió que se registraron disturbios en distintos puntos de la localidad.

as autoridades decidieron a última hora prohibir por motivos de seguridad que centenares de simpatizantes del movimiento islamófobo Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida) marcharan por el itinerario previsto y varios de los concentrados se enfrentaron a la policía, que cargó para dispersarlos.

Pegida, movimiento nacido en Dresde (este) y que desde hace meses congrega cada lunes en esa ciudad a miles de seguidores contra la presunta islamización de Alemania, contó en Wuppertal con la presencia del que fuera su líder, Lutz Bachmann, quien dimitió tras difundirse una foto suya posando como Adolf Hitler.

Junto a Pegida se dieron cita en la ciudad seguidores de la organización denominada Hooligans contra salafistas (Hogesa), grupo en el que confluyen hinchas de fútbol violentos y ultraderechistas y que protagonizó grandes altercados a finales del pasado mes de octubre en la vecina Colonia.

Entonces Hogesa logró reunir a unos 4.800 seguidores en una concentración que concluyó con cerca de cincuenta agentes heridos.

Por el lado de los islamistas radicales, según cifras ofrecidas por la policía, apenas un centenar de personas respondieron hoy a la convocatoria.

Las distintas marchas fueron respondidas con contramanifestaciones de grupos de izquierda, vigilados también de cerca por las fuerzas de seguridad.

El alcalde de Wuppertal, Peter Jung, había llamado ayer a los vecinos de la localidad a manifestarse y mostrar de forma pacífica su rechazo a las marchas radicales.

En una carta abierta, Jung acusó a los extremistas de todos los bandos de usar la libertad de expresión y de manifestación que garantiza la Constitución para oponerse a ella.

Sin embargo, según sus palabras, permitir ese tipo de marchas forma también parte de la democracia y la libertad.