Elecciones en Ecuador

Margarita Guerrero, portavoz del correísmo en Europa: «Más allá de los candidatos, esperamos sumar apoyos de las causas»

La coordinadora de Revolución Ciudadana celebra la repetición parcial de las elecciones en el extranjero y el pase al balotaje de su candidata, Luisa González

Margarita Guerrero, coordinadora de Revolución Ciudadana, Ecuador
Margarita Guerrero, coordinadora de Revolución Ciudadana, EcuadorcedidaLa Razón

Miles de ecuatorianos residentes en el extranjero no pudieron ejercer su derecho al voto en las elecciones presidenciales y legislativas del pasado 20 de agosto. El sistema telemático falló. De los cerca de 400.000 ecuatorianos que viven fuera de su país apenas 51.623 superaron los trámites. Ante el alud de denuncias, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Diana Atamaint se vio obligado a tomar medidas. Decretó bajo presión, una semana después y con los resultados ya escrutados, que habría repetición de las legislativas en las tres circunscripciones exteriores para repartir un total de seis escaños en la Asamblea Nacional. El órgano fijó fecha para la repetición: el 15 de octubre, coincidiendo con la segunda vuelta de las presidenciales; y modalidad: presencial.

Miles de ciudadanos ecuatorianos residentes en el extranjero se quedaron sin voz.

Es la primera vez que hemos votado únicamente por medios telemáticos. En las elecciones del 5 de febrero tuvimos una votación mixta en España e Italia, que congregan el mayor porcentaje de población ecuatoriana en el exterior. Votamos de manera presencial, y votaron de manera telemática el resto de circunscripciones dentro de Europa, donde hay menos votantes. Ya entonces se presentaron algunos problemas con la plataforma. Nosotros advertimos y denunciamos que, si no se corregía, podía volver a pasar. En ningún momento imaginamos que el CNE iba no solo a no mejorar el sistema, sino a cruzarse de brazos frente al desastre que terminó siendo el voto telemático. Lo que tenía que haber sido la fiesta de la democracia acabó siendo un suplicio tecnológico.

Por eso solicitaron la repetición electoral para el exterior.

Exigimos desde el primer momento la nulidad de los resultados y nuevas elecciones.

Algunas voces pedían repetir los comicios, pero solo para aquellos que no habían podido votar. ¿Por qué piden ustedes una repetición íntegra?

Porque no tenemos garantías de que los votos no fueron vulnerados. Tal y como dijo el CNE, el sistema sufrió ataques [cibernéticos] de nueve países. Hay una serie de inconsistencias dentro de las propias actas virtuales que no tienen ningún tipo de explicación. Entendemos que los fallos no nos permiten conocer el número de personas que se vieron afectadas. En términos democráticos, somos garantistas. Tenemos asegurado un asambleísta con esos datos. Podríamos tener una posición conservadora y decir: «Pues no se repiten las elecciones». Pero en todo momento, antes incluso de conocer los resultados, defendimos la repetición.

Pero queda fuera la repetición del voto presidencial.

Nuestra propuesta también contemplaba una repetición de las presidenciales [en el exterior]. Pero el CNE aplicó una repetición parcial en virtud de la sección de un artículo del Código de la Democracia que se acoge únicamente a aquellas dignidades que pueden verse afectadas con la cantidad de votos que tenemos en el exterior, que representa un 3%. Es decir, que no afecte a los resultados globales. Si ese 3% votara hipotéticamente a un partido, algo que no ocurriría en ningún caso, no alteraría los candidatos que han pasado a segunda vuelta.

Su partido, Revolución Ciudadana, ha resistido mejor de lo esperado en las urnas. Los sondeos recogían en las últimas semanas una caída de su candidata, Luisa González.

Todos los episodios que han ocurrido en los últimos días han sumido a la población en una sensación de miedo, pero también de hartazgo. Los que nos han llevado a esta situación son los que llevan años alimentando un discurso de confrontación, de polarización, de odio. Necesitábamos una vuelta del Estado. El estado desesperación de Ecuador es de tal magnitud que la gente está atravesando la selva del Darién, perdiendo la vida en esta ruta migratoria hacia Estados Unidos. Hay negocios que están cerrando por las extorsiones de los grupos mafiosos. Esto solo ha sido posible porque se ha disminuido el control del Estado hasta tal punto que las mafias políticas han terminado entrando en todas las instituciones. La gente no tiene ni siquiera medicinas en los hospitales. Por lo tanto, se ha producido una canalización a través del voto de las opciones que ha considerado la población que mejor podía responder a estas necesidades.

Ustedes esperaban pasar al balotaje. Pero ¿le ha sorprendido la llegada a segunda vuelta del candidato Daniel Noboa?

Sí, era un candidato relativamente poco conocido. Pero lo más importantes es que no ha pasado ninguno cuya bandera política fuera el anticorreísmo. Es importante para Ecuador hablar sin odio y discutir sobre dos modelos diferentes de país, que vuelvan los argumentos a la discusión política. Eso es un triunfo democrático.

¿Ha quedado atrás el debate entre correísmo o anticorreísmo o sigue muy presente esta fractura?

Ya no tanto. Seguramente vuelvan a citarlo para la segunda vuelta. Veremos cómo se posiciona el resto de candidatos. Noboa es un candidato de las oligarquías, pero su tono en la primera vuelta era diferente, por ejemplo, al de Otto [Sonnenholzner]. Eso es una buena noticia. Lo más más importante ahora es que se pueda desarrollar una segunda vuelta con normalidad, aunque para nosotros ir al balotaje tiene un efecto perjudicial para el país. Tendremos por varios meses a Guillermo Lasso, que viene gobernando en solitario, sin la Asamblea Nacional ni ningún otro contrapoder.

Jan Topic ha apoyado a Noboa para la segunda vuelta. ¿Esperan ustedes recibir el apoyo de algún candidato?

Más allá de los candidatos, esperamos que se puedan sumar apoyos de las causas. Hablamos de los movimientos ecologistas, feministas, indigenistas. De toda la gente que quiera construir un Estado fuerte. Porque la propuesta de Noboa es disminuir el Estado. Hay dos modelos claros que se van a confrontar.

¿A qué atribuyen este repunte de la violencia que solo en el primer trimestre del año ha contabilizado más de 1.300 asesinatos?

Unas 4.000 en lo que llevamos de 2023, según las cifras oficiales de la Fiscalía. Se debe a varios fenómenos. Primero, a la disminución del Estado, de la fuerza pública, de los medios y de los recursos. Sumado a que se ha movido la ruta del narcotráfico. De Colombia ha bajado hacia Ecuador. Ahora, una cantidad importante de la droga que entra a Europa lo hace a través del puerto de Guayaquil y llega hasta Amberes. Estas rutas cambian también por el comercio de fentanilo en Estados Unidos. Para resolver este tipo de cuestiones también se requiere una coordinación regional, y en este caso el liderazgo de Guillermo Lasso ha sido totalmente ausente. Esto también es una causa de la debilidad institucional para plantear soluciones a problemas que evidentemente son complejos. La cuestión del narcotráfico y su infiltración en el Estado no se puede resolver de la noche a la mañana. No somos ingenuos ni demagógicos. Pero también es cierto que solo es posible con un Estado fuerte, con alianzas internacionales y, en ese sentido, nuestra candidata Luisa González se reunió con las misiones diplomáticas y con representantes de la propia Unión Europea.

Ciudadanos ecuatorianos residentes en España trasladaban a LA RAZÓN que la responsabilidad del repunte de la violencia respondía al legado del correísmo. Mencionaban cuestiones como la de incluir la ciudadanía universal, desmantelar la base militar de Estados Unidos en Manta o aprobar la tabla del consumo de drogas.

Forma parte del argumentario de toda la gente que se ha dedicado a instalar relatos. Pero nosotros somos más de datos. Nosotros llegamos a ser, con la Revolución Ciudadana, el segundo país más seguro de toda América Latina. Implementamos un sistema integrado de seguridad con los mejores dispositivos tecnológicos. Incluso se desarticularon 4.000 bandas delincuenciales. Además de combatir los relatos interesados que quieren imponer, recordamos que, por ejemplo, Colombia cuenta con varias bases militares de Estados Unidos y nunca ha conseguido mejorar sus cifras. Lo único que nos dice la presencia de estas bases es que hay una cesión de soberanía. Más que pedir injerencia externa, lo que hay que recuperar es la presencia del Estado.

Les acusaban también de haber dado acceso a las instituciones a figuras próximas o a miembros de estas bandas de crimen organizado.

Esto no ha pasado nunca. Usted está hablando seguramente de la articulación de algunas bandas como los Latin King, pero eso es un fenómeno estudiado a nivel internacional. Existe mucha literatura al respecto. No se puede comparar con las bandas del narcotráfico que han tomado el poder. Hago un esfuerzo por intentar entender los argumentos, pero no hay ninguna base que se pueda corroborar con la realidad. Nosotros evidentemente no hacemos ningún pacto con nadie que esté fuera de la ley. Al contrario.

¿Qué análisis hace Revolución Ciudadana del asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio?

Condenamos rotundamente el asesinato. Por supuesto, exigimos que el Estado investigue. La seguridad de este candidato corría a cuenta del Estado, la propia familia se ha querellado contra el Estado. Tiene que haber una investigación, justicia y reparación. El asesinato de un candidato presidencial en un proceso electoral evidentemente es algo demencial y no puede ser tolerado en ninguna democracia. Pero es cierto que en Ecuador no pueden valer unas vidas más que otras. A diario son asesinadas varias personas. En el caso de Villavicencio, queremos que se esclarezca lo ocurrido. Nosotros rechazamos la utilización de la violencia como un arma política. Entendemos que en una democracia la batalla es dialéctica, nunca jamás con violencia.

El círculo de Villavicencio acusó del asesinato al entorno y a la herencia del correísmo.

Formaba parte de la estrategia de evitar que Luisa González saliera en primera vuelta. ¿A qué candidato que va líder en las encuestas le interesaría eliminar al que va quinto? Ni siquiera en una película de ficción se da una cuestión tan descabellada. Es un despropósito. Forma parte de ese clima de odio que intentan instalar y que ha sido derrotado por las urnas. Esperemos que por fin acabe, porque llevamos varios años de persecución política en Ecuador. Tenemos todavía líderes con la figura del asilo político tanto en Bélgica, el expresidente Rafael Correa, como en México.

Se critica la tutela que ejerce el expresidente Correa sobre Luisa González y la maquinaria de Revolución Ciudadana.

Hay una visión machista de la realidad en la que se nos resta agencia a las mujeres para tomar decisiones. Parece que si no hay un hombre que avala las decisiones, no tienen el mismo peso. Hay que empezar a superar estas cuestiones que nos lastran como sociedad y vencer esa misoginia interiorizada y, en este caso, reconocerle la agencia propia a Luisa González. Ella ya ha dicho que en caso de llegar a la Presidencia va a contar con la asesoría de Rafael Correa. Pero es que importantes gobiernos en América Latina ya lo hacen. Es parte de la normalidad democrática. Al final, los expresidentes también tienen roles importantes dentro de los gobiernos.

¿Va a ser González la candidata del correísmo para 2025?

Está anticipando debates. No tengo una bola de cristal y no sé lo que va a pasar en 2025. Habrá que ver qué es lo que decide nuestra organización política.