Máxima tensión
Al menos 25 soldados de la OTAN heridos en los choques en Kosovo
Once de los militares heridos en los enfrentamientos entre tropas de la OTAN y manifestantes serbios son italianos
El proceso de normalización de las relaciones entre Kosovo y Serbia, impulsado por la UE, vuelve a encontrarse con un nuevo tropiezo con la vuelta de la violencia étnica. La fuerza multinacional liderada por la OTAN en Kosovo (KFOR) ha pedido a las partes que cesen las hostilidades y eviten una nueva espiral de violencia. En una declaración, la KFOR ha anunciado el incremento de su presencia en cuatro municipios del norte de Kosovo para “garantizar un ambiente de protección y seguridad y la libertad de movimiento para todas las comunidades de Kosovo”.
En las últimas horas, los serbios del norte de Kosovo se enfrentaron a estas fuerzas de mantenimiento de paz e incluso llegaron a herir a 25 soldados Las hostilidades comenzaron cuando la minoría serbia de Kosovo se enfrentó a la policía kosovar después de intentar tomar las oficinas municipales. Las tensiones han sido in crescendo desde que los alcaldes de etnia albanesa tomaran posesión de sus cargos la semana pasada. Esta fuerza de la OTAN decidió salir al auxilio de la policía kosovar y los serbios respondieron tirando piedras y objetos, lo que hizo que la KFOR acabara utilizando gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento.
Tras las guerras de los Balcanes, Kosovo – la provincia de Serbia de mayoría de población albanesa- declaró su independencia de manera unilateral en el año 2008 con el padrinazgo de EEUU. Desde entonces, la mayoría de los países europeos le reconoce como un Estado independiente excepto cinco, entre ellos España. Bruselas lleva años intentando que los dos territorios normalicen sus relaciones, pero numerosas crisis se suceden. Uno de los puntos más peliagudos es el tratamiento recibido por las minorías serbias que viven al norte de Kosovo y que se sienten discriminadas. Rusia y China tampoco reconocen a Kosovo como Estado independiente lo que hace que Serbia sea próxima al Kremlin a incluso se haya negado a sumarse a las sanciones europeas contra Moscú por la guerra en Ucrania. Esta sintonía con Rusia también complica el acercamiento de Serbia a la UE y su entrada en el club comunitario también esta supeditada a la normalización de sus relaciones con Kosovo.
El Consejo de Seguridad de la ONU otorgó un mandato aprobado en 1999 que permite a la KFOR incrementar su presencia para apaciguar situaciones de violencia. “Llamamos a todas las partes a evitar acciones que puedan desatar las tensiones o causar una escalada”, asegura el documento de la KFOR. Esta fuerza liderada por la OTAN está dispuesta a “tomar todas las medidas necesarias” para preservar la seguridad “de una manera neutral e imparcial”.
Poco después se conoció que al menos 25 de los heridos son soldados de la OTAN. Pertenecen a la misión KFOR y once de ellos son militares italianos.
Según un comunicado de la OTAN, la Alianza Atlántica "condena enérgicamente los ataques no provocados contra las tropas de la KFOR en el norte de Kosovo, que han causado varios heridos. Estos ataques son totalmente inaceptables. La violencia debe cesar inmediatamente. Hacemos un llamamiento a todas las partes para que se abstengan de realizar acciones que exacerben aún más las tensiones y entablen un diálogo".
Asimismo, la KFOR indicó que "tomará todas las medidas necesarias para mantener un entorno seguro, y seguirá actuando con imparcialidad, de conformidad con su mandato en virtud de la Resolución 1244 de 1999 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas".
De acuerdo con EFE, cientos de serbios se manifestaron hoy en tres municipios del norte de Kosovo para exigir la retirada de los Ayuntamientos de nuevos alcaldes elegidos el pasado abril en unas elecciones boicoteadas por la comunidad serbia, mayoría en esos municipios.
Cientos de serbios se habían manifestado para exigir la retirada da los Ayuntamientos de nuevos alcaldes de la mayoría albanesa y que fueron elegidos en unos comicios celebrados en el mes de abril que fueron boicoteados por los serbios. Debido a esta situación, la participación fue apenas del · 3%, lo que ha contribuido aún más a que, para los serbios estas elecciones carezcan de legitimidad. Las tensiones comenzaron el pasado viernes e hicieron que la policía kosovar acabara entrando en algunos ayuntamientos para recuperar la calma. Desde la semana pasada, Serbia puso a su ejército en estado de alarma.
A principios del mes de mayo se produjo la última ronda negociadora en la capital comunitaria entre Serbia y Kosovo. Belgrado exige cierta autonomía para la población serbia minoritaria en Kosovo en áreas como economía, sanidad y educación antes de poder reconocer como un Estado soberano a la provincia de mayoría albanesa. La semana pasada, Belgrado ha votó en contra de que Pristina forme parte del Consejo de Europa, a pesar de que las dos partes pactaron no obstaculizar el ingreso de Kosovo en los foros internacionales.
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