Tragedia

Dos supervivientes y 179 muertos en el terrible accidente de un avión en Corea del Sur

Un fallo en el tren de aterrizaje podría haber provocado que la aeronave se saliera de la pista y se estrellara contra una valla

Un vuelo rutinario se transformó este domingo en la catástrofe aérea más devastadora de Corea del Sur en más de dos décadas, cuando un avión de Jeju Air se estrelló al intentar aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Muan, en la provincia de Jeonnam. Se trató de un Boeing 737-8AS que transportaba a 175 pasajeros y seis tripulantes, de los cuales tan solo dos lograron escapar a la tragedia. Este devastador siniestro ocurre en un contexto de inestabilidad política y económica en Seúl, tras la controvertida imposición de una ley marcial por parte del destituido presidente Yoon Suk-yeol, que ha generado una ola de indignación e incertidumbre en la nación.

El accidente se produjo en torno a las 9:03 horas (hora local) durante una maniobra de aterrizaje de un vuelo de Jeju Air procedente de Bangkok en el que viajaban las 181 personas, según fuentes de la Policía y los Bomberos citadas por la agencia surcoreana de noticias Yonhap. Hipótesis iniciales apuntan a que, tras salirse de pista, la colisión podría haberse producido fruto de un fallo del tren de aterrizaje, probablemente ocasionado por el impacto de un pájaro contra la aeronave. Los pilotos habrían tratado, sin éxito, una aproximación de emergencia y, al no haber logrado reducir la velocidad del avión antes de llegar al final de la pista, se estrellaron contra unas estructuras del borde exterior del recinto, quedando el fuselaje destrozado y envuelto en llamas. El número de víctimas mortales es el más alto en la nación asiática desde que un avión de Air China se estrelló cerca de Busan en 2002, y en el que fallecieron 129 personas, según la Red de Seguridad Aérea.

Tragendia en Corea del Sur
Tragendia en Corea del SurA. CruzLa Razón

Testigos presenciales describieron una escena de caos absoluto en el lugar del brutal choque, con los servicios de emergencia acelerando su llegada. Un pasajero sobreviviente, ubicado en la parte trasera de la aeronave, relató que se sintió como una "sacudida brutal", seguida de una densa nube de humo que invadió la cabina, según medios locales. Los ocupantes no tuvieron tiempo suficiente para reaccionar antes de que el fuego consumiera el avión.

Familiares de las víctimas se congregaron en el aeropuerto de Muan, ansiosos por recibir noticias sobre sus seres queridos, mientras los equipos de gestión de crisis brindaban asistencia. El gobierno surcoreano ha asegurado una investigación exhaustiva y ha prometido apoyo inmediato a las familias afectadas. "No escatimaremos esfuerzos para esclarecer las causas de este trágico incidente", afirmó un portavoz del Ministerio de Transporte en un comunicado oficial.

Por su parte, el consejero delegado de Jeju Air, Kim E-bae, emitió una disculpa oficial tras las declaraciones de las autoridades, que indicaron que es poco probable que haya más supervivientes. Kim aseguró que la compañía realizará un «esfuerzo sin cuartel» para abordar el mortal accidente. «Extendemos nuestro más sentido pésame a las familias de los que han perdido la vida. En estos momentos, la causa del percance es difícil de determinar, debemos esperar los resultados de la investigación oficial de los organismos pertinentes», añadió.

Este evento ha suscitado serias inquietudes sobre la seguridad en la aviación comercial y la eficacia de los protocolos de emergencia en situaciones críticas. El Boeing 737-8AS había comenzado a operar esta ruta hace menos de un mes, en el contexto de la reactivación de vuelos internacionales regulares en el Aeropuerto de Muan, tras un paréntesis de 17 años, según informaron fuentes de la compañía. En el sector de la aviación, han surgido críticas sobre lo prematuro de la introducción de estas operaciones. Un funcionario del sector señaló al Korea Times: «Este aeródromo no tiene mucha experiencia operando, ni siquiera en vuelos nacionales, y los apretados horarios de compañías de bajo coste como Jeju Air podrían haber sobrepasado su capacidad operativa".

Con todo, las circunstancias que rodean este evento están actualmente bajo investigación, mientras expertos en aviación analizan los factores que pudieron contribuir a esta calamidad en un aeropuerto que, hasta este momento, había mantenido un historial libre de incidentes significativos. Aún así, una avalancha de teorías conspirativas se desató en redes sociales. Los expertos advierten que los incidentes aéreos suelen surgir de una mezcla de fallos técnicos y errores humanos. La irresponsable difusión de especulaciones absurdas podría complicar las pesquisas y entorpecer la búsqueda de la verdad. Entre las ocurrencias que circulan, algunas incluso relacionan el desastre con prácticas chamánicas o sugieren la mano negra de Corea del Norte.

La aeronave involucrada en el accidente era el HL8088, un Boeing 737-8AS que fue entregado originalmente a Ryanair en septiembre de 2009. Este modelo operó hasta su retiro en noviembre de 2016. Tras un breve periodo de inactividad, fue transferido a la aerolínea coreana a principios de 2017. Desde entonces, ha estado realizando vuelos regulares, conectando el Aeropuerto de Dublín (DUB) con el Aeropuerto Internacional Heydar Aliyev (GYD) y el de Gimpo (GMP) en Seúl.

Fundada en 2005, Jeju Air se ha consolidado como uno de los pilares de la aviación surcoreana, operando con una flota de 42 aeronaves como aerolínea de bajo coste. Sin embargo, ha acumulado un historial de incidentes que han puesto en entredicho su gestión operativa. Entre ellos, en marzo de 2016, un Boeing 737-800, con matrícula HL8033, que realizaba el vuelo 7C-3402 desde Seúl a Saipán, experimentó un apagón de motor en pleno vuelo, un evento crítico que pudo haber tenido graves consecuencias. En octubre de 2018, otro Boeing 737-800, matrícula HL8049, sufrió un reventón de neumáticos al aterrizar en Jeju, lo que subraya la necesidad de revisar los protocolos de mantenimiento y aterrizaje. En septiembre de 2021, el vuelo 7C-133, con matrícula HL8089, estuvo a punto de abortar un aterrizaje debido a que los flaps y el tren no estaban correctamente posicionados; a pesar de la advertencia del primer oficial, el capitán decidió continuar con la toma, lo que resalta problemas en la comunicación en la cabina. Asimismo, en marzo de 2021, el vuelo 7C-264, bajo la matrícula HL8322, tuvo un contacto no deseado con la pista, tocando con el ala izquierda justo antes de aterrizar en Busan.

Fatalidades históricas en aerolíneas coreanas

El 6 de agosto de 1997, el vuelo 801 de Korean Air sufrió un accidente fatal durante su aproximación al Aeropuerto Internacional Antonio B. Won Pat en Guam, resultando en la trágica pérdida de 229 de los 254 ocupantes a bordo. Este incidente se clasifica como una de las catástrofes aéreas más severas en la historia de la aviación, lo que provocó una reevaluación exhaustiva de las normativas y prácticas de seguridad en el sector. Las investigaciones posteriores identificaron deficiencias críticas en la capacitación de pilotos, en la efectividad de las comunicaciones y en la tecnología de navegación utilizada en la aeronave. Como resultado, se implementaron reformas significativas que fortalecieron los protocolos de competencia de las tripulaciones y optimizaron los procedimientos para operaciones nocturnas y la gestión de recursos en cabina.

Por otro lado, el 1 de septiembre de 1983, el vuelo 007 de Korean Air ingresó inadvertidamente en el espacio aéreo restringido de la Unión Soviética. Clasificado erróneamente como un objetivo hostil, fue derribado por las fuerzas soviéticas, ocasionando la muerte de 269 personas. Este evento destacó la vulnerabilidad de las relaciones internacionales en el ámbito de la aviación y la imperante necesidad de un manejo más riguroso de las operaciones en regiones sensibles y de alta tensión geopolítica.