Guerra en Europa

Rusia castiga a Kiev con 215 proyectiles y drones

Además de la capital, Moscú golpeó las regiones de Zhitómir, Poltava y Dnipropetrovsk, en el centro de Ucrania; las de Járkov y Sumi en el noreste y la de Zaporiyia en el sureste

Los residentes de Kyiv y otras ciudades importantes de Ucrania, como Zaporiyia y Pavlograd, vivieron una noche de horror mientras Rusia bombardeaba el país invadido con al menos 60 misiles y 145 drones Shahed (Rusia/Irán) de largo alcance.

Uno tras otro, múltiples grupos de misiles balísticos Iskander (Rusia) y NK-23 (Corea del Norte), así como misiles X-101 y Kalibr, se aproximaron a las ciudades desde varias direcciones. Las defensas aéreas locales intentaron desesperadamente neutralizar la amenaza en medio de explosiones.

Cazas F-16 y Mirage persiguieron los drones y misiles de crucero, mientras sistemas antiaéreos Patriot y otros trabajaban para interceptar misiles balísticos. A pesar de los esfuerzos, al menos 12 personas murieron y más de 90 resultaron heridas solo en Kyiv, donde un edificio residencial de la era soviética en el distrito de Sviatoshin fue alcanzado por un misil balístico, según los primeros informes del Ministerio del Interior.

Mientras los incendios se desataban en diferentes partes de la ciudad, miles de personas corrieron a las estaciones de metro, entre las más profundas de Europa, para refugiarse. Otros, muchos en pijama, observaban conmocionados sus hogares dañados, algunos sosteniendo a sus mascotas.

En medio de las alarmas antiaéreas, los equipos de emergencia acudieron a los lugares atacados, desafiando el peligro, para remover escombros en un esfuerzo por rescatar a los sobrevivientes. “Por favor, aguanta un poco más, mi sol”, le dijo un rescatista a una mujer que luchaba por respirar, con solo la cabeza y la parte superior de su cuerpo visibles entre los restos de su hogar.

El sonido de los teléfonos se escuchaba entre los escombros, mientras familias y amigos intentaban confirmar si sus seres queridos habían sobrevivido o ayudaban a localizarlos. Dos niños seguían desaparecidos por la mañana, y el cuerpo de una mujer de 27 años fue rescatado más tarde en la tarde.

Liudmila Riabovun perdió a su madre, Olena Lunivna, en el ataque ruso. La mujer, que habría cumplido 85 años este año, era una persona llena de vida, contó Liudmila a la emisora pública “Suspilne”. “Odio a Rusia. Nos han traído tanto dolor, tantos niños han muerto, tanta gente”, expresó.

Cerca de ella, un grupo de adolescentes esperaba noticias de su amigo de 17 años, quien no respondía sus llamadas, sólo para descubrir que su cuerpo fue encontrado bajo los restos de su casa.

El jefe de la Administración Militar de Kyiv, Timur Tkachenko, informó que los heridos, incluidos al menos 12 niños, sufrían desde reacciones agudas al estrés hasta fracturas, cortes y heridas por metralla.

“Ucrania carece de sistemas de defensa aérea para derribar tal cantidad de misiles y drones”, destacó el ministro Klimenko. El presidente Volodímir Zelenski, de visita en Sudáfrica, instruyó a su Ministerio de Defensa contactar a los socios internacionales para avanzar en las promesas de suministro de defensas aéreas.

Zelenski señaló antes que Estados Unidos y otros aliados aún no han entregado los sistemas Patriot, capaces de interceptar misiles balísticos, prometidos en una cumbre de la OTAN el verano pasado. La semana pasada, Donald Trump rechazó la solicitud de Ucrania para adquirir sistemas Patriot y municiones.

Han pasado 44 días desde que Ucrania aceptó un alto el fuego total, siguiendo la oferta de Estados Unidos, subrayó Zelenski. Durante 44 días, Rusia ha seguido matando personas y evadiendo presión y responsabilidad, señaló. “Es vital que el mundo vea y entienda lo que realmente está pasando”.

"Las acciones de los invasores demuestran una vez más que la Federación Rusa no quiere la paz", reaccionó el general Oleksandr Sirski, el máximo comandante militar de Ucrania. "Todas sus actividades constituyen el asesinato deliberado de ucranianos y la destrucción de Ucrania".

“Bajo ataques anteriores, al menos entendíamos que Putin, quien ordena estos bombardeos masivos, estaba acorralado, aislado en todas las jurisdicciones civilizadas, un criminal reconocido”, argumentó Mijailo Tkach, un conocido periodista ucraniano.

“Pero ahora vemos que Putin es respetado por la nueva administración presidencial estadounidense¨, añadió en su página de Facebook. “El representante especial del presidente de EE.UU., Steve Witkoff, viaja, una vez más, a estrechar su mano y escuchar deseos que luego se transmitirán desde la Casa Blanca a un mundo cada vez menos civilizado”, escribió con amargura.

“Mientras dice buscar la paz, Rusia lanzó un ataque aéreo mortal en Kyiv”, reaccionó la jefa de la diplomacia de la UE, Kaja Kallas. “Esto no es una búsqueda de paz, es una burla. El verdadero obstáculo no es Ucrania, sino Rusia, cuyos objetivos de guerra no han cambiado”.

Los ucranianos sienten dolor y rabia, compartió el filósofo Volodimir Yarmolenko en redes sociales. “Transformemos nuestra ira en acción, en apoyo al ejército”, instó a sus compatriotas, mientras las fuerzas de defensa necesitan grandes cantidades de equipamiento, más allá de lo que el Estado puede proveer, para repeler los continuos asaltos rusos.