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La Unión Europea cede y ofrece a Trump un acuerdo para evitar una guerra comercial con Estados Unidos

La UE muestra unidad y pide un gesto a EE UU porque «ahora no nos sentimos suficientemente respetados»

La canicller alemana, Angela Merkel, conversa con el presidente francés, Emmanuel Macron, y la primera ministra británica, Theresa May, tras un encuentro en Sofía, Bulgaria / Ap
La canicller alemana, Angela Merkel, conversa con el presidente francés, Emmanuel Macron, y la primera ministra británica, Theresa May, tras un encuentro en Sofía, Bulgaria / Aplarazon

Europa no está dispuesta a someterse al yugo arancelario que Donald Trump ha decretado para el primero de junio sobre las exportaciones de acero y aluminio.

Europa no está dispuesta a someterse al yugo arancelario que Donald Trump ha decretado para el primero de junio sobre las exportaciones de acero y aluminio. Para sentarse a negociar, el bloque exige que Trump levante esa fecha límite a partir de la cual las empresas europeas tendrán que pagar una tasa del 25% sobre el acero y del 10% sobre el aluminio. La canciller alemana lo ha explicado con toda claridad a su llegada al Palacio Nacional de la Cultura de Sofía donde se ha celebrado la cumbre UE – Balcanes Occidentales: «Tenemos una posición común. Queremos una exección permanente y entonces estaremos preparados para hablar sobre cómo podemos reducir recíprocamente las barreras al comercio».

El primer ministro belga también actuó como portavoz de la decisión conjunta acordada entre los jefes de Estado y de Gobierno durante la cena de trabajo que mantuvieron ayer por la noche en Sofía. «No habrá negociaciones con Estados Unidos baja amenaza. Este es un principio muy importante. Esa fue la posición que todo el mundo defendió anoche. Tiene que haber un gesto por parte de Estados Unidos que no va a haber amenazas de sanciones. Sólo podremos negociar en una lógica de respeto y en este momento no sentimos que estemos siendo suficientemente respetados».

Por su parte, el presidente de la Comisión Europea,Jean-Claude Juncker, ha ofrecido este jueves a Trump una rebaja de los impuestos a las importaciones de coches procedentes del país norteamericano a cambio de que Washington decida excluir definitivamente al bloque comunitario de los aranceles que aplica al acero y el aluminio.

"Tengo que ser muy claro de nuevo: queremos una exención ilimitada de las medidas arancelarias propuestas. Si Europa obtiene una exención ilimitada, estamos preparados para comenzar conversaciones con nuestros socios transatlánticos", ha asegurado el luxemburgués en una rueda de prensa en Sofía (Bulgaria) tras la cumbre informal de los líderes europeos con los países de los Balcanes.

El jefe del Ejecutivo comunitario ha ofrecido a Trump cuatro puntos concretos a cambio de que excluya a la UE de los aranceles al acero y al aluminio el presidente estadounidense anunció hace unos meses. El bloque comunitario goza actualmente de una exención temporal que finaliza el próximo 1 de junio.

En este contexto, Juncker ha planteado mejorar recíprocamente el acceso a los mercados de ambas partes, principalmente para productos comerciales, entre ellos los coches. Dentro de este punto, también ha propuesto mejorar el acceso a los procedimientos de contratación pública, algo que la UE perseguía cuando Bruselas y Washington todavía negociaban el TTIP.

El luxemburgués también ha ofrecido a Trump profundizar la cooperación energética, en especial sobre el gas natural licuado, y facilitar la cooperación voluntaria entre los reguladores de ambas partes, aunque "fuera de un marco de negociaciones comerciales".

Por último, la oferta de Juncker incluye la posibilidad de que la UE y Estados Unidos defiendan juntos una reforma en los estatutos de la Organización Mundial de Comercio (OMC) para "garantizar la igualdad de condiciones para todos".

El presidente de la Comisión Europea ha advertido, sin embargo, de que las conversaciones sobre estas cuestiones sólo comenzarían si Estados Unidos excluye definitivamente a la UE de las medidas arancelarias sobre el acero y el aluminio.

"No negociaremos con una espada de Damocles sobre nuestras cabezas. Es una cuestión de dignidad", ha subrayado.

Los jefes de Estado y de Gobierno debatieron esta cuestión, así como la decisión de Trump de abandonar el acuerdo nuclear con Irán, durante la cena informal que tuvieron este miércoles, también en la capital búlgara.

Tanto Juncker como el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, se pronunciaron en torno a la ruptura estadounidense del pacto multilateral sobre el programa nuclear iraní, un pacto que la UE quiere salvar a toda costa al considerarlo una buena herramienta para estabilizar una región muy sensible.

"Mientras los iraníes respeten sus compromisos, la UE evidentemente apoyará el acuerdo", dijo Juncker, quien agregó que la UE tiene "el deber de proteger las empresas europeas y especialmente a las pequeñas y medianas empresas".

Porque la UE debe "reaccionar"ante la decisión de Trump, Juncker volvió a esbozar la posibilidad de recurrir en el dossier iraní a una serie de medidas adoptadas en 1996 para proteger a las firmas europeas de la Ley Helms-Burton estadounidense contra Cuba, que estipula que en determinados supuestos los tribunales de terceros países no tiene validez sobre la UE.

A ello se sumará un paquete financiero del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para canalizar fondos a empresas europeas que quieran desarrollar su negocio en Irán.

En ese sentido, Juncker recordó que el comisario europeo de Energía y Acción Climática, el español Miguel Arias Cañete, viajará el viernes a Teherán para "continuar con los intercambios con las autoridades iraníes".

Tusk, por su parte, subrayó que no es fácil asumir que un "amigo cercano"como tradicionalmente se considera en la UE al presidente de EEUU actúe de manera "impredecible".

El presidente español. Mariano Rajoy, volvió anoche a Madrid tras la cena de líderes en Sofía. España estará representada por el Embajador Permanente ante las instituciones europeas en señal de protesta por el tratamiento de Estado que se está teniendo con Kosovo, provincia serbia que declaró unilateralmente su independencia en 2008.