Defensa
Los mortales drones rusos ahora vienen equipados con algo todavía más temible
Ha comenzado a trascender el uso de drones Shahed por parte de Rusia para desplegar minas anticarro en Ucrania
Rusia está utilizando sus drones Shahed para una nueva táctica en el conflicto ucraniano. Estos aparatos, conocidos por su despliegue a gran distancia, están siendo adaptados para sembrar minas antitanque, emulando estrategias empleadas previamente por Ucrania. Este desarrollo introduce un nuevo y notable desafío para las fuerzas ucranianas y la población civil.
Asimismo, esta nueva capacidad se ha observado en un vídeo difundido en redes sociales, donde los drones de ala delta desprenden minas antitanque PTM-3. Cada proyectil se suelta de un cartucho adherido a la parte inferior del fuselaje del dron, mediante una pequeña carga explosiva. Este sistema ya habría provocado la inhabilitación de vehículos ucranianos.
No obstante, la primera constancia pública de esta adaptación se produjo la semana pasada, cuando la Policía Nacional de Ucrania (NPU) reveló el hallazgo tras derribar uno de estos drones en la región de Sumy. La NPU ha advertido de que este método permite al enemigo minar a distancia carreteras y terrenos agrícolas, lo que amplifica el peligro en zonas no consideradas directamente de combate.
El temible shahed se reinventa en el frente
En este contexto, según informa The War Zone, la mina PTM-3 es un artefacto antitanque dispersable de origen soviético. Se puede desplegar tanto manualmente como desde vehículos, artillería o helicópteros. Este explosivo, de pequeño tamaño y cubierta de plástico, incorpora una espoleta magnética que lo detona al detectar maquinaria cercana o en movimiento. Se arma transcurridos sesenta segundos y se le atribuye un dispositivo antimanipulación que reacciona al movimiento.
Además, la integración de la capacidad de minado en los Shahed es la última evolución de una herramienta de diseño iraní que Rusia empezó a usar en septiembre de 2022. Desde entonces, estos drones, conocidos por su alcance de más de 1.000 kilómetros, han sido mejorados constantemente, añadiendo nuevas capacidades como motores a reacción y tácticas para evadir las defensas aéreas. Rusia está incrementando sustancialmente su producción, con una cifra actual de 2.000 unidades al mes, con planes de triplicar esta cantidad.
Por otro lado, la forma exacta en que Rusia está empleando esta nueva capacidad de minado todavía no está clara. Podría tratarse de operaciones experimentales cerca de la línea del frente, con control humano en tiempo real, lo que permitiría un uso más ágil de los drones. Sin embargo, si los Shahed operan de forma autónoma siguiendo rutas programadas, la amenaza de minar carreteras a cientos de kilómetros de profundidad en Ucrania representaría un riesgo importante en zonas donde no se esperaría la presencia de minas. Expertos señalan que Ucrania ya utiliza drones pesados para la colocación precisa de miles de minas PTM-3, lo que sitúa a Rusia por detrás en esta técnica.
En este sentido, los Shahed no son los únicos drones rusos que emplean las PTM-3; Moscú también ha comenzado a instalar estas minas como cabezas explosivas principales en sus municiones merodeadoras Lancet. Con un peso total de 4,9 kilogramos, las PTM-3 proporcionan una carga mucho mayor que la ojiva estándar KZ-6. La proliferación de Shaheds y la abundancia de minas PTM-3 plantean un peligro adicional para el sistema logístico ucraniano, ya bajo una presión considerable debido al constante uso de drones de ataque por parte de Moscú.