
Francia
Así habla un sicario de la mafia marsellesa de tan solo 14 años: "Si hubiera tenido una vida fácil no estaría aquí"
El periódico Le Parisien accede a los interrogatorios de un joven francés que asesinó de un tiro en la nuca a un conductor de VTC el año pasado

En una entrevista publicada por Le Parisien, un joven conocido como “Pepito” ha revelado con crudeza su trayectoria como sicario al servicio de la DZ Mafia, una organización criminal activa en Francia. A sus recién cumplidos 15 años, Pepito relata cómo fue reclutado por la red delictiva cuando apenas tenía 14, y cómo desde entonces ha participado en múltiples asesinatos por encargo. “A los 14 años me dije que matar es fácil”, confiesa, en una frase que resume el impacto psicológico y social de su historia.
El testimonio, recogido en el marco de una investigación judicial, ofrece una mirada sin precedentes al funcionamiento interno de las mafias juveniles en Francia. Pepito describe un entorno donde la violencia se normaliza desde edades tempranas, y donde el asesinato se convierte en una herramienta de ascenso dentro de la jerarquía criminal. “Cuando matas, te respetan. Te temen. Y eso te da poder”, afirma, explicando cómo la DZ Mafia le ofreció dinero, protección y reconocimiento a cambio de obediencia absoluta.
El perfil de un sicario precoz
El joven narra que su primer encargo fue ejecutar a un hombre en una zona residencial, y que lo hizo sin vacilar. “Me dieron una pistola, me dijeron dónde estaba, y fui. No pensé en nada. Solo en hacerlo bien”, recuerda. Desde entonces, su implicación en la organización se intensificó, convirtiéndose en uno de los ejecutores más jóvenes del grupo. Su relato incluye detalles sobre cómo se preparaba para cada misión, cómo se le entrenaba para no dejar rastros, y cómo la DZ Mafia utilizaba redes sociales para reclutar y adoctrinar a menores.
Pepito también habla de su entorno familiar, marcado por la ausencia de figuras protectoras y por la exposición constante a la violencia. “En mi barrio, si no eres fuerte, te comen. Yo decidí ser el que dispara, no el que recibe”, dice, justificando su elección como una forma de supervivencia. El joven ha sido condenado por varios delitos graves, incluyendo homicidio, y actualmente se encuentra bajo custodia en un centro de detención juvenil.
El caso de Pepito ha generado una fuerte reacción entre las autoridades judiciales y los expertos en criminología. La fiscalía considera que su testimonio puede ser clave para desmantelar parte de la estructura operativa de la DZ Mafia, especialmente en lo que respecta al uso de menores como sicarios. “Estamos ante una forma de esclavitud moderna, donde niños son convertidos en armas humanas”, declaró un magistrado vinculado al caso.
Organizaciones de protección infantil han denunciado la falta de mecanismos eficaces para prevenir el reclutamiento de menores por parte de redes criminales. El uso de redes sociales como herramienta de captación ha sido identificado como un factor clave en la expansión de estas mafias. “Los jóvenes son seducidos por promesas de dinero fácil, respeto y poder. Pero lo que reciben es una vida marcada por la violencia y la cárcel”, advierte un especialista en prevención juvenil.
Un fenómeno que va en expansión
La DZ Mafia, originaria de zonas periféricas de París, ha extendido su influencia a otras regiones del país, operando en sectores como el tráfico de drogas, la extorsión y el sicariato. El caso de Pepito no es aislado, ya que las autoridades han detectado un aumento preocupante de menores implicados en delitos graves, lo que ha llevado al Ministerio del Interior a anunciar nuevas medidas de vigilancia y prevención.
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