Tensión en Europa

Nord Stream, Groenlandia y Ucrania: las "afrentas" que Rusia no perdona a Dinamarca

Moscú ha aumentado su hostilidad hacia Copenhague "Tomaremos medidas de carácter militar", avisó hace unas semanas su portavoz de Exteriores

De izquierda a derecha: el ministro de Defensa danés, Troels Lund Poulsen; el ministro de Justicia danés, Peter Hummelgaard; el jefe de policía, Thorkild Fogde; y el jefe de Defensa, Michael Hyldgaard, ofrecen una conferencia de prensa
De izquierda a derecha: el ministro de Defensa danés, Troels Lund Poulsen; el ministro de Justicia danés, Peter Hummelgaard; el jefe de policía, Thorkild Fogde; y el jefe de Defensa, Michael Hyldgaard, ofrecen una conferencia de prensaASSOCIATED PRESSAgencia AP

La relación entre Rusia y Dinamarca atraviesa uno de sus momentos más tensos, marcada por acusaciones de espionaje, amenazas militares y choques en torno a la guerra en Ucrania y la seguridad europea. La reciente detección de drones en el espacio aéreo danés, que la primera ministra danesa cree que podrían estar vinculados a Moscú, ha vuelto a poner en primer plano los roces entre ambos países. Aunque no hay confirmación oficial sobre el origen de los drones que han obligado a cerrar varios aeropuertos, las miradas se centran, una vez más, en Moscú, que según muchos analistas ha puesto a Dinamarca en el centro de la diana.

Hay varios puntos de fricción entre ambos países, pero el detonante más reciente sería la decisión de Copenhague de acoger la producción de combustible para el nuevo misil ucraniano de largo alcance Flamingo, que abrirá la empresa ucraniana Fire Point en diciembre. Rusia ataca a diario la industria militar ucraniana, por lo que Kiev está deslocalizando a países de la OTAN algunas fábricas. Moscú considera este paso como una amenaza directa a su seguridad. La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, advirtió semanas atrás de que Rusia “tomará medidas de carácter militar” en respuesta, acusando a Dinamarca de promover una “política hostil y militarista” que dificulta cualquier salida diplomática a la guerra.

Otro foco de fricción es la investigación de las explosiones en los gasoductos Nord Stream, ocurridas en 2022 en aguas danesas y suecas. Rusia ha exigido repetidamente participar en las pesquisas, algo que Copenhague ha rechazado. Para Moscú, esa exclusión confirma lo que denomina un “encubrimiento” por parte de Occidente.

Dinamarca también ha anunciado un aumento sustancial de su gasto en Defensa, hasta el 3,2 % del PIB, en respuesta a la amenaza rusa. Su posición geográfica le otorga un papel clave en el Ártico, a través de Groenlandia y las Islas Feroe, regiones de gran interés estratégico para Moscú. Rusia percibe la ampliación de las capacidades militares danesas y de la OTAN en esa zona como un intento de contener su influencia.

El servicio de espionaje danés ha alertado recientemente de que Rusia se prepara para un posible conflicto con la OTAN en los próximos cinco años, y ha acusado a Moscú de campañas de desinformación para sembrar discordia entre Dinamarca y Estados Unidos. Un ejemplo fue la difusión de noticias falsas sobre Groenlandia, que buscaban avivar tensiones en el Ártico y debilitar la unidad transatlántica.