
Tensiones
El Gobierno japonés anuncia que detectó un submarino nuclear ruso atravesando el estrecho de Soya, en Hokkaido
Se trata de la primera vez que Japón confirma la presencia de un Borei, clase de submarino capaz de lanzar misiles balísticos con ojivas nucleares, en ese paso estratégico

El Ministerio de Defensa de Japón informó el miércoles que un submarino nuclear ruso clase Borei, acompañado por un crucero de misiles guiados clase Slava y un remolcador de rescate Bakrazan, cruzaba hacia el oeste el estrecho de Soya, en la isla septentrional de Hokkaido. El avistamiento ha encendido las alarmas en Tokio, que advierte un incremento sostenido de la actividad naval rusa en el Pacífico, justo en las cercanías de un aliado clave de la OTAN.
El Ministerio subrayó que es la primera ocasión en la que la Fuerza de Autodefensa Marítima detecta y confirma la travesía de un Borei, un modelo diseñado para transportar hasta dieciséis misiles balísticos intercontinentales, cada uno con capacidad para albergar seis ojivas nucleares, según cálculos de la Federación de Científicos Estadounidenses.
La flotilla rusa avanzó por aguas internacionales, pero lo hizo tan cerca de territorio japonés que obligó a activar protocolos de vigilancia reforzada.
Moscú y Beijing multiplican sus pasos por la zona
El paso del submarino nuclear se produjo apenas días después de que tres buques de la Armada china, dos destructores clase Luyang III y un buque de abastecimiento Huqi, realizaran la ruta inversa, hacia el este, por el mismo estrecho.
La coincidencia de maniobras rusas y chinas en un intervalo tan breve ha reavivado la preocupación en Tokio, que observa cómo ambas potencias ensayan despliegues coordinados o al menos paralelos en el Indo-Pacífico.
En julio, el presidente Vladímir Putin dejó claro el valor que otorga a estos activos: “Los submarinos desempeñan un papel clave para garantizar la soberanía y la seguridad del país”.
La declaración cobra ahora mayor peso para Japón, que contempla cómo la flota submarina estratégica rusa, compuesta por tres unidades Borei y cinco Borei-A, según Naval News, patrulla cada vez con mayor frecuencia cerca de sus costas.
El estrecho de Soya, punto de paso obligado entre el mar de Okhotsk y el Pacífico, se ha convertido en un corredor por el que flotas rusas y chinas transitan de manera recurrente, lo que presiona a Tokio a incrementar la vigilancia aérea y marítima en la región. Frente a esta dinámica, el Gobierno japonés ha iniciado consultas con Estados Unidos y otros socios democráticos para reforzar su postura defensiva en el norte del archipiélago.
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