Elecciones en Turquía

“La oposición a Erdoğan lo tiene casi imposible de cara a la segunda vuelta”

El analista turco de política exterior y seguridad, Ömer Özkizilcik, vaticina una victoria holgada del actual presidente

Supporters of President Recep Tayyip Erdogan cheer outside AKP (Justice and Development Party) headquarters in Istanbul, Turkey, Sunday, May 14, 2023. More than 64 million people, including 3.4 million overseas voters, were eligible to vote. (AP Photo/Khalil Hamra)
Turkey ElectionsASSOCIATED PRESSAgencia AP

El hombre fuerte de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan, resistió mejor de lo esperado la primera vuelta de las elecciones presidenciales y legislativas ante el desafío presentado por la Alianza Nacional, una heterogénea coalición de seis partidos que unió fuerzas para desbancarle después de dos décadas en el poder. Con una mayoría asegurada en el Parlamento, el actual presidente deberá hacer valer su ventaja para certificar dentro de dos semanas su continuidad al frente del Estado para los próximos cinco años. El analista de política exterior y seguridad Ömer Özkizilcik responde a las preguntas de LA RAZÓN para conocer las claves de la primera vuelta y despejar las incógnitas de la segunda y definitiva, fijada para el 28 de mayo.

¿Le han sorprendido los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales?

En absoluto. De hecho, esperaba que Erdoğan ganara en primera vuelta. Lo que sí me sorprendió fue que [el candidato ultranacionalista] Sinan Oğan consiguiera tantos votos, la mayoría procedentes de la base de apoyo tradicional de Erdoğan. Esta fue la verdadera sorpresa de las elecciones, aunque los medios de comunicación internacionales y el público turco tienen una percepción bastante diferente, lo que responde a las siempre poco fiables encuestas turcas.

¿Cuál es el escenario más probable para la segunda vuelta?

Una clara victoria para Erdoğan, que puede incluso batir su propio récord. Sabiendo que Oğan pescó buena parte de sus votos de la base electoral de Erdoğan, podemos anticipar que los que le eligieron en primera ronda votarán por el actual presidente en la segunda. Algunos votantes de Oğan ni siquiera acudirán a las urnas, y desde luego pocos lo harán por [el principal aspirante, Kemal] Kılıçdaroğlu. También podemos esperar que muchos votantes de Kılıçdaroğlu no vayan a votar en segunda vuelta por la decepción y los malos resultados de la primera.

¿Qué factores cree que han lastrado a la oposición? ¿Qué debe hacer en las próximas dos semanas para recuperar terreno?

El bloque opositor lo tiene muy difícil, casi imposible, de cara a la segunda vuelta. Ha cometido grandes errores al no posicionarse claramente en contra de la secta [del clérigo Fethullah] Gülen, odiada en Turquía por su implicación en el golpe de Estado de 2016, por negociar con el partido prokurdo de la Izquierda Verde y, sobre todo, por ser incapaz de trasladar a los votantes una imagen de confianza para sustituir a Erdoğan. Muchos votantes han considerado que un traspaso de poder haría entrar a Turquía en un periodo de caos e inestabilidad. Ahora, la oposición se está desintegrando. Tras la más que probable derrota en segunda vuelta, Kılıçdaroğlu deberá poner fin a su carrera política y el bloque opositor se enzarzará en una lucha interna para decidir quién será el nuevo líder.

¿Cree que las elecciones han sido libres, justas y competitivas?

Las elecciones turcas son claramente libres, fueron competitivas, y hemos visto que el proceso electoral, el proceso de recuento... todo fue libre y fácil. Sólo hubo algunos problemas con las agencias Anadolu y Anka [la primera controlada por el Gobierno y la segunda independiente, aunque vinculada al principal partido de la oposición, el centroizquierdista CHP], cuando, al principio, recogieron resultados diferentes. Pero al final declararon casi los mismos. Ahora bien, un Gobierno siempre parte con ventaja en el proceso, porque puede utilizar muchos más recursos. En este caso, Erdoğan contó con más cuota de pantalla en televisión que la oposición, por lo que llegó a más gente.