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OTAN: Trump desprecia a sus aliados y apuesta por Brasil como nuevo socio

El presidente de Estados Unidos volvió a despreciar a sus viejos socios de la Alianza Atlántica y valoró la posibilidad de adherir a Brasil a la OTAN

Trump regaló una camiseta de la selección de fútbol estadounidense a Bolsonaro / Ep
Trump regaló una camiseta de la selección de fútbol estadounidense a Bolsonaro / Eplarazon

El presidente de Estados Unidos volvió a despreciar a sus viejos socios de la Alianza Atlántica y valoró la posibilidad de adherir a Brasil a la OTAN.

Trump no pierde ocasión para desarbolar algunas de las convenciones de la vieja geopolítica. Ayer, mientras ejercía de anfitrión de Bolsonaro, volvió a despreciar a sus viejos socios de la Alianza Atlántica. En esta ocasión, el bombazo tenía que ver con la posibilidad de adherir a Brasil a la OTAN. Aseguró que su Gobierno está valorando «muy seriamente» pedir a la Alianza que articule una fórmula para que Brasil pueda disfrutar de los beneficios del bloque militar.

Una audacia típicamente trumpiana que multiplica su efecto desestabilizador al afirmar que «vamos a analizarlo detalladamente, veremos si se trata de la OTAN o de algo que tenga que ver con una alianza». O sea, con la posibilidad de forjar algún tipo de vínculo militar y político que de alguna forma sea espejo de la alianza con Europa. De paso añadió que su país apoyará el ingreso de Brasil en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) a la que Brasil aspira. Pero el titular explosivo tiene que ver con la OTAN y el país carioca. Que abre la puerta a ampliar la Alianza Atlántica hacia el Cono Sur, y cabe recordar que el nombre completo es la Organización del Tratado del Atlántico Norte, o incluso a duplicarla al margen y con nuevos socios.

Nada nuevo visto el historial de desplantes hacia países aliados como Alemania y Francia, a los que ha acusado en numerosas ocasiones de malos pagadores. Tampoco sorprende al recordar sus amenazas contra la Europa del Este, de la que exige mucha más implicación y, por supuesto, al rememorar sus continuas delicadezas hacia la Rusia de Vladimir Putin. Si acaso Trump ha añadido un nuevo y sorprendente capítulo en la nutrida saga de las fanfarronerías contra los cimientos atlantistas.