Elecciones

Pieter Omtzigt, el favorito que no quiere ser primer ministro de Países Bajos

El político democristiano acude a las elecciones con un nuevo partido que quiere regenerar la vida política holandesa

Pieter Omtzig hace campaña en Diemen (Países Bajos)
Pieter Omtzig hace campaña en Diemen (Países Bajos)VINCENT JANNINKEFE/EPA

En un panorama político tan fragmentado como el holandés, en el que todo apunta que ninguna formación conseguirá un 25% de los sufragios y cuatro partidos se disputan ser la fuerza más votada, son habituales las estrellas emergentes. No hay ninguna duda de que en estos comicios el político de moda es el democristiano Pieter Omtzig. Aunque no es precisamente una cara nueva, concurre a las elecciones de este miércoles con su nueva fuerza denominada Nuevo Contrato Social después de haberse peleado con su antigua fuerza política, CDA. Algunas encuestas vaticinan que incluso puede ser el político más votado y ser el sucesor de Mark Rutte, aunque él dice no tener muy claro si quiere ser primer ministro.

Omtzigt, nacido en la Haya en 1974, lleva 20 años siendo diputado, pero sus malas relaciones con los democristianos comenzaron cuando se alzó en contra de su formación política por la forma de tratar es escándalo de racismo institucionalizado que saltó a la luz en el año 2021. Entonces se descubrió que familias de inmigrantes fueron perseguidos por la Hacienda Holandesa, debido a su origen ( la mayoría de ellos turcos y marroquíes a los que en su expediente se había señalado su segunda nacionalidad) , acusados de haber recibido ayudas públicas que no les pertenecían para cuidar a sus hijos. Muchos de ellos acabaron arruinados al tener que devolver a Hacienda ingentes cantidades de dinero. La inmigración es un tema especialmente controvertido en Países Bajos, a este escándalo hay que sumarse que las convocatoria de estas elecciones ha venido propiciada por discrepancias en la coalición de gobierno saliente por la política de refugiados y los límites a la reunificación familiar. La propia ministra de Justicia y líder de los liberales, Dilan Yesolgöz- Zegerius defiende una política más restrictiva a pesar de que ellas llegó como demandante de asilo desde Turquía cuando tenía ocho años y se benefició de las leyes de reunificación familiar holandesas.

Omtzigt batalló en defensa de estas familias, lo que no sentó bien a sus partido. Primero decidió permanecer en su escaño como independiente hasta que en el mes de agosto dio un paso al frente y presentó su propio proyecto. Tiene fama de una persona moderada, dialogante y honrada. Esto puede hacer que muchos de los votantes indecisos acaben dándole como ganador, necesitados de savia nueva, tras 13 años en el que el Gobierno ha estado presidido por el liberal Mark Rutte, conocido por su habilidad para soportar cualquier crisis.

Omtzigt quiere impulsar una reforma de la administración holandesa si bien reconoce que los cambios profundos que requiere el país no son fáciles a corto plazo. A pesar de haber defendido a los inmigrantes acusados falsamente de fraude, también es partidario de reducir su llegada a 50.000 al año, incluidos los trabajadores, estudiantes y refugiados. Además también pretender aumentar la oferta educativa en neerlandés en las universidades, ya que en los últimos años han aumentado las facultades que ofrecen estudios en inglés, lo que él ve como una amenaza a la lengua del país.

Pase lo que pase en los comicios, las negociaciones amenazan con ser arduas y se da por sentado que costará meses formar una nueva coalición de Gobierno que podría albergar hasta cinco o seis partidos.