Defensa
Ni pilotos de élite ni años de entrenamiento: la nueva 'bestia' del Pentágono se comanda con una tablet
El futuro de la guerra aérea ya está aquí: un sargento estadounidense, sin ser piloto, ha dirigido un helicóptero Black Hawk con una tableta y menos de una hora de entrenamiento durante unas complejas maniobras militares

La idea de que un helicóptero de combate Black Hawk, una de las aeronaves militares más complejas del mundo, pueda ser controlado con una simple tableta por alguien sin experiencia de vuelo parece sacada de una película de ciencia ficción. Sin embargo, esto es exactamente lo que ha sucedido en Estados Unidos durante unas maniobras militares recientes. Un sargento del ejército estadounidense, sin ser piloto, ha comandado con éxito uno de estos aparatos, demostrando que el futuro de la aviación autónoma ya está aquí.
De hecho, el cerebro detrás de esta proeza es el software de autonomía MATRIX, integrado en un sistema de pilotaje opcional (OPV) que se instaló en un Sikorsky UH-60. Esta plataforma tecnológica, que en sus orígenes recibió el impulso de DARPA —la agencia de investigación avanzada del Pentágono—, es la que permite que el helicóptero ejecute misiones de alta complejidad sin la intervención de un piloto a los mandos, abriendo la puerta a una nueva era en las operaciones aéreas. Esta revolución tecnológica no se limita al aire, pues ya se están desarrollando barcos robot capaces de lanzar sus propios drones para operaciones navales complejas.
En este sentido, la prueba definitiva de la madurez del sistema la protagonizó un sargento sin experiencia previa en vuelo, a quien le bastó menos de una hora de formación para hacerse con los mandos a través de la interfaz de la tableta. Este hito no solo pone de manifiesto la sencillez de uso de la tecnología, sino también su potencial para reducir la carga de trabajo y los riesgos para las tripulaciones en entornos hostiles. La automatización para proteger al personal es una tendencia en auge, y prueba de ello es que incluso los buques de guerra de Estados Unidos emplearán robots militares para sus tareas de defensa cercana.
Una demostración de fuerza en maniobras militares
Asimismo, la capacidad del helicóptero fue puesta a prueba en el marco del ejercicio Northern Strike 25-2. Durante estas maniobras, el Black Hawk autónomo completó con éxito una serie de misiones críticas en un escenario de combate simulado, tal y como ha informado el medio The War Zone. Entre las tareas realizadas se incluyeron lanzamientos de paracaidistas, una evacuación médica simulada y, de forma notable, el transporte de cargas pesadas. La aeronave fue capaz de mantener un vuelo estacionario totalmente estable para que el personal en tierra enganchara de forma segura un peso externo de casi 1.315 kilogramos.
Por otro lado, es importante señalar que, debido a la estricta normativa de la Administración Federal de Aviación estadounidense (FAA), todas estas operaciones se llevaron a cabo con un piloto de seguridad a bordo como medida de precaución obligatoria. Esta tecnología, además, sienta las bases para el desarrollo del U-Hawk, una versión del helicóptero concebida para operar de forma completamente no tripulada, como un dron de gran envergadura. Este enfoque en la operación no tripulada se alinea con las nuevas doctrinas militares, que exploran el uso de munición inteligente capaz de atacar en enjambres para saturar las defensas enemigas.
Con todo, las aplicaciones de este avanzado sistema de autonomía no se limitan únicamente al campo de batalla. La versatilidad de la plataforma MATRIX ya ha demostrado su enorme potencial en escenarios civiles, donde podría revolucionar las operaciones de emergencia y logística. Ya se han realizado pruebas exitosas de su uso en la extinción de incendios forestales, lo que anticipa un futuro en el que estas aeronaves no tripuladas podrían jugar un papel crucial en la protección civil.