Opinión

Política de shock y reajuste

Trump vuelve a marcar la agenda y todos quieren hablar con él

AME8403. BUENAVENTURA (COLOMBIA), 11/04/2025.- Fotografía de contenedores este jueves, en el puerto de Buenaventura (Colombia). El Gobierno colombiano enviará cartas formales al de EE.UU. para buscar una negociación que permita la disminución o la eliminación del arancel del 10 % establecido por el presidente estadounidense, Donald Trump, informaron este viernes fuentes oficiales. EFE/ Ernesto Guzmán
Un puerto con contenedores Ernesto GuzmánAgencia EFE

¿Cómo comprender al presidente Trump con respecto a la imposición de aranceles? El actual secretario de comercio norteamericano, y amigo personal de Trump desde hace tres décadas, Howard Lutnick, participó en el podcast «All-In in DC!». Durante unos minutos intentó dar una perspectiva diferente sobre la política arancelaria de su jefe. Lo primero, reconocen que la idea no es mantenerlos por mucho tiempo.

Ergo, significan una herramienta de shock que les permite llegar con músculo a cualquier negociación con sus pares extranjeros. Por ejemplo, si China quiere acceder al mercado estadounidense, debe pagar ese «peaje». Si no quieren pagarlo, pueden dejar de exportar a EE UU, lo cual da poder de negociación a EE UU. Adicionalmente, la estrategia les permitiría alcanzar un reajuste en su propia economía, en el mediano y largo plazo. Así, la apuesta se traduce en recaudar más dinero por las importaciones, lo cual puede ayudar a reducir el déficit. En segundo lugar, los aranceles buscan estimular lo «Hecho en USA».

Por ejemplo, la empresa japonesa Honda ha decidido mudar parte de su fábrica a Indiana. Con ello, evitará el arancel y contratará mano de obra norteamericana. Pero, cabe la pregunta, ¿y no subirán en exceso los precios? Lutnick argumenta que los exportadores ajustarían sus márgenes y habría mayor competencia. Trump desafía a la historia. Expertos economistas afirman que no hay posibilidad de éxito; «en el pasado nunca la habido». Ciertamente, coinciden Trump y sus amigos que los resultados positivos del shock tardarán en venir. ¿Quién tendrá razón? No lo sabremos este año, quizás tampoco en 2026. Sin embargo, aunque esto vaya para largo, Trump vuelve a marcar la agenda y todos quieren hablar con él.