Presidencia española

¿Qué agenda espera a los líderes de la UE en el Consejo informal de hoy en Granada?

La ampliación y la inmigración centrarán las discusiones de los Veintisiete

GRANADA, 5/010/23.- La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen (i), conversa con el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrel (d), durante la reunión de la comunidad Política Europea que se celebra en Granada en el marco de la Presidencia española del Consejo de la UE, este jueves. El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, actúa como anfitrión en la tercera reunión ...
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen, charla ayer en Granada con el alto representante, Josep BorrellPOOL PEUE/Juanjo MartínAgencia EFE

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea este viernes en una cumbre informal en Granada la reflexión sobre la dinámica que quieren para el bloque en los próximos años, desde los cambios necesarios para prepararse a la apertura de nuevos socios a partir de 2030 hasta cómo reforzar su capacidad de defensa frente a nuevos riesgos; un debate, sin embargo, lastrado por las eternas diferencias en materia migratoria que complican la redacción de una declaración conjunta.

El acuerdo contrarreloj que permitió a los Veintisiete anunciar a mitad de semana que lograban desbloquear las negociaciones del Pacto de Migración y Asilo, al definir sus líneas rojas sobre el mecanismo de gestión de crisis ha rebajado en parte la presión sobre la cumbre informal en Granada porque el pulso entre Italia y Alemania en ese punto amenazaba con tensar la cita. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el canciller alemán, Olaf Scholz, de hecho, se verán en bilateral este mismo viernes.

La agenda prevé una discusión sobre la dimensión exterior de la migración que, en principio, aúna un amplio consenso respecto a la necesidad de reforzar el control de las fronteras y favorecer la cooperación con países de origen y tránsito para que corten las salidas irregulares.

La unanimidad necesaria para adoptar a nivel de líderes cualquier declaración y el rechazo permanente a las cuestiones migratorias por parte de Hungría y Polonia, que reclaman que las decisiones en esta materia se decidan por consenso y no por la mayoría cualificada que ahora permite salvar bloqueos por grupos reducidos de socios, complican según distintas fuentes las negociaciones sobre la declaración final.

La discusión migratoria ya se coló la víspera en los márgenes de la cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE) en donde el primer ministro británico, Rishi Sunak, y Meloni, han logrado convocar un cónclave en formato reducido y centrado en el control migratorio al que también han acudido los mandatarios de Francia, Emmanuel Macron; Países Bajos, Mark Rutte, y de Albania, Edi Rama, así como la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen.

En todo caso, la migración volverá a estar en la agenda de la cumbre formal de los Veintisiete a finales de mes en Bruselas por lo que no se espera un debate de fondo este viernes, día en que los jefes de Estado y de Gobierno abordarán por primera vez al máximo nivel político las dudas sobre cómo debe prepararse la Unión Europea antes de abrir la puerta a nuevas adhesiones.

El objetivo es que de Granada surja el inicio de una reflexión cuyo punto de partida es la coincidencia de los líderes respecto a que lo que hará "más fuerte y próspero" a la Unión Europea es la continuación de un "proyecto de paz" pero dejando claro que para ello el bloque "necesita reformas", según fuentes europeas.

Los gobiernos europeos difieren respecto a los ritmos y si el debate sobre los cambios internos en cuestiones como la toma de decisiones o aspectos presupuestarios deben estar resueltos antes de decidir sobre la entrada más países al club comunitario o deben darse pasos para la adhesión de candidatos sin esperar.

El posible inicio de las negociaciones con Ucrania el próximo diciembre podría verse como un agravio comparativo desde los países de los Balcanes Occidentales, que llevan varias décadas haciendo reformas en vistas de su integración europea.

Si bien el presidente del Consejo Europeo, Chrarles Michel, se apresuró a fijar el año 2030 el año en el que podríamos asistir a la nueva gran ampliación del "club" comunitario, la Comisión Europea prefiere ser más cauta y recuerda que cada candidato será evaluado por sus propios méritos y descarta comprometerse con ningún plazo.

Una década después de que Croacia fuera el último aspirante en ingresar en la Unión Europea, el proceso de adhesión suscita una fuerte división entre los Estados miembros, dado que el ingreso de una decena de países con unas rentas sustancialmente inferiores la media de la UE-27, países como España, que hasta reciben más fondos que los que aportan al presupuesto comunitario, pasarán a ser contribuyentes netos en una UE de 35 o 37 Estados.

Como hace un cuarto de siglo, cuando se lanzó el proceso de adhesión a los antiguos países comunistas de la Europa del Este, la Comisión y los Estados miembros son conscientes de que el proceso de adhesión debe estar acompañado por imprescindibles reformas internas para adaptar las instituciones y el funcionamiento de una UE ampliada. Cuestiones como reducir los miembros de la Comisión o que la mayoría cualificada se generalice frente a una unanimidad que bloquea la toma de decisiones generan no pocas controversias entre los Veintisiete.