En el frente
La rebelión en Rusia da esperanzas a Ucrania: “¡Putin está acabado, pronto venceremos!”
La desestabilización del grupo Wagner incentiva nuevos ataques ucranianos en Bajmut, mientras Kyiv pretende aprovechar la situación de incertidumbre para su contraofensiva
La rebelión armada del jefe de los mercenarios del grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, está empezando a tener consecuencias en el frente ucraniano. Desde pequeños avances, sobre todo en la zona de Bajmut, hasta un nuevo y muy necesario influjo de moral entre las tropas de Kiev.
“¡Putin está kaput (acabado), pronto venceremos!”, exclama uno de los soldados ucranianos apostados en Chasiv Yar, a unos tres kilómetros de las líneas rusas, donde LA RAZÓN es el único medio presente. A su lado, en uno de los puntos con conexión a internet gracias a los satéliteYs Star Link, grupos de soldados van pasando para conectarse a la red. Algunos para comunicarse con sus casas y seres queridos, otros siguiendo atentamente los acontecimientos en la tierra de su enemigo.
“Lo que está pasando en Rusia nos beneficiará, ojalá sea así”, comenta otro soldado con una sonrisa de oreja a oreja, mientras las artillerías ucraniana y rusa siguen su duelo a muerte. Desde que en mayo LA RAZÓN se internó en la ciudad, justo antes de la caída de Bajmut, la destrucción se ha multiplicado sobremanera. Un último soldado detiene su marcha, alza el brazo haciendo el signo de la victoria y grita: “¡la victoria está próxima!”
En el centro de Chasiv Yar, diversas unidades equipadas y armadas por si las llaman para reforzar la contraofensiva en Bajmut, descansan cerca de sus blindados. Fuman, sorben café humeante y se refrescan con bebidas isotónicas. De repente, en los edificios continuos y alrededor empiezan a dispara ráfagas hacia el cielo. “Es un dron”, indica uno de ellos.
Cerca del punto de evacuación y ayuda de civiles, el cual está casi vacío, un paramédico del Ejército de Kiev confirma que, desde esta mañana, elementos de las 35 y 36 Brigadas de la infantería de Marina ucraniana se han lanzado a continuar el avance por los flancos de la ciudad que en mayo fue conquistada por el grupo Wagner.
“En Bajmut se está combatiendo muy duro”, explica Ruslan, el paramédico, quien tiene media cara paralizada por un misil ruso que, cinco días atrás, cayó a escasos metros de donde se encuentra. Sobre el cráter gigantesco yacen los restos de un vehículo militar Humvee destrozado y carbonizado por el impacto del proyectil.
¿Qué te parece lo que está pasando en Rusia? “No estoy muy seguro. Los de Wagner un día dicen una cosa, y al siguiente cambian de opinión”, explica. Ruslan lleva seis meses entrando y saliendo de la batalla que, en su día, Prigozhin amenazó con abandonar. El escepticismo de los soldados veteranos es algo comprensible.
“Sin duda, nos vamos a aprovechar de ello, cómo se podrá ver en un futuro próximo”, informó Serhiy Cherevaty, portavoz de las Fuerzas Armadas en el este. “Ucrania ha esperado durante mucho tiempo que la dependencia irregular de Rusia de los mercenarios fracasara. Predijimos que, tarde o temprano, esto sucedería y conduciría a una escalada mayor. Prigozhin es un magnate de los medios, tiene una poderosa fábrica de trolls, una red de canales de comunicación y ha comprado periodistas militares. Todo esto desmoraliza al Ejército ruso. Definitivamente, nos aprovecharemos de la confusión del enemigo”, concluyó.
Por su parte, Yuriy Sak, uno de los principales asesores del ministro de defensa de Ucrania, diIjo a The Independent que los líderes ucranianos estaban observando de cerca un “golpe militar real. Hemos estado diciendo durante mucho tiempo que Rusia está de camino a una guerra civil y ahora estamos viendo cómo se desarrolla en tiempo real. Pero todavía estamos enfocados en la línea del frente para maximizar cada momento y cada oportunidad. Esta no es una excepción".
El triunfalismo se está contagiando a otros políticos ucranianos. Dmytro Kuleba, el Ministro de Asuntos Exteriores, escribió en sus redes sociales: “Aquellos que dijeron que Rusia es demasiado fuerte para perder: miren ahora". Asimismo, instó a Occidente a abandonar la "neutralidad fingida y el miedo a la escalada para proporcionar a Ucrania todas las armas que necesita. Es hora de poner fin al mal que todos despreciaban pero tenían demasiado miedo de derribar", aseguró.
Las palabras del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que se mantuvo en silencio durante gran parte del día de ayer, también fueron en esa dirección, asegurando que la rebelión del grupo Wagner es un ejemplo de “la debilidad a gran escala de Rusia”.
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