Armamento
La respuesta "militar" rusa al envío de misiles "Storm Shadow" de Reino Unido
El Gobierno británico vuelve a desmarcarse y, a pesar de la ira rusa, confirma la entrega de este arma tan potente
Reino Unido se convierte en el primer país en suministrar misiles de largo alcance a Ucrania para la esperada contraofensiva ante las fuerzas rusas, desmarcándose así de la postura de Estados Unidos y otros países aliados. El ministro de Defensa, Ben Wallace, anunció este jueves en la Cámara de los Comunes que se mandarán los misiles `Storm Shadow´. Se trata de los mismos que se emplearon en la guerra civil de Libia que terminó con el derrocamiento y asesinato del dictador Muamar Gadafi en 2011. Con un alcance de más de 250 kilómetros suponen, según los expertos, “un verdadero cambio de juego” ya que superan el campo de tiro de los HIMARS estadounidenses que Kyiv ha empleado hasta ahora contra las fuerzas del Kremlin.
“Los misiles Storm Shadow dan a Ucrania la mejor probabilidad de defenderse frente a la continuada brutalidad rusa, especialmente de los ataques deliberados contra infraestructura civil ucraniana, que van contra la legislación internacional”, manifestó Wallace. “Ucrania tiene derecho a poder defenderse frente a esto”, remachó el ministro, al insistir en que esos misiles “permitirán a Ucrania echar a las fuerzas rusas que están asentadas dentro de territorio de soberanía ucraniana”.
El Kremlin había advertido que suministrar misiles `Storm Shadow´ requeriría “una respuesta adecuada de nuestro Ejército”. No obstante, Wallace recalcó que se trata de una “respuesta calibrada y proporcionada a las escaladas de Rusia” y matizó que “estos sistemas ni siquiera se encuentran en la misma liga que los misiles rusos hipersónicos killjoy AS-24”, ni tampoco a la altura de los “misiles de crucero Kalibr que cuentan con un alcance de 2.000 kilómetros, unas siete veces más que los Storm Shadow”. “Rusia debe reconocer que sus acciones han derivado en que se haya proporcionado estos sistemas a Ucrania”, apuntó.
Si bien el presidente Volodimir Zelenski llevaba meses solicitando este tipo de municiones de alta precisión, tanto Estados Unidos como otros aliados se habían negado por temor a provocar a Vladimir Putin. Sin embargo, Downing Street vuelve una vez más a desmarcarse.
El pasado mes de enero, Reino Unido ya se convirtió en el primero en mandar 14 potentes e infalibles Challenger 2 rompiendo así la barrera que hasta ese momento se habían puesto los aliados de Occidente por temor a que Rusia considerara que se había ido demasiado lejos. Alemania y Estados Unidos mostraron inicialmente reticencias, pero luego acabaron mandando también tanques.
El Gobierno de Joe Biden teme que si Ucrania tiene misiles de más alcance se puedan llevar a cabo bombardeos en la Península de Crimea, anexionada por Moscú después de invadirla en 2015, o en territorio ruso. Según la CNN, Reino Unido ha recibido garantías del Gobierno de Zelenski de que estos misiles se usarán sólo dentro del territorio soberano de Ucrania y no dentro de Rusia. No obstante, los funcionarios británicos han hecho frecuentes declaraciones públicas identificando a Crimea como territorio soberano de Ucrania, describiéndola como “anexión ilegal”.
La reacción de Rusia
Rusia ha acogido de manera "muy negativa" la noticia sobre el suministro por parte de Reino Unido de misiles de largo alcance a Ucrania y responderá de forma "adecuada" a ese paso, informó hoy el Kremlin.
"Eso requiere de una respuesta adecuada también de nuestros militares, que tomarán las decisiones correspondientes desde el punto de vista militar", dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica.
El despliegue de los misiles se produce cuando las fuerzas ucranianas se preparan para lanzar una contraofensiva destinada a retomar el territorio controlado por el Kremlin, que ha fortalecido sus defensas en una línea de frente de unos 1.450 kilómetros, desde las regiones orientales de Lugansk y Donetsk, hasta Zaporiyia y Jerson en el sur.
No obstante, Zelenski ha recalcado que su país aún necesita “un poco más de tiempo” antes de lanzar la contraofensiva, para permitir que llegue parte de la ayuda militar prometida por Occidente. “Con lo que tenemos podemos avanzar y tener éxito”, señaló ayer en una entrevista para las emisoras de servicio público miembros de Eurovision News, como la cadena británica BBC. “Pero perderíamos a mucha gente. Creo que eso es inaceptable”, matizó. Entre los suministros que Ucrania todavía está esperando están los vehículos blindados, incluidos los tanques prometidos a principios de este año, que según Zelenski estaban “llegando en lotes”.
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