
Guerra en Ucrania
Kyiv hace sentir a Moscú el dolor de la guerra mediante sus ataques en territorio ruso
Las defensas aéreas rusas repelen el mayor ataque con drones ucraniano sobre Moscú desde que diera inicio la guerra
Mientras los socios extranjeros le impiden utilizar armas occidentales para atacar objetivos militares en territorio ruso, Ucrania desarrolla su propia tecnología e intensifica sus ataques contra Rusia, en un esfuerzo por socavar su potencial bélico y hacer sentir finalmente el coste de la invasión a su enorme vecino. Más de 23.000 drones y misiles han sido lanzados por Rusia contra objetivos civiles y militares en Ucrania, según ha revelado el comandante en jefe del Ejército ucraniano, Oleksandr Sirski. A diferencia de los primeros días de la invasión, Kyiv es cada vez más capaz de contraatacar.
Diez drones ucranianos fueron interceptados en su camino hacia la capital de Rusia, Moscú, el miércoles por la mañana, informaron las autoridades locales. Este fue uno de los mayores ataques aéreos ucranianos contra la ciudad ubicada a unos 400 kilómetros de Ucrania, con alrededor de 40 drones también derribados en otras regiones.
Además, los bomberos rusos siguen sin poder apagar un gran incendio en el depósito de petróleo Proletarsk en Rostov. El depósito, que se utiliza para las necesidades del ejército ruso en Ucrania, fue alcanzado el domingo por varios drones. Al menos un tercio del depósito ha sido destruido y el fuego se ha extendido aún más.

Al menos un avión MIG-31 y dos Il-76 fueron destruidos en un ataque con drones contra el aeródromo de Savasleika en la región de Nizhnienovgorodski, reveló a los medios locales una fuente de la inteligencia militar de Ucrania. Cinco aviones más podrían haber sido dañados. Savasleika, junto con otros tres aeródromos, utilizados por Rusia para lanzar ataques regulares contra ciudades ucranianas, fueron alcanzados en otro ataque tres días antes.
Por cuarto día consecutivo, los drones ucranianos han estado atacando la región rusa de Murmansk en el extremo norte, donde se encuentran varias empresas militares clave y el aeropuerto de Olenia, de importancia estratégica, a unos 1.800 kilómetros del país. En un vídeo publicado el miércoles se ve un dron volando lentamente a baja altura mientras los expertos creen que la defensa aérea rusa se está viendo cada vez más debilitada por los ataques ucranianos.
Según fuentes oficiales rusas, en la zona de Novoshakhtinsk, en la región de Rostov, fue derribado un misil, aunque el Ejército ucraniano afirma que el ataque sí que destruyó un sistema de lanzamiento de misiles S-300 ruso. Aunque se utilizan principalmente para la defensa aérea, Rusia ha adaptado estos sistemas para disparar más de 3.000 misiles contra diversos objetivos en Ucrania desde el comienzo de la invasión. «Los invasores rusos utilizan los complejos S-300 para atacar ciudades pacíficas de Ucrania, destruyendo edificios residenciales y aterrorizando a la población civil», subrayó el miércoles el Estado Mayor de Ucrania.
La necesidad de alejar la guerra del propio territorio ha sido durante mucho tiempo uno de los objetivos clave de la dirección militar ucraniana. El ex comandante en jefe Valeri Zaluzhni escribió hace más de un año que la capacidad de asestar golpes duros a Rusia en su propio territorio sería fundamental para obligarla a detener su invasión.
Rusia no sentirá las consecuencias de la guerra mientras las hostilidades se localicen en Ucrania, también está seguro el jefe de la inteligencia militar ucraniana Kirilo Budanov. «Por eso, a partir de la primavera de 2022, comenzamos a realizar operaciones importantes en el territorio de Rusia, e iremos más allá, cuantos más recursos tengamos para ello. Rusia ya ha comenzado a sentirlo», enfatizó en una entrevista en junio.
Según Budanov, la tecnología jugará un papel clave en estos desarrollos, ya que Ucrania no puede contar con el mismo número de tropas que Rusia. Estos ataques de largo alcance aún no son críticos para Rusia, pero ya aseguran que la mayoría de los residentes de la parte europea de Rusia «sepan y sienten que la guerra está en curso, y han experimentado algunas explosiones», cree Budanov. «Esto tiene un efecto, incluso a pequeña escala, en su moral».
Este tipo de ataques también hacen que el fin de la guerra sea más probable, ya que Rusia solo puede tomarse en serio las negociaciones y dejar de lado sus ultimátums cuando sabe que puede resultar gravemente herida, subrayó por su parte Mijailo Podoliak, asesor del jefe de la oficina presidencial de Volodimir Zelenski, poco después del inicio de la ofensiva en Kursk.
Los políticos ucranianos han argumentado durante mucho tiempo que Ucrania podría causar mucho más daño a Rusia si sus aliados en Occidente dejaran de ser demasiado cautelosos y le permitieran usar armas de largo alcance contra objetivos militares en Rusia. Sin embargo, las restricciones son vigentes dos años y medio después del inicio de la invasión mientras el apoyo militar llega demasiado lentamente. Por eso el país invadido no puede permitirse el lujo de quedarse esperando y está desarrollando su propio potencial para hacer daño a Rusia.
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