Corea del Norte

El soldado estadounidense habría pasado «voluntariamente y sin autorización» a Corea del Norte

Travis King pasó dos meses en una prisión de Seúl e iba a ser repatriado a EE UU

FILE - South Korean and U.S. Army soldiers, wearing grey uniforms, patrol during a rehearsal to mark the first anniversary of a summit between South Korean President Moon Jae-in and North Korean leader Kim Jong Un, at the border village of Panmunjom in the demilitarized zone (DMZ) between the two Koreas in Paju, South Korea on April 26, 2019. An American has crossed the heavily fortified border from South Korea into North Korea, the American-led U.N. Command overseeing the area said Tuesday, ...
North Korea USASSOCIATED PRESSAgencia AP

La deserción de un soldado estadounidense a Corea del Norte eleva la preocupación sobre la seguridad en las visitas al Área de seguridad conjunta en las Coreas. El uniformado de 23 años, identificado por las autoridades de su país como Travis T. King, estaba a punto de ser enviado desde Corea del Sur a Fort Bliss, Texas, donde probablemente enfrentaría un juicio militar por una mala conducta durante su oficio.

La hermética travesía inició cuando fue conducido al aeropuerto de Incheon para su salida del país, desde donde logró escaparse de la terminal. Luego se sumó a una visita turística guiada a Panmunjeom, la fascinante zona desmilitarizada entre los dos países enemigos. Una vez allí, se cree que King se separó del grupo y saltó a Corea del Norte a través de la línea de demarcación entre los barracones azules de Naciones Unidas. Esta Línea de Demarcación Militar ha separado a las dos Coreas desde el fin de la Guerra en 1953, por medio de un acuerdo de armisticio. Testigos del suceso le contaron a un medio local surcoreano que el soldado americano se mofó a carcajadas cuando saltó al lado norcoreano. Habría sido, como reconoció el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, una decisión personal «voluntaria y sin autorización». Una decisión que pone en ridículo a los estadounidenses y da una victoria propagandística al régimen de Kim Jong-Un en un momento de alta tensión. La historia del soldado que prefiere una suerte desconocida en el país que representa todo lo opuesto para lo que fue formado.

Hasta este miércoles, el Ejército de Estados Unidos no ha podido determinar el destino exacto de King. «Estamos monitoreando de cerca e investigando la situación y trabajando para notificar a los familiares más cercanos del soldado», advertía Lloyd. King se había unido al Ejército en 2021 y estaba enfrentando acciones disciplinarias. El motivo exacto no se conoce, pero el miedo parece ser la principal sospecha. Según han revelado funcionarios que prefieren no revelar sus nombres a medios estadounidenses, King enfrentó acusaciones de agresión y daño a un automóvil policial en un incidente en octubre. Se declaró culpable y fue sentenciado a una multa en febrero. Ahora, cuando acababa de cumplir su detención militar para regresar a su unidad en casa en su país, este fue el giro que prefirió tomar.

Por cuenta del escándalo han sido cancelados todos los recorridos civiles de la zona desmilitarizada (DMZ) –que normalmente se anuncian en el aeropuerto– a petición del Comando de las Naciones Unidas. No está muy claro cuándo habrá normalidad.

Propaganda en momentos de alta tensión

La deserción del soldado no podía haber sucedido en peor momento. En las últimas horas, el equipo de trabajo entre Washington y Seúl creado tras la reunión de los presidentes Joe Biden y Yoon Suk Yeol en abril, sostuvo su primer encuentro marcando un tono mucho más agresivo contra Pyongyang. Los integrantes de la asociación consultiva dijeron que el régimen de Kim afrontará una «respuesta rápida, decidida y abrumadora» si utiliza armas de destrucción masiva. Y para escenificar la amenaza, ayer llegaba un submarino balístico nuclear armado de los Estados Unidos. Se trata de la primera de una serie de acciones periódicas que, en el marco de ese acuerdo, Washington hará en la zona. Son activos estratégicos como portaaviones, submarinos y bombarderos de largo alcance que serán desplegados en Corea del Sur.

Por supuesto, la respuesta de Kim no se hizo esperar. Pyongyang rápidamente ordenó una prueba de lanzamiento de dos misiles balísticos al mar, que según la información ofrecida por el Ejército surcoreano habrían volado 550 km y 600 km antes de caer al mar frente a su costa este.

Corea del Norte ha estado probando misiles cada vez más poderosos capaces de causar catástrofes nucleares, como ha advertido en varias oportunidades Japón. Y aunque no se espera que el caso del soldado se convierta en el punto de quiebre que facilite esa escalada, cualquier muestra de debilidad de Occidente puede ser rentable para el régimen de Kim.