Visita de Estado

Steinmeier y Macron exhiben la unidad franco-alemana y alertan contra los autoritarismos en Europa

El presidente germano aboga por una «alianza de demócratas que se oponga a los que atacan la democracia»

Alemania y Francia están tan cerca y tan lejos. Hace ahora nada menos que 24 años que un presidente francés no visitaba Alemania de forma oficial desde la última visita de Jacques Chirac. El presidente francés, Emmanuel Macron, llegaba este domingo a Berlín directamente desde el territorio francés en el Pacífico de Nueva Caledonia, donde varios disturbios a raíz de la reforma del censo electoral han dejado seis fallecidos. Y aterrizaba en la Fiesta de la Democracia que el gobierno alemán ha celebrado en el marco de las celebraciones del 75º aniversario de la Constitución. Antes de que tengan lugar las elecciones europeas, Macron ha querido demostrar la unidad del eje franco-alemán con una visita que ya estaba planeada para el pasado verano, pero que tuvo que ser cancelada por las protestas que azotaron Francia. La visita oficial de estado es el mayor gesto diplomático entre dos países.

En un encuentro con el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier, Macron quiso destacar la importancia de dicha cita electoral: "Tenemos que hacer todo lo posible para que el 9 de junio los jóvenes vayan a votar", aseguró. El presidente alemán recordó que el voto de extrema derecha tiene que ver con la falta de certezas en la sociedad: "Hemos perdido muchas seguridades debido a la guerra en Ucrania y los ciudadanos lo notan". Los políticos deben transmitir que tenemos que apoyar a Ucrania, aseguraba Steinmeier.

El presidente francés abogó por una “alianza de demócratas que se oponga a los que atacan la democracia y Europa”.

Ambos son conscientes de las diferencias entre sus gobiernos en relación a la guerra pero también lo son del hecho de que la defensa europea solo puede funcionar si ambos países están bien coordinados. Macron y Steinmeier quisieron recalcar or eso el hecho de que Europa depende de Francia y Alemania por igual: "Las relaciones germano-francesas son indispensables y importantes para Europa", dijo el presidente francés en un encuentro distendido, en el que incluso jugaron al futbolín.

El presidente alemán repitió en hasta dos ocasiones los puntos de encuentro entre ambos países en los últimos meses, tanto en relación al pacto de estabilidad financiera como en la compra conjunta de armamento. Sin embargo, ambos saben que las diferencias también están sobre la mesa, ya que Macron, que se sabe poseedor de armas atómicas, quiere una seguridad europea menos dependiente de los socios trasatlánticos, mientras pretende que se fomente la industria armamentística europea, en lugar de hacer grandes encargos a la estadounidense como ha hecho Alemania.

No es ningún secreto que las relaciones entre Francia y Alemania, las dos mayores potencias europeas, han sido a menudo conflictivas en las últimas décadas. En este momento, de hecho, a pesar de la demostración de unidad con el recibimiento de los honores militares y el banquete en el Palacio de Bellevue, los gobiernos alemán y francés no terminan de ponerse de acuerdo en la estrategia frente a Ucrania. Mientras Macron conversaba con Steinmeier, el canciller socialdemócrata Olaf Scholz dialogaba con ciudadanos en un foro de la misma fiesta de la democracia.

Ante la pregunta sobre su negativa a enviar misiles de crucero Taurus a Ucrania, algo que el país reclama desde hace meses y que Macron apoya, Scholz volvió a recordar la ayuda que ya presta Alemania y su punto de vista según el cual »eso no es posible si no se quiere ser parte de este conflicto.« Es decir, enviar dichas armas sería entrar en la guerra de lleno. Macron, sin embargo, incluso llegó a plantear el envío de soldados. Sin embargo, no es solo en terreno de la defensa en el que existen diferencias, aunque éste sea en esta ocasón el que va a marcar el encuentro. En el ámbito energético, por ejemplo, Francia apuesta por la energía nuclear, mientras Alemania ha decretado el cierre de sus centrales y está concentrada en el cambio a las renovables a toda costa.

Visita al Silicon Valley europeo

En su viaje por el país teutón, el presidente francés visitará el estado de Sajonia, a donde irá después de visitar el Monumento a los judíos de Europa asesinados en Berlín. Quiere ir al este de Europa, explicaba el domingo a su llegada, para mostrar »cómo se defiende Europa«, según él, una zona que fue devastada en la Segunda Guerra Mundial y que tras la reconstrucción hoy es considerada el Silicon Valley europeo. La visita al Instituto Fraunhofer de Sistemas Microfotónicos en Dresde estará acompañada por la Ministra de Educación e Investigación Bettina Stark-Watzinger y la Ministra Francesa de Educación Superior, Sylvie Retailleau.

Dresde, capital de Sajonia, es al mismo tiempo el centro geográfico de Europa y el epicentro de la extrema derecha alemana de Alternativa por Alemania, que según las encuestas podría ganar las próximas elecciones allí el 1 de septiembre. Es en este lugar en el que Macron quiere reunirse y discutir con jóvenes sobre la situación actual de Europa y de las relaciones franco-alemanas.

El martes, Macron visitará la ciudad de Münster donde le concederán el Premio Internacional de la Paz de Westfalia y el presidente federal Steinmeier leerá un discurso en su honor. Más tarde, almorzará con el presidente y su esposa en el castillo de Wilkinghege. Por la tarde, el canciller Scholz y Macron acomparecerán ante la prensa en el castillo de Messeberg en Brandenburgo, donde tendrá lugar una sesión de trabajo del Consejo de Defensa y Seguridad Franco-Alemán.