Cumbre del G20
Trump y Xi entierran el hacha
Los presidentes de EE UU y China acuerdan reanudar el diálogo para frenar la guerra comercial. Washington promete no imponer nuevos aranceles a las mercancías chinas y levanta la prohibición a Huawei de comprarle sus productos
Estados Unidos y China han acordado reiniciar las conversaciones comerciales y, en consecuencia, Washington ha anunciado que no aplicará nuevos aranceles a las exportaciones chinas
El mundo respiró ayer con alivio cuando recibió noticias desde Osaka de que Trump y Xi habían acordado un alto el fuego precario, abortando una posible escalada de la guerra comercial contemplada con auténtico pavor por los mercados financieros globales. Durante su rueda de prensa de conclusiones, el presidente estadounidense anunció su intención de no ampliar «de momento» aranceles a los productos chinos, aunque mantiene los que están actualmente en vigor. Ambas superpotencias reanudaran las conversaciones y «se retomarán desde el punto en el que as dejamos», aseguró el magnate.
El alivio no fue atenuado por lo previsto, ya que en los pasillos del INTEX de Osaka el optimismo sobre el inminente apretón de manos comercial entre EE UU y China era generalizado. Poco antes de que se produjera el esperado cara a cara, punto álgido de la Cumbre de Osaka, Trump se declaró «abierto» a cerrar un acuerdo comercial «histórico» con China que ponga punto y final a la guerra comercial que ambos países mantienen. «Hemos hablado mucho y hemos estado muy cerca, luego nos alejamos un poco, pero ahora volvemos a estar a punto. Realmente creo que puede ser histórico si cerramos un acuerdo comercial justo», confesaba al comienzo de lo que terminó por convertirse en la hora y media sobre la que pivotó todo el G-20 de 2019.
Por su parte, Xi dijo que estaba preparado para intercambiar opiniones en temas fundamentales y subrayó la importancia del diálogo para superar las confrontaciones que han costado a las empresas de ambos países decenas de miles de dólares y que ha altera los mercado internacionales durante meses. «Desde hace cuarenta años han tenido lugar enormes cambios en la escena internacional, pero un hecho básico permanece inalterado: China y EE UU se benefician mutuamente de la cooperación y pierden con la confrontación».
Además, a partir de ahora, la Casa Blanca permitirá a las empresas estadounidense vender productos al fabricante chino Huawei. «Hemos acordado que nuestras empresas puedan vender productos a Huawei», dijo Trump, «vendemos a Huawei una tremenda cantidad de productos. Yo dije [a Xi] que eso está bien. Es un tema complejo», agregó. El presidente de EE UU, por otra parte, no quiso dejar claro si como parte de esa revisión en el caso del fabricante chino la compañía será sacada de la lista del Tesoro en la que están incluidas las empresas vetadas para hacer negocios con firmas estadounidenses, punto crucial para normalizar la relación comercial.
En un momento de su rueda de prensa, Trump elogió con efusividad al príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed Bin Salman, y relativizó su responsabilidad en el asesinato y desmembramiento el año pasado del periodista saudí Jamal Khashoggi, a pesar de que la ONU le ha señalado como responsable directo. Trump describió a MBS como un «amigo» de EE UU y le felicitó por su «trabajo espectacular», sin olvidarse de recordar que «Arabia Saudí es un buen comprador de productos estadounidenses».
En referencia a Venezuela y sobre una posible intervención, Trump dijo que no quiere implicarse demasiado, en una aparente referencia a la vía militar, pero aseguró que tiene «cinco estrategias» diferentes respecto a ese país y podría «cambiar en cualquier momento» de táctica. El presidente de EE UU aseguro que había hablado con muchos líderes presentes en el G-20 porque nadie quiere que se repita la situación venezolana en sus países. «Demasiada gente está abandonando Venezuela, Venezuela va a ser un pueblo fantasma», dijo.
Además de la buena noticia de la tregua comercial, hubo otra inesperada en el campo de la no proliferación de armamento nuclear. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció que Trump y él habían acordado que sus responsables de política exterior inicien consultas para prolongar el tratado de reducción de armas nucleares, conocido como Nuevo START o START III y que expira en 2021. «En cuanto al START III, le ordenamos a los ministros de Asuntos Exteriores Lavrov y Pompeo, que inicien consultas sobre este tema», dijo Putin. «¿Si estas consultas llevarán a la extensión del tratado START III? No lo puedo saber aún. Es demasiado pronto para hablar de ello», agregó.
Asimismo, Putin hizo pública su intención de restaurar por completo las relaciones bilaterales con Reino Unido, seriamente deterioradas por el ataque al ex espía ruso Sergei Skripal, y del que las autoridades británicas acusan a los servicios de inteligencia rusos. «Estoy convencido de que hay que recuperar la plenitud de las relaciones con Reino Unido, tal y como me dijeron los representantes empresariales británicos con los que me reuní hace poco en Moscú», admitió.
Por su parte, Emanuelle Macron y Pedro Sánchez se felicitaron por la firma del acuerdo comercial entre la UE y Mercosur tras 20 años de negociaciones. Ambos coincidieron en la importancia de que, en un contexto en el que parece estar produciéndose una vuelta al proteccionismo, se manden mensajes que certifican que el multilateralismo sigue siendo el camino a seguir.
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