Tensión en Asia

Tsai y McCarthy se reúnen a pesar de las amenazas chinas

La presidenta de Taiwán es recibida en Los Ángeles en una visita marcada por el incremento de la tensión bilateral

La presidenta de Taiwán, Tsai Ing Wen, y el presidente de la Cámara de Representantes de EE UU, Kevin McCarthy, hoy en California
Speaker McCarthy raises $12 million for House Republicans during the first fundraiser for the 2024 election cycle Wednesday night.ETIENNE LAURENTAgencia EFE

El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, se reunió el miércoles en California con la presidenta de Taiwán en un encuentro de marcado carácter político que ya ha provocado la indignación y las amenazas de China. La cita, a las afueras de Los Ángeles, se enmarca en lo que se considera oficialmente una escala de la líder Tsai Ing Wen, tras su viaje por dos países de América Latina para entrevistarse con los escasos aliados formales que le quedan a Taiwán.

«La amistad entre Estados Unidos y la gente de Taiwán nunca había sido más fuerte. Es un honor darle la bienvenida a la presidenta Tsai Ing Wen en la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan», escribió el presidente de la Cámara de Representantes en su cuenta de Twitter junto a una fotografía de ambos conversando. Tsai también se reunió con un grupo bipartidista de legisladores estadounidenses en la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan, ubicada en Simi Valley (California).

Ante la anunciada llegada de Tsai, manifestantes a favor y en contra de la mandataria se congregaron el martes por la noche frente a un céntrico hotel de Los Ángeles. Sus partidarios se agolparon en una alfombra roja que conducía a la entrada del edificio, aporreando tambores, entonando cánticos y sosteniendo banderas taiwanesas y retratos de la presidenta. Un grupo más pequeño que apoyaba a China se congregó en los alrededores coreando a ratos: "Una sola China".

Como era de esperar, el tránsito de Tsai por EE UU ha alimentado nuevas amenazas de Pekín, en un momento en que las relaciones entre las dos mayores economías del mundo se encuentran en una espiral. Pekín, que considera Taiwán su territorio y se reserva el uso de la fuerza para controlarlo, calificó el encuentro de grave violación de su soberanía y prometió devolver el golpe.

Por ello, la Administración de Seguridad Marítima de Fujian anunció el miércoles por la mañana el inicio de una operación conjunta de patrullaje y vigilancia en el norte y el centro del estrecho de Taiwán, justo en vísperas de la reunión de la presidenta taiwanesa con el presidente de la Cámara de Representantes estadounidense. El anuncio se produjo después de que el Mando del Teatro Oriental del Ejército Popular de Liberación (EPL) comunicara el domingo que la Armada del Ejército había desplegado dos destructores y una fragata en el Mar de China Oriental, para realizar ejercicios con fuego real.

Por su parte, el mando del teatro de operaciones publicó el martes en la red social WeChat tres gráficos, en los que hacía un llamamiento a la integridad territorial con motivo del próximo Festival Ching Ming, que reconoce la religiosidad y el respeto a los antepasados.

“Los soldados chinos protegen con firmeza las hermosas montañas y ríos que no deben perderse", decía uno de ellos, mientras que otro insinuaba que Taiwán y China continental tenían las "mismas raíces".

Pekín condenó insistentemente la reunión de Tsai con McCarthy, a quien considera como el tercer funcionario estadounidense de mayor rango, a pesar de la separación de poderes entre el ejecutivo y el legislativo del gobierno estadounidense. Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino califico el encuentro como una violación del principio de una sola China, según el cual Washington reconoce a Pekín como el único gobierno legítimo de China mientras mantiene relaciones no oficiales con Taipéi.

El Gobierno chino instó al republicano McCarthy a no "repetir los desastrosos errores del pasado" alegando que ello socavaría la paz y la estabilidad regionales y empeoraría las relaciones entre los dos países. Con ello hizo referencia a cuando la predecesora de McCarthy, la demócrata Nancy Pelosi, visitó en agosto el territorio taiwanés, la primera presidenta de la institución que lo hacía en 25 años. China respondió con ejercicios de tiro con munición real sin precedentes. Y, aunque la actividad militar china en general se ha intensificado desde la visita de Pelosi, Taiwán no ha informado de nada inusual en los últimos días.

Como parte de esta rutina, el Ejército taiwanés declaró el miércoles que había avistado 14 aviones de combate del Ejército Popular de Liberación y tres buques de guerra operando cerca de la isla, y que dos de ellos habían entrado en el suroeste de la zona de identificación de defensa aérea de la misma. Esto se produjo un día después de que el Ejército Popular de Liberación enviara 20 misiones cerca de Taiwán.

En palabras del Ministerio de Asuntos Exteriores taiwanés, las críticas al viaje de Tsai por parte del gobernante Partido Comunista de China, que nunca ha controlado la isla democratica, son "cada vez más absurdas". "Incluso si el gobierno autoritario continúa expandiéndose y aumentando la coerción, Taiwán no retrocederá", subrayó en un comunicado el martes.

La presidenta llegó a Nueva York el 29 de marzo, antes de visitar Guatemala y Belice, dos de sus 13 aliados diplomáticos formales restantes. El martes por la noche, hora local, desembarcó en California en la última etapa de su gira de 10 días. Durante su estancia en Nueva York, se reunió con el líder demócrata de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, y con varios senadores estadounidenses. Se espera que regrese a Taipéi el viernes.

En medio de las crecientes tensiones y durante su estancia en Belice, última escala de su visita a Centroamérica antes de dirigirse a Los Ángeles, Tsai mantuvo una videoconferencia con un grupo de responsables de seguridad de la isla para hablar de la "situación regional”.