Regresa la preocupación en el Reino Unido por la salud del monarca. Carlos III, de 76 años, se vio obligado ayer a cancelar su agenda publica tras tener que ser hospitalizado por efectos secundarios adversos con su tratamiento contra el cáncer.

El Palacio de Buckingham intentó restar importancia a la gravedad del episodio, y las fuentes indicaron que el camino de recuperación del jefe de Estado continúa en una dirección positiva.

Con todo, es un momento delicado para la monarquía británica. Kate Middleton, mujer del príncipe Guillermo, heredero al trono, también padece cáncer, por lo que no está siendo un periodo facil para una institución en plena transición tras la muerte de Isabel II en 2022 tras siete décadas de reinado.

Fue el jueves cuando el rey acudió a la Clínica de Londres. Tras “un breve período de observación”, según él comunicado oficial, regresó a Clarence House, donde reside, pero se vio obligada a cancelar una serie de compromisos que debían tener lugar ayer en Birmingham

En una rara declaración pública sobre su salud, el Palacio de Buckingham dijo: "Después del tratamiento médico programado y en curso para el cáncer, el Rey experimentó efectos secundarios temporales que requirieron un breve período de observación en el hospital. Por lo tanto, los compromisos de la tarde de Su Majestad fueron pospuestos.

“Su Majestad ha regresado a Clarence House y, como medida de precaución, siguiendo el consejo médico, el programa diario del viernes también será reprogramado.

"Su Majestad quisiera enviar sus disculpas a todos aquellos que puedan sentirse incómodos o decepcionados como resultado". Se entiende que los efectos secundarios experimentados por el Rey fueron temporales y no infrecuentes.

Si bien no fue planificada, su visita al hospital fue breve y sólo se hicieron algunos ajustes en su agenda. La posibilidad de cambios menores en el calendario de la próxima semana sigue sobre la mesa, pero, al cierre de está edicion, seguia en pie la visita de Estado a Italia la proxima semana , que incluirá Roma y Rávena.

El Rey viajo hasta él hospital en coche, no fue necesario ambulancia, y no pudo eatar acompañado por la Reina Camilla, ya qué ella se encontraba en un acto público en Wembley, al noroeste de Londres, ese mismo día.

Al regresar del hospital, Carlos III se encontraba con buen animo, según fuentes oficiales, en su casa de Clarence House , donde continuó trabajando en documentos estatales y realizó llamadas desde su estudio.

El Palacio de Buckingham anunció en febrero del año pasado que al rey le habían diagnosticado una forma no revelada de cáncer, tras un tratamiento para el agrandamiento de la próstata y desde entonces se ha sometido a un tratamiento semanal.

Desde que regresó a sus deberes públicos la pasada Semana Santa, ha continuado con un programa completo de eventos, incluidas visitas de estado a Australia y Samoa en octubre pasado.

El Rey tuvo una agenda pública repleta esta semana, incluida una recepción a la que asistió junto a la Reina para celebrar su organización benéfica Sala de Lectura, una recepción celebrada en honor a la industria de los medios y una visita a una exposición de suelos.

El Rey y la Reina se vieron obligados esta semana a posponer una visita a la Santa Sede después de que los médicos informaran que el Papa necesitaba un período prolongado de descanso y recuperación, tras su batalla contra la neumonía.

Sus Majestades debían asistir a una audiencia con el Papa Francisco en una muestra histórica de amistad entre las Iglesias anglicana y católica, vista ampliamente como una “primicia histórica”.

A menudo se describe al Rey afectuosamente como un adicto al trabajo, y sus asistentes han señalado que mantener una agenda ocupada ha sido “de gran beneficio para su bienestar general”.

Desde su diagnóstico de cáncer, la Reina ha expresado repetidamente su frustración porque estaba trabajando demasiado, bromeando en un compromiso el año pasado diciendo que estaba mejorando, o que "lo estaría si se portara bien".

Sin embargo, fuentes de palacio han subrayado que la agenda del Rey se desarrolla en plena consulta con su equipo médico en todas las fases para proteger y priorizar su recuperación.

Carlos III ha expresado su profunda gratitud por el gran apoyo público desde su diagnóstico y las amables palabras de muchas personas que ha conocido durante los compromisos.

En una visita a Irlanda del Norte la semana pasada, el Rey compartió consejos con otros pacientes de cáncer, diciéndoles: "¿Qué dice ese Winston Churchill? Sigan molestando".

El monarca estaba visitando el Departamento de Farmacia y Farmacología de la Universidad de Ulster cuando preguntó a las personas que viven con cáncer si estaban logrando "lidiar bien a los efectos secundarios". "Sólo tienes que seguir adelante, ¿no?", dijo.

En diciembre, fuentes del Palacio de Buckingham revelaron que el tratamiento contra el cáncer del Rey continuaría este año pero "avanzaba en una dirección positiva". Sus asistentes insistieron en que no había habido ningún cambio en su condición y que se trataba simplemente de mantener "el muy alentador status quo".

El Rey fue tratado en The London Clinic al mismo tiempo que la Princesa de Gales, su nuera, que fue sometida a una importante cirugía abdominal. Tanto el Rey como la Princesa fueron dados de alta del hospital en enero del año pasado. En un principio se dijo que ambos estaban bien y que sus respectivos tratamientos fueron exitosos.

Sin embargo, ambos se enterarían más tarde de que se había encontrado cáncer durante o después de la cirugía. El Palacio de Buckingham anunció el 6 de febrero del año pasado que el rey padecía una forma no revelada de la enfermedad.

Inmediatamente comenzó un tratamiento regular y sus compromisos públicos fueron pospuestos por consejo médico. Sin embargo, se mantuvo “totalmente positivo” y siguió trabajando a puerta cerrada.

Mientras tanto, la princesa de Gales se alejó de la vista del público mientras se sometía a un tratamiento de “quimioterapia preventiva”. En septiembre pasado anunció que había completado su tratamiento y luego reveló que estaba en remisión.

No obstante, el monarca británico ya ha regresado a su residencia de Clarence House y, siguiendo el consejo de los médicos, ha cancelado su agenda para este viernes. "Su Majestad desea enviar sus disculpas a todos los que puedan resultar perjudicados", han agregado.

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