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María Pombo estalla ante los insultos y las críticas en Instagram

“Me impresiona que se esté poniendo cada vez más de moda meterse con el físico de la gente”.

@maríapombo
@maríapombolarazon

Las redes sociales son un caldo de cultivo de odio para aquellos que se esconden detrás de una pantalla intentando descargar sus frustraciones y complejos en los demás, y si son mujeres, el blanco está totalmente a tiro. ¿Lo peor de todo? Que el 90% de las veces esas críticas vienen de propias mujeres, cosa que no nos puede repugnar más y que no nos cansaremos de alzar la voz para denunciarlo. Mujeres frustradas, envidiosas o que simplemente quieren su minuto de gloria y ganar seguidores, porque lo que quieren en verdad es tener la vida que tienen esas influencers que tanto critican o insultan. Cuando el machismo vienen de las propias mujeres no nos puede repugnar más. ¡Basta ya! Y esta vez le ha tocado el turno a María Pombo, Marta Pombo y su marido y a Ángela Rozas, quién han tenido que escuchar insultos como “vieja”, “guarrilla” o “fea” y otras cosas que no reproduciremos. Y nosotras solo podemos aplaudir a Ángela y María por denunciar el tema y no quedarse calladas ante tal falta de respeto.

@maríapombo
@maríapombolarazon

¿A cuento de qué? Todo por parte de un perfil de Instagram de una chica que deja mucho que desear y que no mencionaremos para no darle su minuto de gloria, que es lo que busca. Ya que desde que saltó la polémica se ha puesto el perfil privado para que la gente tenga que seguirla para ver sus publicaciones y así seguir ganando seguidores a costa de insultar a otras mujeres. ¿Y lo peor? Que no es la primera vez que lo hace. Nosotras nos preguntamos hasta cuando Instagram permitirá esto y no le cerrará de una vez por todas su cuenta, sin permitir que se vuelva a crear otra.

@mariapombo
@mariapombolarazon

¿Hasta dónde hemos llegado? ¿Cómo esto puede ser un método de entretenimiento?”, denuncia María Pombo y no podemos estar más de acuerdo. ¿Hasta cuándo? Ojalá de una vez por todas mujeres que apoyan y admiran a otras mujeres, no una jauría de criticas.