24 horas de experiencias en la Andorra más desconocida y auténtica

¿Quién dijo que 24 horas no daban para mucho? Las mías en Andorra dan para una temporada de Netflix de ocho capítulos. Pero de esos capítulos que puedes ver repetidos una y otra vez y nunca te cansas de verlos o en este caso de vivirlos. Pues así han sido mis 24 horas con Epic Andorra. Eso sí, justo antes de que llegara la borrasca Gloria, porque si no hubieran sido mucho más propias de Calleja que del Lifestyle. Y es que Andorra ya no es sinónimo de Toblerone, de queso de bola o de azúcar. Andorra es cerrar los ojos y dejarse llevar. Andorra es un viaje en helicóptero, una cabaña de ensueño en medio de la nieve y un país que late a partir de experiencias a la carta como las que te ofrece Epic Andorra.

Si hasta ahora pensar en Andorra era pensar en aquella maquina de hacer burbujas gigantes que me compraron mis padres de pequeña o en aquel Toblerone que lo guardaba como un tesoro y me duraba todo el año, ahora Andorra es ese viaje de ensueño sobrevolando las montañas nevadas y esas bordas que respiran la historia de un país. Como diría Guardiola, abróchense los cinturones que se lo van a pasar bien. ¿Os venís conmigo a Andorra?

Una aventura en el destino de esquí más grande del Pirineo con las bordas rehabilitadas como hilo conductor de estas experiencias únicas dónde promover el deporte y las actividades al aire libre como filosofía de Epic Andorra. ¿Bordas? Sí, las antiguas casas y cabañas de los pastores en lugares aislados que en Epic Andorra han rehabilitado con todo el mimo del mundo y cuidando hasta el último detalle. Pero no solo bordas, cuentan con siete estancias que harán latir tu corazón en esta aventura. Desde una motorhome en las pistas de Ordino-Arcalís, hasta el Domo Coma II en la estación de esquí de Grau Roig a 2.350 metros. O lo que es lo mismo, dormir en una burbuja en medio de la nieve con todas las comodidades posibles, para un máximo de 6 personas y hasta donde podrás llegar esquiando y ser el primero en abrir pistas por la mañana. Sí, como si vivieras en esas bolas de cristal que teníamos de pequeños y que al moverlas comenzaba a nevar. ¡De cuento! ¿Pensando en San Valentín? Este nos parece un regalo de lo más romántico.

Naturaleza, deporte, aventura y con el máximo confort. Epic Andorrasignifica experiencias de montaña y bordas que son 100% comodidad. Desde la borda Xicos en Canillo con una capacidad para 10 personas, o la borda Puntal en la entrada del Parque Natural del Valle del Sorteny con una capacidad para 6 personas. ¿Lo mejor? Todas ellas están equipadas para que puedes vivir la experiencias al máximo, pero como se tratan de experiencias a medida, también puedes pedir que te hagan la comida, la cena o el desayuno. Tú diseñas lo que quieres vivir. Como si frotarás la lampara mágica, pero en medio de la naturaleza y con el equipo más experimentado para que todo sea un éxito.

La idea es que el viajero viva su propia aventura, a medida y sostenible. Donde la imprevisible le da ese toque de aventura y diversión. No olvidemos que la montaña tiene sus propios códigos y aquí el tiempo juega sus propias cartas. Desde salida en raquetas o moto de nieve, esquí, sesiones de yoga, todo entre sus paisajes más remotos y hermosos. Sentir Andorra, a medida y respetando sus historia y tradición. ¿Cuándo volvemos?