Cinco errores muy frecuentes que dañan (y mucho) nuestro cabello

Estamos acostumbradas a que los cambios de estación, sobre todo la llegada del otoño o la primavera, den lugar a una mayor caída del cabello. Resulta muy habitual. El problema recae cuando esto se alarga en el tiempo o cuando esta pérdida no se recupera totalmente. Ahí es cuando nos llevamos las manos a la cabeza y nos preguntamos cuál es el verdadero motivo. ¿A qué se debe? En realidad no hay una sola respuesta, Natalia Guerrero, experta técnica de RevitaLash Cosmetics en España, habla de multitud de factores. "Desde el estrés al entorno en el que vivimos, todo importa, siendo el trato que le damos el factor más importante para garantizar una salud óptima”, explica.

Puede que algunos factores no dependan de uno mismo, pero si la gran mayoría. Cuidar el cabello, al igual que lo hacemos con el rostro o el cuerpo es vital, sobre todo si no queremos que este se vea excesivamente débil. A diario cometemos errores muy comunes que sin darnos cuenta están dañando nuestra melena y que deberíamos evitar. ¿Cuáles son?

Secar el pelo a alta temperatura

El secador o la plancha que utilizamos a diario, a veces en más de una ocasión, son un gran problema para nuestro cabello. “Estos gadgets suelen alcanzar hasta los 230 grados de media, una temperatura demasiado elevada para zonas como las puntas", comenta Guerrero. Para ello, muchos recomiendan los protectores térmicos, aunque estos en algunas ocasiones someten al cabello a un estrés excesivo. ¿Recomendación? Utilizar el secador en temperatura ambiente y la plancha, si fuera necesario, siempre al mínimo de su capacidad, al menos si el uso es diario o en días alternos.

Frotar con la toalla

Es uno de los gestos más comunes al salir de la ducha y también uno de los más dañinos. “Tendemos a recurrir a una fuerza excesiva que, en muchas ocasiones, puede llegar incluso a arrancar o partir cabellos”, explica Natalia Guerrero, para quien lo ideal es envolver el pelo en una toalla cuidadosamente, y que ésta vaya absorbiendo poco a poco el exceso de humedad, para luego terminar de secar con el secador.

O… no secar

Tan malo es secar con demasiado calor, como no secar la melena nunca. "La humedad repetitiva produce que se deteriore le membrana celular de cada cabello, responsable del brillo y la fortaleza. También afecta al propio folículo piloso, que es por así decirlo el gancho que permite a nuestro pelo mantenerse bien adherido al cuero cabelludo”. A esto se le añade que un exceso continuado de humedad puede ser, incluso, el origen de la aparición de hongos.

Lavar el cabello lo necesario, ni más ni menos

No hay una media exacta aunque sí podríamos hablar de que los cabellos grasos se pueden lavar a diario sin problema mientras que los secos pueden alargarse a dos o tres días.“No deberemos esperar más tiempo que este que recomendamos, puesto que un exceso de grasa puede afectar al cabello prácticamente de la misma manera que lo hace la extrema abundancia de humedad”, explica Guerrero.

Un gran motivo de falta de higiene en el cabello está en los cepillos que se utilizan, una mala limpieza de las cerdas o los depósitos que se quedan en la base hacen que ciertos residuos pueden traspasar al pelo, facilitando que se ensucie con facilidad. Se recomienda lavar con agua tibia y jabón, dejando que sequen siempre hacia abajo.

El uso de productos oclusivos

Hay que tener cuidado con el excesivo uso de gominas, espumas, o productos alisadores que crean una película sobre el vello, impidiendo que transpire como debe. “Del mismo modo que nuestra piel, nuestro pelo debe respirar. Debemos dejarle que se oxigene. Muchas veces, creyendo que lo protegemos con lo aplicamos encima, lo que hacemos es debilitarlo, por ejemplo, con algunos champús o acondicionadores con función alisadora”, concluye. ¿Recomendación? Aplicar champús o acondicionadores que garanticen un cuidado no solo cabello, sino también del propio cuero cabelludo, que es el núcleo del que depende cada pelo en cuestión. ¿Un buen ejemplo? El Thickening Shampoo de RevitaLash Cosmetics (36 euros). Notarás el cambio.